Cuarenta y cuatro diferencias (Relato beodo #1)
Ser beodo no es un crimen. El sitio prometía y entraron.
En la mesa del bar compartieron vino, comida y conversación. Sin haberse visto nunca, se conocían por sus palabras.
Salieron con un proyecto común. Ya tenían las seis primeras. Las restantes llegaron más tarde, cada una a su historia.
En la mesa del bar compartieron vino, comida y conversación. Sin haberse visto nunca, se conocían por sus palabras.
Salieron con un proyecto común. Ya tenían las seis primeras. Las restantes llegaron más tarde, cada una a su historia.
¡Genial! ¿44 Diferencias? Esto promete, pero mucho, mucho. Espero impaciente al resto de beodos.
ResponderEliminarEmpiezo quitándome el sombrero y ya veremos cómo sigo.
Abrazote, Asun.
Todo empieza con esta foto:
Eliminarhttps://twitter.com/Pablojnf/status/729285731999465473
Y yo que estaba preocupada porque les había echado en falta en junio... ¡Y estabais tramando esto!!!
EliminarBravo, una reverencia y voy a comprarme otro sombrero de más categoría, que éste está ya muy viejo y desmerece.
La idea fue de Carles, y nos faltó tiempo para aprobarla por unanimidad. Es lo que tiene el vino y la excelente compañía.
EliminarUn beso, y comprate el sombrero ya, que quedan cuatro beodos. Yo también los espero con muchísimo interés.
Esto suena a creatividad conjunta y buena camaradería entre un grupo selecto de cincuentistas, que seguro que sabrán embriagarnos con propuestas originales como ésta. Pertenecer a un grupo de sana locura no sólo no es ningún crimen, sino que supone un orgullo y un privilegio.
ResponderEliminarUn abrazo, Asun
Totalmente de acuerdo, Angel. Para mí es todo un privilegio haber formado parte de este pequeño experimento. Un beso y enhorabuena de nuevo por tu primer puesto en junio.
Eliminar¡Qué emoción! Nunca habría pensado desear escuchar relatos de beodos..., aunque estos son realmente especiales, sin duda.
ResponderEliminarFelicitaciones y abrazos múltiples.
María José
Gracias, Maria José. Yo también estoy impaciente por leer a los otro cuatro beodos.
EliminarUn saludo.
No se me ocurre mejor maestra de ceremonias ni mejor introducción para los #relatosbeodos.
ResponderEliminarBesazo, Asun.
Muchas gracias, Carles. Pero el mérito es todo tuyo, por tener esta fantástica idea. Espero haber presentado bien los vuestros, como sin duda se merecen. Fue un día cargado de buenos momentos y espero que se repita.
EliminarUn beso.
Como dice Carles, no se podría hacer mejor introducción para esos #relatosbeodos.
ResponderEliminarUn beso.
Muchísimas gracias, Pablo. Estoy deseando leer los vuestros.
EliminarUn besazo, amigo.
Estoy con Carles y Pablo. Donde no estoy es en esa entrañable foto de "beodos" y, aunque por eso mismo me siento algo raro participando en este juego, os agradezco de nuevo la invitación. Digamos que yo era el de la cámara, o mejor el "pagacopas" al que no esperasteis salir en el grupo, beodos como estábais, porque llevabais seis encima, ¿no? O no eran copas... :).
ResponderEliminarSea como sea, me ha encantado tu propuesta, Asun, por todo lo que muestra (yo lo describiría como una "resaca emocional"), por su valor también como presentación de la saga, y por el título, que me parece genial.
Un abrazo.
Aunque no estés en la foto, te puedo asegurar que estuviste presente en la reunión, como muchos otr@s compañer@s de los que nos acordamos y hablamos ese día.
EliminarMe alegro de que te haya gustado mi presentación. Y el título, que fue lo que más me costó, pero al final creo que acerté.
Un beso.
Chicos, me encanta la idea y Asun, me encanta este pistoletazo de salida y sobre todo el título, sólo cuarenta y cuatro diferencias, a mí me parecen poquísimas.
ResponderEliminarDesde luego que son una maravilla estas quedadas cincuentistas, sale uno con las pilas cargadas para muchos relatos, ¿verdad?
Enhorabuena por la idea y por el micro, me parece de lo más original y muy acertado.
Un beso grande.
Malu.
La quedada fue de lo más productiva, Malu, y muy divertida. Por cierto, si alguien se anima a venir a Sevilla este bar de nombre tan sugerente está cerca de la plaza de la Alfalfa, en el centro histórico. No lo conocíamos ninguno, fue un hallazgo casual.
