Recuerdos del futuro

No sé si voy o vengo desde que me presenté como voluntario para el estudio de la demencia. Con cada nuevo avance que ellos realizan, yo doy un paso hacia atrás. Los he denunciado por hacerme sentir como un cangrejo. ¡He perdido el juicio! Y ha quedado visto para sentencia.
Escrito por Margarita del Brezo - Twitter

46 comentarios :

  1. Los experimentos con gaseosa, que luego nunca se sabe lo que pasa. Me ha encantado este recorrido hacia la locura en 50 palabras. Todo bien enlazado hasta la camisa de fuerza. Muchos besos, Margarita.

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    1. Debía de tener tantas burbujas esta gaseosa que me he intoxicado con los gases. Y aquí estoy, bordando sendas sirenas en los puños de la camisa, ¡a la fuerza!
      Un beso grande y agradecido, Belén.

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  2. Estos estudios de la demencia le han hecho perder totalmente el juicio a tu protagonista, ese saber si va o viene da una idea de su situación. Me encanta el título, ese recordar el futuro es genial, un viaje en el tiempo de una mente quebrada.
    Buen relato Margarita.
    Besos cuerdos.

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    1. Qué bien me viene esa cordura de tus besos para alegarla en mi defensa, y es que el juicio tiene muy mala pinta.
      Y aunque no me dejo ver mucho últimamente, no olvido todo el pasado que tenemos por delante, Javier.
      Muchas gracias y muchos besos.

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  3. Los experimentos con la mente del protagonista han resultado fatales para él. Desorientado en el tiempo y con todas las de perder.
    Genial juego temporal, Margarita. Besos.

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    1. Con la mente no se juega salvo que tengas la seguridad de que vas a salir ganando, pero la mía es tan frágil que no me resisto a apostar, y en esta ocasión he perdido hasta la brújula.
      ¡Gracias, Carmen!
      Un beso.

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  4. Se veía venir, pero me agrada mucho ver que estás en el buen camino. Presentarte voluntariamente fue una buena decisión, ahora sólo tienes que hacer caso a lo que te dice ese señor de la bata blanca. Este ha sido un pequeño paso de tu locura, pero no has retrocedido. Al reves, has subido 50 peldaños de golpe.
    ¡Besos, Marga!

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    1. Un pequeño paso para la locura, un gran paso para alucinar.
      Ya sabía yo que tú presentías algo, Patricia, porque he encontrado un par de plumas, no sé si cuando iba o cuando venía.
      No veas esos 50 peldaños de golpe, ¡qué daño!
      Besos y gracias, ay.

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  5. Margarita, una vez más nos haces cómplices de tu locura, recordando el futuro y perdiendo el juicio contigo.
    La sentencia seguro que es muy favorable para este 50 palabras.
    Ya nos veremos, tanto si vas como si vienes...
    Besos

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    1. Te aseguro que intento disimular, Pilar, pero este pequeño ramalazo esquizofrénico se me escapa de vez en cuando y entonces pierdo el juicio, los papeles y algún amigo. Pocos son tan benevolentes con sus sentencias como tú, así que estoy doblemente agradecida.
      Y sí, seguro que nos vemos porque tu generosidad siempre está atenta.
      Besos

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  6. Menudo berenjenal tiene el pobre, claro que no menos que el que me has dejado ahora a mí. Espero que no tenga consecuencias, que lo mismo hasta te denuncio, jajaja. Un micro con tu sello de genialidad. Felicidades y un besote.

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    1. Jajaja. No intentes entenderme porque esa es una causa perdida, y pienso alegarlo en el juicio si me denuncias. Prometo no explicarte nada si me llevas tabaco a la casa de reposo ;)
      Un placer charlar y reírme contigo, Matrioska.
      Un beso grande.

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  7. Cuando los pocos cuerdos vuelven locos a los locos cuerdos, el mundo está empezando a necesitar una dosis triple de locura, como la que nos planteas en este andar y desandar del cangrejo sentenciado.Genuino. Saludos.

