El misterio del Triángulo de los Bermúdez (Relatos triangulares I)
Cuando Charles Bermúdez decidió cortar su romance, la amante despechada amenazó con decirle la verdad a su esposa Berlinda, sin saber que ella, ya enterada, esperaba acuchillarla y enterrarla en el patio.
Ahora, cuando alguna infidelidad necesita ser terminada, Bermúdez se vuelve descuidado para que su esposa arregle el asunto.
Ahora, cuando alguna infidelidad necesita ser terminada, Bermúdez se vuelve descuidado para que su esposa arregle el asunto.
Original y cruel manera tienen los Bermúdez de acabar con las infidelidades del marido, lo que no sé es si el patio será lo suficientemente grande si a Charles le da por tomar como costumbre lo de ser infiel.
ResponderEliminarBuen relato Jean.
Un abrazo.
Bueno, lo del patio se vera más a futuro. Y ciertamente tenemos la tendencia de mal acostumbrarnos, son muy pocas las personas que cortan los errores que comenten si esta nos sale bien. Sin duda no es el caso de Charles.
EliminarSaludos Javier, un gran abrazo y gracias por comentar.
Jajajaa
ResponderEliminarGracias por tu conciso pero muy preciso comentario.
EliminarSaludos!!!
Jajaja. Lo malo que tiene esto, es que se le ocurra matarle a él en lugar de a sus amantes. Bonita forma de arreglar los problemas.
ResponderEliminarMuy entretenido. Un beso.
Bueno, he visto muchas veces que en asuntos de infidelidad, la engañada culpa a la amante por sobre su marido. En el caso de Berlinda es así.
EliminarGracias por comentar Olga.
Saludos.
Tal vez lo mismo haga él, con los amantes de ella, si es que los tiene. Me imagino a una pareja de psicópatas unidos por otro lazo además del conyugal: el asesinato serial.
ResponderEliminarOriginalísimo, Jean. Te felicito.
Un abrazo.
Hola Vicente, siempre es grato recibir tus geniales comentarios. Ciertamente sería un matrimonio que no me gustaría tener entre mis amistades.
EliminarSaludos.
Esto es amor incondicional, sin paliativos. Alguien capaz de matar a las amantes de su marido con las que le es infiel con tal de que siga a su lado. A él, claro, le respeta. Un planteamiento brillante y, efectivamente, algo misterioso, como el de las Bermudas, sólo que con Bermúdez y así todo queda en familia. Parece ser que vamos a asistir a una interesante saga que no ha hecho más que empezar, cosa que me alegra mucho.
ResponderEliminarUn abrazo, Jean
Hola Ángel, gracias por pasarte a comentar. También me alegra que te alegre y disfrutes de la serie. Espero no defraudarte en la segunda parte.
EliminarUn enorme abrazo y mis respetos para ti.
Hombres... Si es que no saben mantener un secreto. ¡Mira que contarlo! Ahora le irán a ella con el cuento y se te acabó la impunidad, Bermúdez. Que Berlinda no te haga mucha pupita.
ResponderEliminarAbracicos, Jean.
Hola Paty Rich!!! pues aun quedamos hombres que mantenemos los secretos, te diría cuantos quedamos, pero eso es secreto... shhh.
EliminarSaludos y gracias por comentar Patricia, que tengas bonita semana.
Muy jugoso tu micro. Los juegos de infidelidad son un espejo deformante donde casi nada es lo que parece. Haría bien Charles en cuidarse, no sea que le haga lugar en el patio. Ágil, fresco. saludos.
ResponderEliminarHola Manuel, los juegos de infidelidad nunca terminan bien, ya sea para uno o para otro, o ambos. Hay que ver si Charles termina en el patio con su harem particular.
EliminarSaludos!!!
Jean: hilarante micro lleno de ingenio y humor nrgro, género que personalmente me encanta. Es muy bueno y el elegir Bermúdez (en alusión a Bermudas) para el título es otra idea genial.
ResponderEliminarEsperando el siguiente capítulo.
Un abrazo.
Pablo.
Hola Pablo, genial que te guste... La alusión al Triangulo de las Bermudas es más estrecha aun, pues así se titula el famoso libro de Charles Berlitz del que también tome el nombre para mis personajes.
EliminarGracias por comentar y un enorme saludo para ti.
Muy divertido el micro, Jean. ¿Caben muchas amantes despechadas en el patio de los Bermúdez? Espero con ansiedad el siguiente triángulo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carmen, creo que si aun hay espacio para muchas amantes más, ya sabes, como espacio para barcos y aviones en el triangulo de los Bermudas.
EliminarSaludos!!!
