Tras el cristal
Algo le impide acercarse a ellas. Tras el cristal del escaparate las ve pasar. Ninguna repara en él.
Sonríe mientras acaricia maniquíes. Adora su tacto, el olor de su piel, su pelo y su cuerpo troceado.
Sabe que algún día será con ellas... y entonces se relame estremeciéndose de placer.
Escrito por Pilar Alejos Martínez - Twitter
Sonríe mientras acaricia maniquíes. Adora su tacto, el olor de su piel, su pelo y su cuerpo troceado.
Sabe que algún día será con ellas... y entonces se relame estremeciéndose de placer.
Este individuo que está tras el cristal da muy malas vibraciones, ese "algún día será con ellas" mientras manosea maniquíes troceados y se relame de placer, da la impresión de ocultar un sádico o asesino en su interior. Creo que deberían encerrarlo allí, tras el cristal.
ResponderEliminarPilar un micro muy conseguido, muy fotográfico, nos haces ver el escaparate y a tu protagonista. Me ha gustado mucho.
Besos.
Javier, la verdad es que este es de los peores.
EliminarEspero que alguien le pare los pies.
Muchas gracias. Cuanto me alegro que se perciba lo que he querido expresar con mi micro.
Besos mil
¡Pero qué estragos está haciendo el caloret! Tú, que eres la dulzura personificada, en el lado oscuro... ¡Bienvenida! Y con un micro espectacular. Espero que el jurado de este mes espabile para no dejar sin lugar en la final esta maravilla. Sí, ya sé, Álex... Ya me meto yo misma en la celda de castigo...
ResponderEliminarUn abrazo, Pilar.
Jajaja! Patricia es que el Lado Oscuro tiene una fuerte atracción y no me he podido resistir.
EliminarNo te preocupes Patricia que la fuerza nos acompaña. Hazme un sitio en la celda, que seguro que se estará fresquito.
Muchas gracias.
Besos mil
¡Juas, juas! Inmóvil me quedo yo... y me alegra que haya algo que le impide acercarse a ellas y ojalá no pueda hacerlo nunca.
ResponderEliminarSubrayo las mismas frases que Javier, son para enmarcar. Nos has descrito a un sádico en toda regla.
Enhorabuena querida Pilar, te has pasado al lado oscuro brillando como la que más.
Un beso grande.
Malu.
Malú, la primera sorpresa agradable del día ha sido poder publicar el mismo día que tú. Hoy juntas hemos agitado al personal, espero que puedan dormir esta noche! Jajaja
EliminarEspero que mi protagonista no se alíe con el de tu micro y nos den la noche.
Gracias Malú.
Besos mil
Escalofriante micro, Pilar. Más vale que el protagonista no atraviese el cristal. La relación con los maniquíes ya es espeluznante. Lo que pueda ser algún día con mujeres lo has dejado bien sugerido.
ResponderEliminarToda una sorpresa encontrarte en este género. Muy bien contado. Enhorabuena, amiga.
Besos.
Carmen, tal y como dice Patricia, la culpa la tiene este caloret que tenemos en nuestra tierra. Me ha sacado mi lado perverso...
EliminarMil gracias amiga por tu comentario. Veo que os ha llegado bien el mensaje que yo quería transmitir.
Besos mil
Un dependiente nada de fiar. Mejor no entrar en esa tienda y, mejor todavía, no dejarle salir, no sea que confunda maniquíes con personas, que en modo alguno son desmontables.
ResponderEliminarMuy logrado este trabajador-psicópata, Pilar. Un abrazo
Ángel, cuanta razon tienes. Mejor permanecer alejados de alguién así. A veces no sabemos a quién tenemos cerca...
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Felicidades por ser ganador de nuevo. Muy merecido.
Besos mil
Retrato de un psicópata. Tres párrafos para describir magistralmente las fases graduales por las que irá pasando...a este le falta poco para salir en los telediarios.
ResponderEliminarCon delicadeza trazas el perfil de un ser ambiguo que nos llena de inquietud. Mentes, almas enfermas en individuos anónimos que trabajan ahí mismo, a nuestro lado. Para echarse a temblar!!!
Enhorabuena. Un abrazo
Manuel, no puedo expresarlo mejor que como lo has hecho tú.
EliminarMe alegro tanto de que os haya llegado ese sentimiento que he puesto al escribirlo.
Muchas gracias por pasar y por tu comentario.
Besos mil
Uy!!! Qué dosis de Hitchcock, genial Pilar!! Por si acaso cruzo de cera jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Leire, yo haré lo mismo, por si acaso...