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    1. Pues sí, Manuel; al menos yo necesito desmelenarme de vez en cuando para no perder el precario equilibrio en que me mantengo. Las sentencias..., las sentencias son para nota.
      Un montón de gracias, genuinas todas.
      Saludos

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  8. Tu protagonista ha sido muy valiente por hacer de conejillo de indias, su valor y sacrificio ayudará a otros, por lo que merece dejar de caminar hacia atrás como un crustáceo. Espero que recupere el norte del tiempo presente que, en este momento, para él o ella se ha vuelto futuro, aunque es de temer que esa pérdida de juicio no lo sea sólo en términos jurídicos.
    Divertido y con segundos sentidos bien llevados, marca de la casa.
    Un abrazo, Margarita

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    1. No sé si muy valiente o muy imprudente, Ángel; o quizá es que estaba harto de caminar siempre buscando el norte, con el frío que debe de hacer allí arriba. Pero todos conocemos ya tu bondad a estas alturas, ¡y algunos en vivo y en directo!, y no nos resulta extraño que busques el lado positivo tanto de lo que va como de lo que viene o de lo que está por llegar.
      Y si hablamos de sentidos, me encanta vivirlos en primera persona y darles, siempre que puedo y me dejan, una segunda oportunidad.
      Un cálido abrazo y mil gracias.

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  9. Para ciertos trabajos profesionales en psicología y psiquiatría, conviene (antes era obligatorio), pasar previo psicoanálisis para poder ser lo más aséptico posible y evitar contaminaciones conductuales.
    Creo que tu protagonista, se saltó ese paso y su dedicación le está pasando una cara factura.
    Buen relato señorita Margaret. Enhorabuena y suerte.
    Un beso.

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    1. Algo me suena eso del psicoanálisis, pero desde que a los divanes les llaman "chaise longue", el inconsciente colectivo es cada vez más individual, los sueños ya no se interpretan, se duermen, y la contaminación conductual es una causa directa de la mala combustión de los carburantes. En fin, para dar saltos de alegría y coleccionar facturas impagadas.
      A sus pies, señor Moreno.
      Un beso

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  10. Javier Palanca18/7/16, 22:15

    Es que demostrar que uno no estaba ya un poco más que "pallá" no es fácil. Pobrecico, dos juicios perdidos. Y ahí está lo interesante del micro según mi humilde entender.
    Enhorabuena y abrazos.

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    1. Me parto con tu comentario, Javier, y qué adentro me ha llegado ese "pobrecico".
      A ver si ahora no pierde la vista porque no me lo quiero ni imaginar con el bastón "pallá" y "pacá".
      Gracias por hacerme reír.
      Abrazos

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  11. Vaya de entrada que el título del microcuento me recuerda al libro que tituló de igual forma Erich vön Daniken, aquel que veía extraterrestes por todos los lados –que no digo yo que no tuviese razón, yo cada día veo unos cuantos, sobre todo por televisión y no en ninguna serie de ciencia ficción, y me han salido tres rimas seguidas en on, collons-, lo cierto es que hubo una época en que leí los libros de ese buen señor con delectación pues –aparte de sus tesis- eran muy amenos, le daban mucho pasto a la fantasía y te descubrían sitios de los que no habías oído hablar.
    No sé si ese voluntario de tu microcuento es Rajoy, lo digo por lo de que no sabe si va o viene. En fin, que si lo interpreto en clave política -y eso, en España, y un 18 de julio puede ser de lo más peligroso- me puede salir cualquier cosa.
    Así que vayámonos por otros derroteros. Como decían en el servicio militar, voluntario ni para comer, así que el protagonista ya ha empezado con mal pie. Por otra parte, creo que es peyorativo lo de meterse con los pobres cangrejos achacándoles que van para atrás, pues, de entrada, los hay que van de lado, como si pasasen de todo, y los que van para atrás lo hacen cuando se ven en peligro, así que a ver si los que van a ir para atrás sin justificación alguna van a ser ciertos animales de dos patas.
    Lo de perder el juicio, supongo que ha sido por partida doble, así que, puestos en esa tesitura, todo lo que diga el protagonista no tiene mucha credibilidad, pues no sé qué tal estará de mente.
    Resumiendo, que visto para sentencia, queda un chispeante microcuento a los que normalmente nos tienes acostumbrados, doña Margarita. Saludos cordiales.

