Dícese de un cuento
Desde el primer beso ella construyó castillos, inventó dragones, aborreció a la madre y mató al padre.
Se encerró en lo alto de la torre. Hacía ejercicio noche y día, y apenas comía para sobrevivir. Todo esto con el propósito de ser perfecta para un príncipe que no llegaría nunca.
Se encerró en lo alto de la torre. Hacía ejercicio noche y día, y apenas comía para sobrevivir. Todo esto con el propósito de ser perfecta para un príncipe que no llegaría nunca.
La preparación y el trabajo son factores fundamentales para conseguir cualquier fin, aunque me temo que este personaje basa todo sus esfuerzos en la pura apariencia, cualquier cosa con tal de alcanzar una figura de modelo, lo cual no sería tan grave si no desatendiese todo lo demás, como parece que ocurre, comenzando por ese desprecio a los padres. Un cuento bien proyectado, con una protagonista que ha equivocado el guión del suyo.
ResponderEliminarUn saludo, Diani.
Muchas gracias Ángel, tienes razón, siempre hay que ser perseverantes para lograr un fin, pero a veces hay fines que sobrepasan cualquier otra cosa y después los protagonistas se quedan con las manos vacías.
EliminarUn abrazo
Diani, me parece que tu protagonista vive en un mundo de fantasía creyéndose una princesa. Toda su vida la dedica a prepararse para el príncipe que espera y que nunca llegará.
ResponderEliminarUna mente enferma que nos has descrito a la perfección.
Enhorabuena.
Besos
Pilar, gracias por tu comentario. Cuantas de esas princesas habrán en este mundo y no nos damos cuenta. Hacen castillos de ideas y príncipes perseguidores que las asedian y las persiguen. Aquel primer beso desencadena en ella nada menos que una locura.
EliminarBesos
A esta princesa de cuento le hace falta un baño de realidad para darse cuenta que la vida es otra cosa y que no hay príncipes azules.
ResponderEliminarUna historia bien contada Diani.
Un abrazo.
Gracias Javier, tanta falta le hace ese baño de realidad que al ver que no llega su príncipe azul tarde o temprano se pondrá a besar sapos.
EliminarBesos
Bien contada y con un baño de realidad. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Maite!
EliminarMitos y modelos desde otra perspectiva. Muy original.
ResponderEliminarSuerte.
Gracias Luis, me gusta que digas que es desde otra perspectiva porque los cuentos que se cuentan, sutilmente nos enseñan eso: Princesas huérfanas, abandonadas y bellas esperando a un príncipe salvador.
EliminarParece que ese beso, en lugar de despertarla, la "atontó", con perdón. Quién sabe, igual aparece por la torre el Conde Drácula, que no es príncipe pero todo queda en la nobleza, y espabila.
ResponderEliminarSaludos, Diani
Gracias Margarita, quizás ese beso estaba contaminado con algún mal desconocido que dejó totalmente vulnerables a quienes la rodeaban. Ojalá el Conde Drácula se apiade de ella llegado el caso.
EliminarSaludos
Un cuento que demasiadas veces se hace realidad. Me gusta mucho cómo los has narrado, Diani. Un saludo.
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