Caramba cómo está el patio de los Bermudez. ¿Qué tendrá el tal Charles para ser tan ligón? Iremos viendo. Ingenioso y divertido, Jean. Saludos
ResponderEliminarHola Juana, dicen que los personajes tienen algo de sus creadores, quizás Charles saco mi encanto natural que lo hace irresistible.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
Jean, buena sátira de un triángulo amoroso con resultado muy negativo para las amantes. Si sigue comportándose así Charles pronto se cansará Berlinda. Qué no se acacoatumb...
ResponderEliminarEnhoranbuena.
Besos
Hola Pilar, si no se canso la primera vez, no se cansara despues, el acostumbrarse es un aspecto muy común del humano, por algo nos hemos acostumbrados a dictaduras, a los abusos, a las guerras, etc.
EliminarUn gran abrazo y otro beso Pilar, que estés bien.
PD: Como es tu patio?
Creo que Bermúdez es demasiado optimista, al darle todos los poderes a la esposa para resolver sus "asuntillos.". Quizás el próximo cuerpo que habite el patio, sea el suyo. ¡Ja, Ja, Ja!
ResponderEliminarUn divertido saludo.
Hola María, habitar el mismo el patio sería un merecido final para tal infame personaje. Veremos como le va.
EliminarSaludos!!!
Este triángulo tiene una buena, y parece que sólida, base, pero va a ser muy difícil calcular el perímetro con uno de sus lados tan... "cambiante".
ResponderEliminarOriginal relato, Jean, como solo tú sabes hacerlo. Y con todos los ángulos perfectamente medidos.
Te mandaría un beso, pero antes me aseguraré de que no tengas esposa ;)
Jajajaja gracias por tus palabras Margarita, y no se preocupe por el beso, mándame todos los que quiera, total que tengo un patio amplio en mi casa ;)
EliminarJajaja, buenísimo! Eso es una pareja bien avenida de verdad. Complicidad en estado puro. Un relato ingenioso y muy divertido. Me voy al patio a buscar a ver si queda algún hueco que mi marido llegó tarde anoche... wajajaj
ResponderEliminarJajajaja, si no queda espacio en tu patio, en el mio aun queda un poco... Aunque para maximizar el espacio, te pediré que lo hagas bajar de peso antes de nada, jaja.
EliminarSaludos Aurora y gracias por comentar.
No es listo ni ná Bermúdez. Me ha encantado el micro y la gran agilidad y destreza con la que nos has contado la historia. Tiene muy buena pinta esta serie de relatos triangulares. Felicidades, Jean y un beso.
ResponderEliminarHola Matrioska, me alegra que te gustara. Gracias por tus palabras y elogios y espero verte entonces en los siguientes relatos triangulares.
EliminarSaludos!!!
Auténtico cine negro, me ha recordado la película Testigo de Cargo, de Billy Wilder.
ResponderEliminarUna virguería. En hora buena.
Gracias Santiago por tus palabras. La película con ese título no me suena, voy a ver si la encuentro "por ahí".
EliminarSaludos y que tengas muy buen fin de semana.
Eso es lo que yo llamo un matrimonio bien avenido, en el que los intereses de cada cónyuge se complementan: el esposo un donjuán, la esposa una psicópata que disfruta asesinando a las amantes de su esposo.
ResponderEliminarQuizá el único peligro para Charles es que Berlinda se impaciente con la duración de alguna de las aventuras de su esposo y alce la mano contra él, si yo fuese Charles no estaría muy tranquilo ni muy seguro de que no iba a acabar enterrado en el patio, a no ser que la fijación de la buena de Berlinda sólo sean las féminas que se relacionan sentimentalmente con su marido.
De todas formas, ningún comportamiento humano, por delirante e imposible que nos parezca, ha dejado de darse, historias parecidas a la que nos cuentas salen en las páginas de crónica negra de los periódicos de vez en cuando. Lo bueno es que nosotros lo vemos desde el lado de la ironía, del humor negro y de la fantasía, y por eso, en vez de espantarnos, disfrutamos con relatos tan sugestivos como el tuyo.
Mi enhorabuena, Jean, y mis saludos más afectuosos.
Hola Enrique, concuerdo plenamente contigo en que las historias muchas veces palidecen comparadas con la realidad y que el humor negro es una anestesia para historias que lamentablemente se dan muy seguido. Mi relato no es la excepción.
EliminarUn gran abrazo y muchas gracias por comentar.
A grandes males, grandes remedios. Humor negro perfectamente llevado a cabo. Genial serie, querido Jean, espero las siguientes entregas.
ResponderEliminarUn beso.
Malu.
Gracias Malu, la continuación directa de esta historia en septiembre.
EliminarSaludos!!!
Tres eran tres los tristes tigres. Tremenda historia nos dejas, Jean. Traición, cinismo, muerte... terrible, sí.
ResponderEliminarSaludos cordiales y adelante con la serie.
Hola Carles, gracias por tus buenos deseos.
EliminarUn enorme abrazo.
Saludos.