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    1. Señor Angulo: hace usted unos comentarios tan ricos y prolijos que me dan ganas de salir corriendo bien lejos y, cual avestruz, esconder la cabeza y las manos en un agujero, la primera para que no se vea el rubor que me produce mi tamaña ignorancia, y las segundas con el fin de evitar la tentación de volver a ponerlas sobre un teclado y escribir a la buena de Dios lo primero que salga. Y de sus conversaciones con Vicente Varas, ya ni comento. Y con Pablo, tampoco.
      En fin, que no sé si voy o vengo porque la envidia me nubla la razón, la visión y mi sentido de la orientación. Y con esto ya he igualado su capacidad "versatoria" o "rimera". Es lo que tiene el "on", en cuanto uno se descuida se activa y te juega una mala pasada, al contrario que el "off", tan quedo, discreto e introvertido y tan amigo de Miguel Strogoff.

      El 18 de julio es un día importante para mí porque tuve un hijo hace años y mi familia política se puso muy contenta. Y aquí me voy a parar porque como me ponga a hablar de mi niño...

      Como puede observar, mi juicio está también en un estado lamentable, y si aún no se me puede diagnosticas como demente es porque de vez en cuando doy algún paso hacia atrás, y alguno de lado, sobre todo cuando bailo. Pero créame cuando le digo que siento una gran admiración hacia usted por toda esa sabiduría que tan generosamente comparte con nosotros.

      Y ya termino, como no podía ser de otro modo, agradeciendo su tiempo y dedicación y poniéndome de pie para enviarle un cordial saludo.

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  12. Le aconsejo a tu protagonista que viva el momento, «Carpe diem», o como reza el epitafio de Epicuro, el filósofo de El Jardín: «No era, he sido, no soy, no me importa». El presente, aunque inasible, poco se preocupa de la dirección temporal.
    Vaya, Margarita, a este paso los que vamos a quedar flojos de tornillos somos nosotros de tanto aplaudirte. Sigue así.
    Te mando recuerdos. ;)

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    1. Querido Vicente: como le he comentado a Enrique Angulo, sois, eres una fuente inagotable de sabiduría y siempre tienes la película, la música, el director, un personaje, una cita, un hecho que puedes asociar con lo que escribimos. Y así da gusto, porque además de poder charlar un ratito contigo, aprendo y disfruto.

      Mira, para el problema de la flojera de tornillos sí conozco yo el remedio: un destonillador de estrella ;)
      Yo sigo, Vicente, te lo prometo, lo que ya no sé es en qué dirección.
      Un abrazo transoceánico.

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  13. Me gusta mucho este relato con un desarrollo impecable que muestra con humor un original camino a la alienación. ¡Qué aburrido sería todo sin un poco de refrescante locura!
    Un cordial saludo, Margarita.

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    1. Me alegra leerte, Georges, y que tu sentencia sea tan efervescente y refrescante. Es de lo más reconstituyente y depurativa en estos días largos y estivales.
      Mil gracias y un cálido saludo.

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  14. Qué buenas tus letras, qué buenos tus cuentos. Magnífica locura. Me encanta amiga. Besitos

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    1. Si no fuera por el proceso catártico de la escritura, creo que ya tendría que haber solicitado tus servicios. Aunque tus palabras siempre agradables y acompañadas de esa gran sonrisa son una buena terapia para aguantar un poquito más.
      ¡Gracias, Carmen!
      Un beso grande.

