Ocupado
Tan absorto en su propio mundo, en sus problemas, no vio cómo caía aquella mujer al vacío. "Habría podido salvarla y no hice nada. Otro problema más en mi lista de problemas", pensó, observando asomado desde la barandilla del puente el cuerpo destrozado.
Luego tampoco hizo nada. Estaba tan ocupado...
Luego tampoco hizo nada. Estaba tan ocupado...
Hay personas demasiado centradas en si mismas, que piensan que su mundo es el único posible, que no permiten que nada entre en él ni les mueva un milímetro de su particular hoja de ruta. Incapaces de interactuar, de ponerse en el lugar de otro, Demasiado perezosas, cobardes y egoístas para la actividad, algo que, irónicamente, enmascaran diciendo que hacen muchas cosas. Al final, de tanto repetirlo, acaban por creerse su propio artificio. Todos somos complicados, pero algunos resultan imposibles.
ResponderEliminarUn saludo, Rosa María
Buenas Tardes Angel. Siento una respuesta tan tardía, tan solo provocada por motivos técnicos.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos
Ocupado en sí mismo, incapaz de empatizar con nada, ni con nadie. Perezoso y negativo por naturaleza, que para él todo son problemas pero no hace nada por solucionarlo.
ResponderEliminarDefinitivamente tu personaje es detestable.
Un beso Rosa María.
Malu.
Buenas Tardes Malu. Siento una respuesta tan tardía. Pero en la españa profunda donde me encuentro en la actualidad la conexión es nula.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos
Rosa María tu protagonista está "tan ocupado" que no hace nada ni antes, ni durante ni después, queda impasible, como si hubiese visto caer una maceta igual.
ResponderEliminarBuen micro Rosa María.
Besos.
Dicen que hay que priorizar lo importante sobre lo urgente y esta persona no lo ha hecho.
ResponderEliminarBuen relato, Rosa María.
Saludos.
Rosa María, tu protagonista "ocupado" representa perfectamente la indiferencia que existe en la sociedad actual hacia lo que les ocurra a los demás. Hay personas que siempre encuentran una excusa para no mover un dedo por los demás, a veces incluso ni por ellos mismos.
ResponderEliminarBuen relato.
Enhorabuena.
Besos
Cuando alguien está demasiado ocupado consigo mismo, todo lo que tiene de bueno se pierde. Todos debemos querernos, sin duda, pero el ser indiferente a los demás nos hace seres viles. Buen relato.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
María José
Es verdad que siempre nos buscamos justificaciones para nuestra apatía y nuestra desidia, aunque veamos que el mundo se derrumba a nuestro alrededor por estas causas. Un besito.
ResponderEliminarOcupado mirándose su propio ombligo. Una manera muy acertada de reflejarlo, Rosa, felicidades. Un saludo.
ResponderEliminarAmoralidad, falta de compromiso, indiferencia, cinismo... Vaya perla está hecho tu ocupadísmo hombre, Rosa María.
ResponderEliminarMil gracias a todos. Me cuesta enviar contestaciones Casi no tengo cobertura.
ResponderEliminarGracias