Carroñeros
"Cuánto espacio vacío nos ha quedado dentro", pensé mirándole a los ojos. Él pareció que me leyera el pensamiento. Me contestó siempre con la mirada: "Es mejor no preocuparnos y tratar de encontrar otras especies que necesiten alimentarse, aquí hay demasiados buitres al acecho y no dejarán ni las migajas".
Hola, Mª Luisa, me produce un desconcierto hondo tu micro. Me imagino cadáveres con "vida" propia decidiendo a qué especies ceder sus entrañas. La situación es ciertamente original y está muy conseguida la narración, pues fluye con la naturalidad de dos personas en un cine que buscaran butaca vacía para sentarse. No sé si enlaza con una categoría de literatura ficción "post mortem" en las que no estoy nada puesto, pero el acierto en el uso de la primera persona hace que un pequeño escalofrío le recorra a uno la médula.
ResponderEliminarEnhorabuena. Saludos.
M.Luisa parece una historia al revés, aquí son los cadáveres los que buscan a sus carroñeros.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Una pareja que parece ver claro su final, tanto que ni les quedan fuerzas para hablar, aunque eso no parece problema para ellos, pues con una mirada son capaces de comunicarse. Al mismo tiempo y pese a esa situación extrema, no han perdido los ideales ecologistas, y tratan de que su materia sirva de alimento a especies de animales necesitadas, no sólo a los buitres.
ResponderEliminarUn planteamiento original.
Un saludo
M. Luisa, al leer interpreto que aunque están muertos, buscan ser alimento de quién de verdad lo necesite y no de los buitres que arrasan con todo.
ResponderEliminarUn micro inquietante.
Besos
El silencio aparece como el único testigo del triste destino de estos dos seres. Las miradas hacen de palabras en el lenguaje de los moribundos. Aún así, se dan tiempo para escribir el testamento en el que intentan legar lo único que les queda: la propia carne.
ResponderEliminarMuy interesante, Mª Luisa. Para leer y releer.
Saludos.
Estos dos moribundos buscan a una especie necesitada a quien ofrendar su carne. Son generosos con la naturaleza y esperan fundirse con ella.
ResponderEliminarUn micro para reflexionar, María Luisa.
Un beso.
Muchas gracias por vuestros comentarios, pero voy a darle otra vuelta de tuerca y ¿por qué pensáis todos que son cadáveres? El vacío de dentro puede ser de desengaño existencial y tratarán de buscar, los dos personajes, otros lugares donde encontrar respuestas que les "llenen" y no hayan tantos buitres carroñeros (cada uno que piense quienes pueden ser los carroñeros.
ResponderEliminarSin duda un relato de gran profundidad y belleza.
ResponderEliminarSaludos, Mª Luisa.
Lo interpreto como una pareja que no termina de darse lo que necesitan y deciden salir en busca de quien sí les pueda llenar del todo, a pesar de las altas probabilidades de encontrarse con los carroñeros que siempre están al acecho de ese tipo de “presas fáciles”. Lo que me despista un poco es esa comunicación con la mirada que suele ir unida a la complementación total con la pareja. Buen micro, Mª Luisa. Un beso.
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