Aún no era tiempo
A la tardecita escuchó jazz, frente a él Calac y Polanco observaban enojados e insistentes. Entrada la noche, desde el ojo del último escalón se dejó llevar por el humo chocolate de su pipa y escribió un relato en glíglico que luego sería el capítulo 68 de su novela.
¡Evohé! ¡Evohé! Bello tempo, el de tu micro, para recrear el tiempo del genio, Sonia.
ResponderEliminarmuchas gracias Manuel!
EliminarSonia, veo que todo tu relato es un homenaje a Julio Cortázar y su novela Rayuela, nombrando dos escritos suyos "Calac y Polanco" y el relato en glíglico, que son el capítulo 62 y 68 de Rayuela.
ResponderEliminarBuen relato Sonia.
Besos.
Así es Javier, mi pequeño homenaje a un grande!, muchas gracias, me alegro que te guste!
EliminarDucho y confletado relato, que claverna delicadamente las tropas de Eustaquio de quienes se entretuvieron en el trimalciato de sus páginas.
ResponderEliminarMortulaz relato que merece sertar laureles.
Suerte, Sonia.
Muchísimas gracias Luis!! ja qué genio!
EliminarMuy buen microcuento-homenaje al Cortázar más experimental, lleno de guiños, tanto a Rayuela como a 62/ Modelo para armar, obras en las que no sé si el escritor argentino intentó rivalizar con Joyce o, simplemente, fue por libre por la senda que había abierto el escritor irlandés.
ResponderEliminarCalac y Polanco, sus dos personajes, se muestran impacientes, sin duda, porque desean que Morelli –ese doble de Cortázar- retome la novela para que ellos sepan cómo continúan sus vidas de papel.
Pero ese Jano compuesto por Cortázar y Morelli prefiere escuchar jazz, al que tan aficionado es, y a los personajes de ficción no les queda más remedio que armarse de paciencia y esperar.
Será al anochecer, y seguro que después de dar unas cuantas caladas a su inseparable pipa, cuando el híbrido escritor seguirá escribiendo, en este caso, en glíglico, ese idioma que ha inventado, y que sería algo así como mitad español y mitad jitanjáfora.
Magistral estreno, Sonia. Enhorabuena y un saludo.
Enrique, bellísimas y acertadas palabras a este pequeñísimo homenaje a mi co-terraneo y vecino Julio. Muchas muvhas gracias!
EliminarHa llegado la hora de agradecer a mi hermano sus esfuerzos para introducirme, cuando éramos unos chavales, en la obra de Cortázar. Y también a ti, Sonia.
ResponderEliminar¡Bienvenida!
Saludos
Saludos
Muchísimas gracias Margarita!, y claro gracias a tu hermano también porque vale la pena has visto!
EliminarSonia, buen homenaje a Cortazar, imaginando la escena en la que escribió Rayuela.
ResponderEliminarBesos
muchas gracias Margarita!
EliminarMuy bien engarzados esos elementos del universo de tan magnífico escritor.
ResponderEliminarIngenioso y sorprendente. Enhorabuena. Sonia.
Un saludo.
Gracias Antonio, muchas gracias!
EliminarTodo homenaje a Cortázar debe ser bien acogido, con mayor razón si, de una forma versada, a partir de su universo, se entremezclan varios elementos para crear un nuevo relato.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tus palabras Angel, saludos
Eliminar!Qué decir! Bonito homenaje y bien escrito. Un beso.
ResponderEliminarMaite, muchas gracias! saludos
EliminarMe ha encantado este micro que bien podría llamarse Jazzuela.
ResponderEliminarGenial.
Un beso
gracias Pablo, muchas gracias y que buen aporte! ja!
EliminarLa mejor atmósfera para crear atmósferas. Muy bueno, Sonia. Un beso.
ResponderEliminarMatrioska, otro beso y muchisímas gracias por tus palabras!
EliminarSonia excelente, me encanto como en tan pocas lineas se puede decir tanto, felicitaciones y a seguir asi.
ResponderEliminarsaludos, pablo del taller.