EliminarUn beso, Malu.
¡Qué los beodos y demás cincuenteros disfrutemos mucho este mes!
ResponderEliminarOs leeré y apareceré por aquí cuando pueda, sentiré mucho, también no comentar...Pero, no sé si tendré mucha "señal" junto a la playa
Besicos a todos.
Muy bueno tu primer beodo Asun
Buenas vacaciones, Cabopá.
EliminarUn abrazo.
¿Las cuarenta y cuatro diferencias equivalen a las palabras faltantes para completar un «cincuenta»? Este relato, como pocos, despierta mi curiosidad. Aquí espero...
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Efectivamente, son las cuarenta y cuatro palabras que siguen al inicio común y que harán cada relato diferente.
EliminarMe alegro de haber llamado tu atención.
Un abrazo.
Enhorabuena por este creativo proyecto. De esta selección de cicuentistas esperamos sus geniales "beodos".
ResponderEliminarUn abrazo.
La idea, como ya he dicho, fue de Carles. Planificarlo fue muy divertido, con cuenta atrás incluida para enviárselos a Alex los cinco a la vez.
EliminarUn abrazo.
Esto tiene muy buena pinta. Brindo por esta pandilla de beodos.
ResponderEliminarUn beso, Asun
Gracias, Margarita. Espera, que me sirvo un vino y brindo contigo.
EliminarUn beso.
Me encanta la idea de estos relatos beodos, y esperando ver los restantes y encontrar esas 44 diferencias
ResponderEliminarAsun buen relato.
Besos.
Gracias, Javier.
EliminarUn saludo.
Muy buen relato a modo de pistoletazo de salida.
ResponderEliminarBesos Asun. También para el resto de (iba a decir cachondos mentales, pero no está bien vista esta palabra por ciertos lares y especialmente escrita)... También para el resto de compañeros tan alegres, divertidos e ingeniosos! (¿A que queda mejor? por lo menos es más cursi!)
Muchas gracias por tu comentario, Isidro. Lo mejor es que, al menos yo, no he leído los demás aún (salvo el de Enrique, que se ha publicado hoy).
EliminarUn beso.
Gracias a la aclaración de Álex se me ha quitado un peso de encima. Creí no entender nada porque me había pasado con las copas...¡epa! No solo escribís buenos relatos, sino que os lo pasáis genial. ¡Qué bueno! ¡Salud!
ResponderEliminarDesde luego que lo pasamos genial, muy recomendables estas quedadas cincuentistas aunque sea en grupos pequeños.
EliminarUn saludo.
Asun, si no me equivoco, en este proyecto de beodos todos los micros empezarán con la misma frase "Ser beodo no es un crimen" siendo diferentes en las 44 restantes, hasta completar las 50 palabras.
ResponderEliminarBuen comienzo para esta experiencia... a ver que nos cuentan los demás.
Buen relato.
Besos
Así es, Pilar. Esa era la idea. Y el bar delante del que nos hicimos la foto se llama así. Con ese nombre tan sugerente y tentador, no tuvimos más remedio que entrar.
EliminarUn beso.
Veo dos beodos.
ResponderEliminarEstán los dos muy bien, y este tuyo estupendo para dar la salida.
Besos
Gracias, Javier. Atento a los demás, que estoy segura de que son geniales, como sus respectivos autores.
EliminarUn beso.
Muy chulas tus cuarenta y cuatro diferencias, Asun. Os habéis lucido pero bien con la idea, ¡es fantástica! A ver por dónde salen los mozos. Un beso grande.
ResponderEliminarEste lugar puede presumir de muchas cosas y una de ellas es la camaradería. Excelente pistoletazo de salida a esta encuentro-idea-reto que se paladea con gusto y abre el apetito para los retos venideros. Enhorabuena Asun.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupenda y muy original manera de iniciar los relatos beodos, Asun. Hasta hoy no he podido leer y empezar a comentar algunos. Veo que esas 44 diferencias os han quedado geniales. Saludos.
ResponderEliminarLa verdad es que están geniales, a cada cual mejor. Mi enhorabuena al grupo.
ResponderEliminarUn saludo Asun,
Qué gran verdad dices: "Sin haberse visto nunca, se conocían por sus palabras."
ResponderEliminarEn la microquedada de Zaragoza pude comprobar que los microrelatistas son tan buena gente como los vamos conociendo por sus letras.
Buena iniciativa los relatos beodos!
Un abrazo.
Carme.