Garra
Tirada en el piso, comenzó a despertar y se aferró a las paredes para levantarse. Varios pasaron a su lado, pero nadie la ayudó. Sintió dolor en el costado derecho de la cara. A pesar de todo, se acomodó su cabello y se levantó su tanga, tenía hijos para comer...
Alejandro nos narras una dura escena, muy fotográfica gracias a tus 50 palabras, pienso en una mujer violada y golpeada, no quiero ser tan iluso de pensar que simplemente se ha caído. Pese a las circunstancias nadie le hace caso y ella misma antepone a sus hijos al daño que ella haya podido sufrir, esa frase final con los puntos suspensivos lo dice todo y hace referencia al título.
ResponderEliminarBuen relato Alejandro, me ha gustado.
Un abrazo.
Alejandro, bienvenido a la familia!
ResponderEliminarDescribes una escena brutal, donde una mujer ha sido violada ante la indiferencia de todos. Se recompone como puede y saca la garra para seguir adelante. Solo piensa en sus hijos...
Magnífico.
Besos.
Sorprende cómo te pones en la piel de una mujer violada, Alejandro. Es dificil de comprender para muchos hombres pero tú le has dado ese toque descarnado y, en solo 50 palabras, me has puesto los pelos de punta. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y bienvenido.
María José
Una mujer con su cuerpo, como única herramienta de trabajo para sobrevivir. Violada o prostituida, igual de triste.
ResponderEliminarMe ha gustado, Alejandro.