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  15. Ese final con un sentido doble remata otro gran micro. Se me acaban los adjetivos contigo, Margarita. Excelente a el de las cobayas humanas y, en este caso, para colmo parece que el sacrificio no va a servir para nada. Esperemos que la industria farmacéutica, cada vez con menos ética, no de unos millones a algún inspector de Sanidad corrupto y convierta en cangrejos a pacientes confiados en una cita inexistente.
    Enhorabuena.
    Un beso.
    Pablo

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    1. Mi querido Pablo: antes de tirar la toalla vamos a esperar el fallo de la sentencia, que igual nos sorprende y la necesitamos para secarnos el sudor, para tumbarnos en la playa, para hacernos un turbante, para hacer un paracaídas, limpiar un parabrisas o..., "parafraseándote", para parar parásitos parapetados en paraísos paralelos.
      Creo que yo también acabo de perder el juicio, o quizá sufro de paramnesia, no sé, pero antes de quedarme paralizada o volverme paranoica, te mando un beso grande y un montón de gracias.

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  16. Oy, oy, oy... yo no sé si voy o vengo o dejo de venir. Me uno a la locura de tu protagonista, hagamos de esto una locura colectiva y celebremos este excelente micro que lleva sello del Brezo con brillos y laureles.
    Excelente, querida.
    Un beso enorme.
    Malu.

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    1. Ni tanto que locura colectiva, Malu: somos varios ya los que hemos perdido el norte. Y digo yo, si somos tantos los desorientados, por una simple cuestión de estadística, a lo mejor es que han cambiado el norte de sitio, ¡y sin avisar!, y así es imposible ubicarse y ya ni te cuento encontrar el sentido de la marcha. Pero si estamos juntas, algo se nos ocurrirá seguro. De momento, me apunto a la celebración y después... ;)
      ¡Salud! y un gran beso.

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  17. Es lo que tiene empatizar, que a veces se pone una tanto en los zapatos del otro, que se olvida hasta del número que calza. Muy bueno! Un besito.

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    1. Sí, y además te salen sabañones. Lo mejor es empatizar con cabeza, y dejar los pies quietos salvo que vayas a bailar.
      Muchas gracias, María José. Un beso.

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  18. Supongo que tu protagonista ya estaba mal al presentarse voluntario al estudio de la demencia. Habrá perdido el juicio, pero recordando el futuro tiene el idem más que asegurado. Muy ingenioso y divertido, Margarita. Un abrazo.

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    1. No sabría darte un veredicto de su estado, Juana, pero parece que vive atormentado por su futuro y que no acaba de encontrar su sitio en el pasado. Uff, tiene un presente poco prometedor, no quisiera yo verme en su caparazón.
      Gracias, Juana. Un abrazo.

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  19. Carmen Hinojal21/7/16, 9:35

    Margarita, bien encauzado, con su pizca de humor, divertido y chispeante, como los experimentos con gaseosa...je, je. Y que nos dice que nunca los experimentos de este tipo, o de otro, en el ambito mental, pueden desarrollarse con un cierto éxito.Me ha gustado, y el final es insuperable. Muchos besos.

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    1. Siempre había pensado que los tiempos verbales eran simples y lineales, - antes, ahora y después -, pero parece que si los metes en un laboratorio para experimentar con ellos saltan chispas y se salen de cauce, y de probetas, y acaban anegando irremisible-mente al que encuentran a su paso.
      No sé tú, pero yo me quedo con el presente simple.
      Muchas gracias y muchos besos.

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  20. La historia de la medicina está llena de luces y sombras, y ojalá todos los experimentos con pacientes hubiesen sido hechos con el conocimiento y el consentimiento de estos. Tu relato me ha hecho recordar uno (mucho peor) que yo hice sobre una tal Emma Eckstein y el nefasto y experimental tratamiento al que fue sometida por los doctores Sigmund Freud y Wilhelm Fliess.
    Por supuesto, aparte de contar una interesante e ingeniosa historia, tu relato está impregnado de esa genialidad inseparable de todo cuanto escribes y rematado de manera redonda. Como es natural, el título tampoco escapa de ella.
    Un abrazo, Margarita.