EliminarMuchas gracias amiga por tu comentario y hoy no apagues la luz!
Besos mil
No sé yo si todas las parafilias estén unidas a un trastorno mental, Pilar. Lo que sí es evidente es que el comportamiento de tu protagonista es, por lo menos, extravagante. Psicópata o no, has creado un personaje que está enfermo de soledad.
ResponderEliminarNos has lanzado un anzuelo fascinante y muy original, Pilar. Al menos yo, he mordido sin chistar.
Un abrazo.
Vicente, la verdad es que el protagonista sufre de soledad, pero es una mente enferma y por eso su comportamiento es enfermizo. El problema es que el día menos pensado nos va a dar un buen disgusto si no se da nadie cuenta de sus intenciones...
EliminarMuchas gracias por tu comentario y por seguirme el juego.
Besos mil
¡Vaya, Pilar, qué cambio de registro tan brutal y logrado!
ResponderEliminarNo hay duda de que está bien escrito porque es imposible no estremecerse, aunque no de placer precisamente.
¡Enhorabuena!
Un beso grande.
Margarita, has visto? Hoy no traigo sonrisas, pero siempre intento que mis micros os hagan sentir, os ericen la piel.
EliminarAhora que he probado el lado oscuro... a ver como vuelvo...
Muchas gracias Margarita por tu comenrario, amiga!
Besos mil.
Este terrible psicópata parece ser, en su origen, como tantos otros, un hombre que no ha sabido, o no ha tenido oportunidad de relacionarse de una manera "normal" con las mujeres... Miedo me daría pasar ante su escaparate. Buen relato, Pilar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
María José
Maria José, psicópatas como este lo peor es que permanecen escondiendo sus intenciones, hasta que actúan de forma inesperada.
ResponderEliminarSe mantienen latentes...
Muchas gracias por tu comentario.
Besos mil.
Vaya Pilar, me has puesto con el alma en vilo. Un simpático y servicial dependiente que tiene la cabeza como un hervidero de planes macabros. Interesante la descripción del ambiente, interesante el planteamiento y la forma de definir la mente del psicópata. Me ha gustado mucho. Abrazos.
ResponderEliminarAy Carmen, muchas gracias por tu comentario. Todavía tiemblo de pensar en esa mirada...
ResponderEliminarBesos mil.
Turbador personaje que sitúas en un escenario en el que inviertes su función de escaparate por el de puesto de observación, donde parece ensayar su demencia estableciendo una macabra relación entre lo que toca y lo que ve.
ResponderEliminarElementos inquietantes como los maniquies y la psicopatía están perfectamente dosificados para, con pocas palabras, crear una atmósfera ciertamente aterradora.
Muy buen relato, Pilar. Enhorabuena.
Un abrazo.
Antonio, agradezco lo bien que has descrito el contenido de mi micro y tu buena valoración. Me encanta leer tanto tus micros como tus comentarios. Gracias de corazón.
EliminarBesos mil
¡Qué micro bien logrado, Pilar! Lo venía leyendo pensando que se trataba de un joven tímido, pero el adjetivo “troceado”, raramente utilizado para un maniquí, me alertó de que la cosa no era tan simple.
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato y por la genialidad de encontrar la palabra justa para cambiar totalmente la historia.
Besos.
Georges, agradezco mucho tu comentario y tu valoración positiva. A veces es tan difícil encontrar las palabras justas y adecuadas...
EliminarBesos mil
Hola, ¿qué tal? soy la otra cara de la moneda. Yo prefiero pensar en un tímido adolescente que observa la vida a través del cristal. Un día será con ellas, pero sus cuerpos no serán de plástico, sino de piel cálida. Su olor no será artificial, sino vivo y vibrante. Y sus brazos no estarán troceados para poder articularse, serán flexibles y le abrazarán con amor. Un besito.
ResponderEliminarMaría José, todo un detalle que tu interpretación del micro sea tan bonita. No era mi intención al escribirlo, pero me gusta... gracias!
EliminarBesos mil
Nos muestras, mediante una escena inofensiva y cotidiana, los monstruos que habitan tras los cristales pasando desapercibidos. Gran micro, Pilar, felicidades. Muchos besos.
ResponderEliminarMatrioska, a veces los mayores monstruos son los que más pasan desapercibidos. Gracias por valorarme tan bien.
EliminarBesos mil
Pilar, tu microcuento me ha recordado una preciosa canción de Serrat titulada De cartón piedra, en la que un individuo se enamora de una maniquí que está tras un escaparate, y acaba rompiendo ese escaparate para llevársela a su casa donde vive con ella una bella historia de amor, según él, para luego acabar en la cárcel.
