Juego de palabras
Estaba Dolor en el bar y vio entrar a Seca.
—¿Quieres tomar algo?
—No, gracias —contestó Seca sin levantar la cabeza.
—¿Quieres mi "D"? —le dijo Dolor para intentar animarla.
—Bueno, te la cambio por mi "C" —contestó Seca ilusionada.
Así, Color y Seda salieron satisfechos con su nueva identidad.
—¿Quieres tomar algo?
—No, gracias —contestó Seca sin levantar la cabeza.
—¿Quieres mi "D"? —le dijo Dolor para intentar animarla.
—Bueno, te la cambio por mi "C" —contestó Seca ilusionada.
Así, Color y Seda salieron satisfechos con su nueva identidad.
Un simple cambio de consonantes ha producido que tengan unos nombres mucho más agradables, solo espero que no sea solo eso, un cambio de nombres.
ResponderEliminarBuen relato Crispin.
Un abrazo.
Graciss, Javier, la vida está llene de pequeños cambios, con sus consecuencias, pero a veces no nos damos cuenta ee unos ni de otras.
ResponderEliminarSolo hacen falta pequeños cambios, algunos casi imperceptibles para que la vida cambie de forma rotunda.
ResponderEliminarUn beso Crispín.
Malu.
Esos cambios, a veces imperceptibles como bien dices, tienen consecuencias a veces igualmente imperceptibles, son los que nos van forjando.
EliminarMuy original, Crispín. Un pequeño cambio y parece que se les ha arreglado la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al menos ha mejorado su percepción.
EliminarGracias por tu comentario.
Una letra aquí y otra allá y el mensaje es totalmente distinto.
ResponderEliminarA ver si el destino toma nota cuando escriba los guiones de nuestras vidas ;)
Un saludo, Crispín
Así es Margarita. Si Seca no hubiera cedido, Dllor se podría haber desprendido iguslmente de la "D" y se habría convertido en Olor, que tampoco está mal.
EliminarSeguro que la felicidad muchas veces podría llegar con pequeños, pero necesarios, cambios de actitud. Un micro sencillo pero con mucha miga, Crispín. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioka, lo importante es buscar soluciones.
EliminarUna moraleja aplicable a nosotros mismos. Un cambio simple puede condicionarlo todo. Queda demostrada, además, la importancia de las palabras y de las etiquetas, las que nosotros mismos nos ponemos y las impuestas.
ResponderEliminarUn saludo, Crispín
Un buen giro, Ángel. Las etiquetas nos condicinan y nos define, psra bien y para mal.
EliminarCon un poco de color, la vida va como una seda. A veces, como sabemos, la letra pequeña puede cambiarlo todo. Ingenioso juego tu relato, Crispí. Saludos.
ResponderEliminarCuatro letras dan mucho de sí si se sabe jugarlas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Crispín, a veces una pequeña diferencia en tu vida supone un gran cambio.
ResponderEliminarOriginal forma de contarlo.
Besos
Así es, y si con el camboo también hacemos felices a otros, mejor.
Eliminar¡Qué inmenso nuestro español! Muy bueno el micro
ResponderEliminarGrande, muy grande.
EliminarUn pequeño cambio puede hacer que el mundo se vea de otra manera, un pequeño juego puede hacer que un relato sea original y divertido. Genial Saludos.
ResponderEliminarSe vea, se sienta y se viva.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Tu micro, Crispín, tiene mucho que ver con el ver el lado bueno de las cosas o el malo, la eterna controversia entre el optimismo y el pesimismo. Yo me quedo con el primero, me funciona mucho mejor...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
María José
Buena elección, que coincide con la mía
ResponderEliminarFresco, ingenioso y luminoso micro, Crispín.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Muy ingenioso, Crispín. Una manera muy didáctica de explicar que siendo receptivos con los demás, tenemos en nuestra mano mejorar nuestra actitud ante la vida. Hay juegos de palabras que dan mucho juego. Saludos.
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