La hora de irse
Veinte años esperando su regreso; tejiendo y destejiendo los sueños de un héroe hasta sentir esa tarde, con la caída del sol, que el mito se derrumbaba. Quizá no debió sacrificarse a una leyenda.
Descosió con cuidado su corazón y partió hacia su propia Ítaca, dispuesta a olvidar su tragedia.
Descosió con cuidado su corazón y partió hacia su propia Ítaca, dispuesta a olvidar su tragedia.
Narras la historia de Penelope pero yo creo que aplicada en una protagonista de hoy en día, que se cansa de esperar y decide volver a vivir.
ResponderEliminarBuen relato Flor, me ha gustado.
Besos.
Tal vez aún nos siguen educando para esperar sentadas a nuestro héroe. Pero, afortunadamente, creo que los tiempos están cambiando y ya somos capaces de encontrar nuestra propia Ítaca sin tardar tanto.
ResponderEliminarPrecioso, Flor.
Más vale tarde que nunca. Celebro que la protagonista de tu micro decidiera dar ese paso y eligiera, ya libre de ataduras, comenzar una nueva vida. Me ha gustado, Flor.
ResponderEliminarEl mito se derrumbó, pero supo apartarse a tiempo para que no la aplastase con su caída. Seguro que ahora disfruta de la belleza de la isla griega.
ResponderEliminarSaludos, Flor
La primera obediencia debe ser hacia uno mismo. Tanto esperar le ha dejado claro a esta mujer que para ser feliz se basta ella misma.
ResponderEliminarSaludos.
Flor, es lo que pasa cuando uno lo da todo a una persona y cuando el mito cae su mundo se derrumba. Hace muy bien de seguir su camino en busca de sus propios sueños.
ResponderEliminarBuen relato.
Besos
Me encanta la frase; "Descosió con cuidado su corazón", eso dice mucho de ella, aunque haya esperado tantos años va dispuesta a encontrar lo que le corresponde.
ResponderEliminarUn beso Flor.
Malu.
Qué bonito lo has contado, Flor. Me ha encantado. Un beso.
ResponderEliminarRememorar a los clásicos siempre es digno de interés. Hacer una lectura diferente, a la vez que posible, es otro valor añadido.
ResponderEliminarUn saludo, Flor
Derribar mitos es lo que se debería hacer siempre. Tu relato, Flor, trata precisamente de uno de ellos: la espera paciente e injusta. Menos mal que tu protagonista tomó una decisión drástica y acertada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
María José
El momento de la liberación llega cuando somos capaces de desandar lo andado, reconocer nuestro error y reiniciar un nuevo tejido de ilusiones. Pura poética de la vida. Buena suerte para tu prota y para ti. Felicidades.
ResponderEliminarBuena revisión del mito de Penélope, Flor, dándole la vuelta, como mandan los cánones del microrrelato y tejiéndolo con un hilo reivindicatorio y muy elegante.
ResponderEliminar¡Bien hecho!