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    1. Afortunadamente, hemos evolucionado mucho desde ese "reflejo de neurosis nasal" gracias a todas las luces de la historia de la medicina y de las personas que se afanan en eliminar sus sombras. Pero ciertamente es aterrador leer y ver, con todo lo que sabemos ahora, esos "experimentos" que ocurrieron no hace tanto tiempo; las series The Knick o Master Sex, por poner solo un par de ejemplos, son buena muestra de ello.

      Por lo demás, solo puedo agradecer tu comentario y embadurnarme con la "genialidad" que escribes en él. Me he puesto tan oronda que estoy rodando de alegría, ¡gracias!
      Un abrazo, Enrique

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  21. Mar, siempre es divertido leer uno de tus cuentos locos. A mí me recuerda un poemita que escribí hace mucho tiempo titulado Cangrejo veloz: Hacia atrás, hacia atrás, el mundo va tan rápido que antes llegaremos hacia atrás. En fin que no sé si voy o vengo pero como dice la canción por el camino yo me entretengo.
    Un beso.

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    1. Tengo la sensación, Pepe, (y lo digo muy bajito porque es solo una sensación) de que tú no tienes problemas para entretenerte. Por supuesto, esta afirmación es consecuencia de lo que te leo por aquí: "divertido y loco". Me vas a perdonar, pero es que los calificativos que me has puesto te sientan que ni pintados, así que los corto y pego sin más trámites mentales. Y a esos dos adjetivos, en tu caso, hay que añadir un tercero: inteligente.
      Y esta es mi sentencia. Mira por donde, igual acabo de encontrar el juicio.
      Un beso

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  22. El juego de palabras y el doble sentido deshacen sus nudos y fluyen entre los renglones de tus párrafos directos a un punto final que nos espera con la cómplice sacudida de quien ha disfrutado del recorrido.
    Tu relato oscila, zarandea y finalmente nos agita en un final que rompe contra las rocas tras una deriva en el vaivén de un océano experimental.
    Frases precisas dando forma a una magnífica historia como sólo tú eres capaz de hacerlo.
    Un gran relato, Margarita. Enhorabuena.
    Un beso grande. Un beso, grande.

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    1. Ay, Antonio, con tus comentarios es tan fácil perder el juicio... y lo peor de todo es que ni ganas que tengo de encontrarlo.
      No me queda otra que convertirme en sirena para zambullirme en las olas de ese bello océano que has dibujado con tus palabras y bailar bajo el maaar, bajooo el maaaarrr, y vivir contenta entre burbujas con el cangrejo Sebastián. Y quién sabe, quizá escribir a partir de ahora en un papel con marcas de agua sin importarme demasiado el pasado que está por llegar.
      ¡Gracias!
      Un beso grande y salado.
      ¿Bailas? https://www.youtube.com/watch?v=LLGz_FIwPBY

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  23. Qué angustia la de tu protagonista, Margarita, aunque ese ir y venir, ese no saber si vienes o si vas, ese avanzar yendo para atrás es también una constante de nuestros días, en los que la vida parece un baile de salón: "Un, dos, tres, un pasito pa'lante, María. Un, dos, tres, dos pasitos pa'tras..." .
    Besos, princesa de las flores.

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    1. :)) Estamos de lo más bailongos, con lo que a mí me gusta. Estaría muy bien que los pasos pa'tras fuesen solo al compás de la música y bien agarrados con nuestra pareja de baile. Que no sea por no intentarlo, y si hay que ir a clase para no perder el ritmo, pues... ¡vamos!
      No se lo digas a nadie, empecé siendo la reina de las flores, pero con tanto pasito hacia atrás ya estoy en el cuento de Cenicienta a punto de comerme una calabaza revenida.
      Besos floridos.
      P.D. Por cierto, Carles, además de escribir bien, cantas muy afinado, ¡eres un lujo!

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