ResponderEliminarPero el protagonista de tu historia nada tiene que ver con ese soñador, por el contrario, deduzco que es un individuo siniestro en cuyo interior se están cociendo no sé qué clase de horrores.
Quizá es uno de los dependientes de la tienda, uno de esos tipos raros que todos hemos conocido en el trabajo, en el barrio, en la vida, personas extrañas de las que no llegamos a saber qué piensan ni cómo son. Por suerte, la inmensa mayoría no acaban siendo asesinos en serie, pero algunos sí se convierten en suicidas, o acaban cometiendo algún delito, he conocido varios casos. ¡Es algo tan inextricable la mente humana!
En fin, espero que el individuo en cuestión dé un paso en falso y sea desenmascarado antes de que le haga un daño irreparable a alguna mujer y destroce las vidas de sus seres queridos.
Este es un tema de larga reflexión, pues no sé si nuestras sociedades avanzadas –esto con todos las matizaciones pertinentes- se protegen bien de estos individuos o, por el contrario, pecan de ingenuas e indolentes.
Mi enhorabuena por la historia y un abrazo.
Enrique, espero que a este psicópata lo detengan a tiempo y no puedq hacer realidad sus sueños.
EliminarMuchas gracias Enrique por tu acertado comentario.
Besos mil
El eterno convivir con asesinos y psicópatas sin reparar en ellos... Da miedo sentirlo así tras el cristal. Muy bien contado. Un abrazo grande amiga.
ResponderEliminarCarmen, cuanta razón tienes! Se esconden entre nosotros y son imposibles de detectar hasta que entran en acción. Luego nos sorprendemos al saber que no era como pensábamos.
EliminarMuchísimas gracias amiga por tu comentario.
Besos mil
Ufff, qué peligro de persona. A veces tenemos la sensación errónea de que estos tipos solo habitan la ficción literaria y cinematográfica, pero hay más de uno y más de dos por ahí sueltos, saludándonos al salir del ascensor, por ejemplo.
ResponderEliminarMagnífico relato, Pilar. Contado estupendamente.
Un abrazo.
Enrique, eso es lo inquietante, parecen personas tranquilas y actúan con normalidad, pero no sabemos que bulle dentro de sus cabezas y el día menos pensado sacan la bestia que llevan dentro.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu valoración y por dedicar unos minutos a comentarme.
Besos
Esto de adora cuerpos troceados se aleja un poco de los cánones sociales estandard, a no ser que uno sea carnicero, que no parece que sea el caso, así que mejor que se quede tras el cristal, sí.
ResponderEliminarInquietante el retrato que no has dejado este mes, Pilar.
Saludos cordiales.
Carles, esa es la palabra clave junto con la última frase para conocer las oscuras intenciones del protagonista. Yo también deseo que nunca cruce esa frontera del cristal.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos
Un psicópata de esos que pasan desapercibidos, y trocean cuerpos a los que adoran en secreto. Con lo que me gustan... ( leerlos,claro...) Pilar has hecho que me estremezca yo también de placer, jejejeje Me encantan las mentes perturbadas, debo ser una morbosa. ¿que le puedo hacer?
ResponderEliminarun saludo,
Raquel, cuanto me alegro de lograr que pases un buen rato con mi micro. La verdad es que a veces las pelis con estos psicópatas son muy emocionantes para ver.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos
Joder, Pilar, este se mi había pasado. Me ha entrado un escalofrío por la espalda tremendo al terminar de leerlo. Brutal. Que peligro tiene el señor y, lo peor de todo, como ya te han apuntado, es que hay gente así suelta por ahí.
ResponderEliminarExtraordinaria tu puesta en escena y la forma de llegar a ese final escalofriante, con la sonrisa perversa de ese pervertido.
De diez. Me ha encantado.
Un beso enorme.
Pablo.
Pablo, espero que después de leer mi micro puedas dormir tranquilo...
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos.
Madre mía, Pilar, vaya tipejo se ha colado en tu relato este mes! Espero que lo pesquen antes de que haga nada irreparable.
ResponderEliminarNos transmites un repelús... Eso de acariciar maniquíes y adorar cuerpos troceados... Uff, qué bien logrado!
Un beso.
Carm.
M. Carme, hay que tener los ojos bien abiertos. Ojalá los pudiésemos cazar como a los Pokemon, son difíciles de detectar a tiempo.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos