Campaña electoral
En plena campaña electoral se perdió un niño en el bosque y a un asesor político se le ocurrió que su candidato debía encontrarlo para ganarse los votos indecisos. Los demás aspirantes, al conocer la noticia, le imitaron. Por suerte el niño apareció a los pocos días; los candidatos, no.
En ese "por suerte" queda resumida la esencia del relato. Todos nos alegramos por el niño, en eso somos buenos, el problema es que por lo otro puede que también nos alegremos, lo cual sería cuestión de estudio, y de que los políticos se lo hicieran ver. Un micro de lo más oportuno, dada la saturación y postureo extremo que vivimos a diario y desde hace meses.
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás
Es que algunos políticos llevan perdidos toda la vida. Que paradoja, ponerse a buscar a un niño perdido, cuando los niños tienen claro lo que quieren, lo que está bien y lo que está mal... Si todos miráramos las cosas desde la perspectiva de la inocencia, no andaríamos tan perdidos.
ResponderEliminarEse asesor político debería dedicarse a otra cosa. Buen relato. Un beso.
Muy original, Nicolás. Apuesto a que los políticos terminaron comiéndose los unos a los otros.
ResponderEliminarSaludos.
Nicolás. has dado una idea fenomenal a los aspirantes a gobernar. Seguro que te copian la idea, yo pediría derechos de "ingenio"
ResponderEliminarSuerte, y saludos
Nicolás ojalá más de un político o dos o todos se perdieran en el bosque y no los viéramos más.
ResponderEliminarOriginal y oportuno relato Nicolás, me ha gustado.
Un abrazo
Jajajaa, ¡vaya venganza poética tan original!
ResponderEliminarGracias, Nicolás, por compartirlo.
Muy bueno, Nicolás. Oportunísimo
ResponderEliminarCómo me gusta,mucha suerte
Besicos
Todo vale por un voto, hasta, incluso, evidenciar que no tienen un norte al cual seguir. Aunque también cabe la posibilidad de que se hayan despedazado, y no con la palabra precisamente. Divertido, original y reflexivo relato, Nicolás. Un abrazo.
ResponderEliminarJa, Ja, Nicolás, me ha parecido un micro muy acertado, y dadas las circunstancias poco les habrá pasado por su ansia de demostrar su ego y quién es el mejor. A veces se les ve en la cara la dificultad que les supone estar al alcance de la gente corriente y de las cosas cotidianas. Un abrazo.
ResponderEliminarYa que no les movió el corazón, sino el puro interés, me alegro de que les saliera mal la jugada a todos esos politicuchos. Tal vez, en lo profundo del bosque se encontraron con un lobo hambriento que no entendía de colores ni de partidos. Muy aleccionador y oportuno tu micro, Nicolás. Un saludo.
ResponderEliminarLástima que sea ficción, Nicolás, porque llevo más de seis meses, y no sé por qué, un poquito harto de los candidatos. Es como una pesadilla que se repite.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
¡Más oportuno, por las fechas en las que estamos, imposible!
ResponderEliminarReal y triste a partes iguales. Por suerte apareció el niño y desaparecieron los indeseables.
Un beso Nicolás.
Malu.
Rizar el rizo sería que a falta de candidatos, el niño ganara las elecciones. Un buen punto de inflexión para votar en las próximas.original relato. ¡Niños al poder! Suerte. Saludos.
ResponderEliminarNo sé por qué, pero intuyo que no van a escatimar medios en buscarlos, así que habrá que subir los impuestos.
ResponderEliminarOriginal como siempre, Nicolás.
Un saludo
Nicolás, a más de uno nos gustaría perderlo unos días de vista. Muy oportuno tu micro.
ResponderEliminarBesos
Supongo que los candidatos no se limitaron a buscar a ese niño, más bien, por suerte, se encontraron unos a otros, de ahí que no volviesen a dar señales de vida. ¿Canibalismo político? Buena reflexión, Nicolás. Un beso.
ResponderEliminarIrónica y cómica puesta en escena de los valores que mueven a esta gente y, sobre todo, de sus capacidades.
ResponderEliminarExtraordinario (como siempre), Nicolás.
Un abrazo.