Tres siglos de retraso
El joven Issac concluyó su jornada de becario con ganas de botellón. Bailaba reguetón en un antro cualquiera cuando vio precipitarse un cubata contra el suelo. Fuera de sí por la súbita epifanía, exclamó:
—¡¡Eureka!!
Hoy un selfie, tequila en mano, inmortaliza el momento en todos los libros de ciencia.
—¡¡Eureka!!
Hoy un selfie, tequila en mano, inmortaliza el momento en todos los libros de ciencia.
La versión que sirvió de germen a la Ley de la Gravitación Universal era demasiado bucólica, la caída de una manzana en el campo se nos queda algo corta. Newton en nuestros días sería un becario, seguro que el sistema no le trataría mejor pese a su genialidad. Hijo de su tiempo, podría necesitar un escape como el que has dibujado, tequila en mano. La selfie cierra esta actualización del personaje y su descubrimiento. Quizá este relato ocurrente, simpático y un pelín transgresor, te ha venido dado por las ganas de evasión que también debes de tener en este tiempo de estudio exigente en el que te encuentras, en línea con el cuento del estudiante del mes anterior. Seguro que todo te saldrá igual de bien que al joven Isaac.
ResponderEliminarUn abrazo, Álex
Con tres siglos de retraso aparece un Newton de nuestros días. Lo de becario es un detalle que demuestra lo poco que se valora a los genios. Me atrevería a decir que el selfie se lo hizo con un iPhone. La manzana del reverso del móvil será la que tres siglos antes, en un universo paralelo, cayó en la cabeza del otro Isaac.
ResponderEliminarComo siempre: ocurrente y original.
Un abrazo.
Pablo.
¡Oh! Lo de la manzana lo escribimos simultáneamente, Pablo, perdón. Je, je.
EliminarJeje, estamos conectados.
EliminarUn abrazo, Vicente.
Este Newton, ¿o 'New Tone'?, no se conforma con pedirle prestado el '¡Eureka!' a Arquímedes de Siracusa, además se atreve a inmortalizar el momento de su inspiración con una oportuna selfie. Supongo que la manzana estaba impresa en la carcasa del móvil.
ResponderEliminar¿Es este Sir Isacc Newton en versión tardía o sólo un estudiante obsesionado con la Física?
Muy bueno, Álex.
Saludos.
Pues ríete tú, pero a partir de ahora, gracias a los selfies, grandes momentos de la ciencia quedarán inmortalizados. ¿Te imaginas la cara de Pasteur al ver la luz de los mohos? ¿O la del Dr. Jekill transformándose en Hyde? A no, que eso es un cuento.
ResponderEliminarAbrazo fuerte, Álex.
Resulta Alex que nos has regalado un micro con chispa, muy bueno e ingenioso ya se sabe que una foto sirve para cambiar la historia.En el caso de tu micro, un tipo muy aprovechado. Pero desde la antiguedad no le van a reclamar derechos de autor. Abrazos.
EliminarAlex, muy bien traida a la actualidad la historia de Newton. Por desgracia así sería su vida tal y como están las cosas. Lo del selfie añade aún más realismo, ya que ahora todo lo inmortalizamos con uno y el joven Newton no iba a ser menos. Eso sí con un Iphone y la manzana que lo identifica (un guiño más a la manzana de la historia pero en versión tecnológica).
ResponderEliminarBuena manera de contarnos la historia.
Besos
Original relato Alex, aunque este nuevo Isaac Newton tal vez llevado por los efectos del tequila utiliza la palabra "eureka" que uso Arquimedes cuando descubrió su principio. Se ve que el empuje del liquido hizo sus efectos.
ResponderEliminarY por supuesto tenia que quedar inmortalizado en una foto.
Buen relato Alex.
Un abrazo.
Creo que se ha trasportado con ingenio y salero, y con ese punto de mala leche tan característico del autor, al joven Newton hasta una época donde tanto la consideración a la ciencia como la forma de divertirse han cambiado bastante. No obstante, si el gran Newton levantara la cabeza, seguramente querría probar eso del 'cubata', más que nada por comprobar la ley de la acción(..pal centro y pa dentro) y reacción(consiguiente pedo).
ResponderEliminarPor cierto, ya le gustaría a más de uno que la historia fuera más fiel y los cubatas cayeran de los árboles.
Me ha gustado mucho tu relato, Alex.
Un abrazo.
Perdón. Qué manía con quitarte la tilde a la 'Á' de Álex.
EliminarMuy original el repaso de las leyes físicas y su actualización con selfie y iPhone incluidos.
ResponderEliminarOriginalidad e ironía, Álex. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
Y mientras tanto, un friki llamado Albert publicaba en el facebook que todo es relativo.
ResponderEliminarAbrazo científico, Álex.
La historia desdoblada.
ResponderEliminarBuen relato, tequila en mano.
Saludos.
Creo que el título es de lo más acertado, si mentes preclaras como las de Newton, Galileo, incluso si me apuras, Tesla, hubiesen tenido que sacar su potencial e iluminar en la época actual, la humanidad seguiría a oscuras una larga temporada más. Gran micro, Álex. Un beso grande.
ResponderEliminar¡Cuántos Newton hay en nuestros días trabajando como becarios! Mucho talento desaprovechado y pendiente de ser descubierto.
ResponderEliminarBrillante este científico relato.
Beso Álex.
Malu.
A mí no me cabe ninguna duda de que entre tantos jóvenes que hacen botellón tiene que haber más de un genio... Ya nos iremos enterando.
ResponderEliminarMuy imaginativa esta versión Newtónica, Álex.
El caso es que no dices nada de la ley de la gravedad. Igual lo que le vino fue algo así como "Todo cuerpo lleno de un fluido etílico experimenta una fuerza ascendente llamada subidón..."
ResponderEliminarBueno, no me hagas mucho caso. Creo que llevo mal esto de pertenecer al club de los beodos. Estupendo relato en cualquier caso.
Un fuerte abrazo, Álex.
¡Muy ocurrente Álex! Divertida historia y reivincidativa del poco esperanzador futuro que tienen por delante los investigadores aquí, condenados a ser becarios hasta la edad de no ser admitidos ni en la tuna...
ResponderEliminarUn beso, capitán.
Carme.
Me gustaría haberos contestado uno a uno (os fui leyendo puntualmente y con atención), pero dado que estoy muy ocupado en estas fechas, tendré que hacer un comentario genérico.
ResponderEliminarLa idea del relato era imaginar nuestro mundo sin que la Teoría de la Gravedad hubiera sido aún formulada. Sé que es bastante absurdo, pero me apetecía hacer algo con humor (¡y cierta ironía, claro!) y desmitificar personajes históricos es algo que me gusta mucho.
En definitiva, un Newton nacido en nuestros días podría haber sido perfectamente como el del relato. La cuestión es: ¿hasta qué punto Newton (o cualquier otro personaje de ese perfil) es su genialidad y hasta qué punto es su circunstancia? Y un poco más allá: ¿hasta qué punto estamos como sociedad dispuestos a abrazar a los Newton del siglo XXI, que estadísticamente (si tomamos la diferencia de población mundial) deberían abundar mucho más que antes?
¡Un abrazo y muchas gracias por comentar!