Unternehmen Barbarossa (Cine VI: Bélico)
Su aeronave se desplomó sobre aquel frío territorio. El paracaidista, Otto, deambulaba sin rumbo. Divisó una isba cuasiderruida por alguno de sus misiles.
—Sieg Heil! —escuchó mientras buscaba algo de comida. Sonrió aliviado, era un niño de apenas cinco años.
Agazapado tras el cadáver de su madre, el niño disparó.
Escrito por Raquel Tevas Cisneros
—Sieg Heil! —escuchó mientras buscaba algo de comida. Sonrió aliviado, era un niño de apenas cinco años.
Agazapado tras el cadáver de su madre, el niño disparó.
Me ha tocado buscar por ahí antes de comentarte, pero ha merecido la pena. Supongo que esta escena tan formidablemente contada aparece en la película del mismo nombre que tu relato, o como poco estará inspirada en ella. Aunque la guerra queda reflejada en ella con toda su crudeza, veo que eran los malos los que estaban llevando uno de sus mayores varapalos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Raquel. Tienes verdaderas dotes para construir guiones cinematográficos.
Un abrazo.
Esa escena no aparece que yo sepa, aunque por curiosidad veré la película de los años 60. Aunque si esta inspirada en otras, de corte más "hiperrealista".
EliminarLa verdad es que por ese motivo elegí la operación barba Roja, porque es un punto de inflexión en la segunda guerra mundial, dónde se vuelven las tornas.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo Enrique,
Dentro del drama y aunque nunca hay que alegrarse de ninguna desgracia, queda bien aplicado el dicho de "quien con hierro mata, con hierro muere". Buena escena que bien podría ser el final de un guión.
ResponderEliminarUn abrazo, Raquel y gracias una vez más por compartir esta serie.
Gracias Ángel a ti por leer y comentar.
EliminarPues si, opino como tu sería un buen final, o incluso una impactante entradilla inicial.
Un saludo,
Estupenda elección, Raquel. La Operación Barbarroja es un momento clave de la Segunda Guerra Mundial. Sobre ella tratan muchos libros y películas. Aunque el auge del cine bélico, particularmente el de los años 60 del siglo pasado, por cuestiones de edad se nos escapó a la mayoría; te puedo decir que gracias a mi abuelo y a mi padre disfruté de este tipo de películas con mucha frecuencia. Los nombres de Gregory Peck, Anthony Quinn, John Wayne y demás colosos me traen muchos recuerdos. No sé si este el final de esta serie (ojalá que no), pero cada relato ha estado a la altura.
ResponderEliminarFelicidades, Raquel.
Un abrazo.
Muchas gracias Vicente, pero que majete que eres,pero siento decirte que si es el último. Aunque creo que para el año que viene volveré con más géneros cinematográficos.
EliminarUn abrazo enorme,
Demoledora imagen la que has construido con solo 50 palabras, Raquel; parecen escritas sobre la pantalla de un cine.
ResponderEliminarSaludos
Gracias preciosa.
EliminarUn saludo Margarita
Raquel un relato con un final que impacta y llega muy hondo.
ResponderEliminarEsta imagen de cine bélico es una verdadera película.
Buen relato Raquel, me ha gustado.
Besos
Muchas gracias Javier.
EliminarOtro beso para ti.
Tremendamente visual, escena corta, impactante.
ResponderEliminarMuy buenos ingredientes que nos ofrecen un fantástico micro de cine.
Un abrazo.
Otro Abrazo M Carmen
EliminarEXTERIOR/DÍA. Aunque parece ficción cinematográfica, presentas la cruda realidad de millones de vidas en el planeta. Se hacen presentes los niños soldados utilizados en las contiendas más sangrientas. Con eficacia, resuelves el final de la escena y nos dejas abierto un conflicto irresoluble, pues la violencia, sabemos, que violencia engendra. Enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminarINTERIOR/NOCHE
EliminarMuchas gracias Manuel Bocanegra.
Un saludo
Vaya pedazo de escena. Con la boca abierta me has dejado. Gran dirección por parte de tu pluma. Y grandes actores.
ResponderEliminarMe encantó, Belén.
Un beso.
