Sospechas en el livingroom
"Ese antojo que luce en el cuello el bebé de la mucama es idéntico al de su hijo. Los ojos, igualitos. Si no supiera que es de la cáscara amarga, juraría que...".
Mientras la viuda cavila, el suegro, intranquilo, oculta coincidencias bajo el pañuelo Ascot y las gafas de lectura.
Mientras la viuda cavila, el suegro, intranquilo, oculta coincidencias bajo el pañuelo Ascot y las gafas de lectura.
Me parece que el suegro más que ocultar va tener que tapar bocas ya que me parece que la nuera tiene la mosca detrás de la oreja.
ResponderEliminarBuen relato María José, en 50 palabras has logrado contarnos toda una novela, me ha gustado.
Besos.
La situación se las trae, verdadera novela de época, como apunta Javier. Los detalles nos retratan a un suegro de lo más picarón. Muy jugoso, Mª José.
ResponderEliminarUna situación excelentemente narrada. Muy visual. Me gustó.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Un entorno muy inglés y señorial y unas sospechas legítimas, que como una buena novela de Agatha Christie, son auténticas pistas para desvelar un secreto que antes o después podrá desvelarse. No siempre podrá ocultar los ojos y el cuello el atildado caballero.
ResponderEliminarUn relato con mucho estilo, María José
Un abrazo
M. José me parece que tu cincuenta da para una novela de misterio ambientada en la época colonial y esa viuda tiene la mosca tras la oreja...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Enhorabuena.
Besos
Como ya te han dicho, María José, la elegancia y sutileza de tu relato se agradece. Una grata lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elegante relato de señores y criadas, abusos e hipocresías.
ResponderEliminarExcelente, María José. Un abrazo.
Vaya Picaflor el suegro de la viuda, María José. Muy gracioso el relato y bastante bien entramado. Me ha gustado la sorpresita final. Abrazos.
ResponderEliminarNovela condensada en bote de 50. Reconozco que lo he tenido que leer tres veces para cogerlo. Estoy espesito!
ResponderEliminarMuy bueno Mª José.
Un beso.
Esta pareja da para mucho. Y ya veremos cuando los niños crezcan y uno lleve pañuelo Ascot y otro no.
ResponderEliminarBien contado, María José.
Un saludo
Pues me has dejado con la miel en los labios, quiero saber más.Muy bien narrado. Un beso.
ResponderEliminarEsta historia podría dar para todo un serial. Muy bien contada, M. José.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
No había leído este fantástico micro, menos mal que he tenido la oportunidad de hacerlo al estar entre los finalistas. Me ha encantado, sobre todo es ambientillo que le has dado. Felicidades, María José. Un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos por vuestros comentarios. Sois muy generosos.
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