¡Ohhhh!¡Muchas gracias Pablo! Aunque te hayas confundido y me hayas llamado Belén, me encanta que te haya gustado.
EliminarUn abrazo,
Raquel, coincido con Margarita. Aunque no soy fan del cine bélico sé reconocer una buena escena que te deja sin palabras y esta lo es sin duda.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Besos
Gracias Pilar, lo dejé para último con la esperanza que os dejará un buen sabor de boca. Me alegra que os haya gustado.
EliminarUn beso Pilar,
Impecable micro donde nos sintetizas toda una película con gran maestría. En el primer párrafo nos cuentas todo lo que necesitamos saber hasta ese momento. En el segundo viene la acción en tiempo real con un engañoso alivio de tensión. Y en el tercero, el final tan bien escrito como inesperado y contundente.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Cordiales saludos, Raquel.
Gracias Georges.
EliminarUn abrazo,
Totalmente de acuerdo con el comentario de Georges. Una escena tan bien descrita merece, cuando menos, una nominación a mejor relato del mes. No he tenido oportunidad de leer los anteriores micros de tu saga cinematográfica (he estado ausente de la página unos meses). Voy corriendo a leerlos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Asun, con tu mención a mi nominacion ya me doy por satisfecha.
EliminarUn abrazo guapetona.
Un micro impecable. Cargas de fuerza cada imagen con trazos efectivos que reflejan el monstruoso drama de las guerras y lo culminas todo con un impactante final. Enhorabuena, Raquel. Un beso.
ResponderEliminarGuerra- niños siempre ha sido un binomio con mucha fuerza. Pues los niños son el símbolo de la inocencia por antonomasia, el futuro... Y las guerras son... devastadoras por definición.
EliminarGracias por comentar.
Un abrazo
Raquel es un disparo tan bueno como el relato. Además certero y sin daños colaterales.
ResponderEliminarPocas y efectivas palabras que dicen que a veces es bueno disparar desde la inocencia y por la paz Esa es mi interpret accion, auunque sea una utopia, está bien escrita
a palabra inerpreta accion.
Un beso de los dos
Me gusta tu interpretación. Os mando otro afectuoso beso.
EliminarDe entrada, aplaudir esta iniciativa tuya de microcuentos cinematográficos, casi podrías decir, al menos, literariamente hablando, como Rafael Alberti: “Yo nací -¡respetadme!- con el cine”.
ResponderEliminarLuego, como el alemán no lo hablo, ni siquiera en la intimidad, a la manera de Aznar, pues he tenido que recurrir a Google –cualquiera se levanta de la silla para coger el diccionario- para saber un poco de qué iban esos vocablos teutónicos que has incluido.
Por lo que parece, y como ha apuntado Vicente, la escena se desarrolla durante la llamada Operación Barbarroja, una de las grandes monstruosidades de la Segunda Guerra Mundial, una de esas carnicerías que se han ido sucediendo casi sin respiro en este desdichado planeta a lo largo de los siglos –ojalá que no haya ninguno que se nos parezca en todo el cosmos-, y de las cuales no sé cómo somos capaces de recuperarnos. De lo que no somos capaces es de corregirnos, pues ahí están las miles de calamidades y espantos que suceden a diario en el mundo para corroborar nuestra tenaz persistencia en matarnos los unos a los otros.
En tu microcuento das a entender que en esas terribles circunstancias, como fue la guerra total entre los nazis y sus aliados contra los soviéticos, no hay lugar para la inocencia, y un niño de cinco años, el cual ha perdido a su madre, ha despertado ya al odio y a la venganza y es capaz de disparar un arma contra alguien que es enemigo de su pueblo.
Mis felicitaciones por el microcuento, y un abrazo, Raquel.
Entiendes bien Enrique. La violencia engendra más violencia. Gracias por tu supercomentario. Me ha hecho mucha ilusión leerlo.
ResponderEliminarY si nacimos y vivimos con el cine.
Un abrazo
Tres párrafos, con información precisa. La escena final, impactante.
ResponderEliminarEres una maestra, esta serie te está quedando de cine, querida Raquel.
Te mando un beso grande.
Malu.
Gracias Malu
ResponderEliminarOtro beso grande para ti