Alud de fondo
Aunque las mochilas abrigaban sus espaldas heridas, el frío congelaba sus deseos y se sentían incapaces de combatir el destino elegido. Súbitamente, un estruendo acabó con todo. Sólo un sherpa descendió al campamento para dar aviso.
Entre la nieve hallaron un trozo de bandera. Los expedicionarios nunca alcanzaron la cima.
Escrito por María José Escudero
Entre la nieve hallaron un trozo de bandera. Los expedicionarios nunca alcanzaron la cima.
Un enfrentamiento con la naturaleza, en toda su inclemencia y esplendor. En este caso, solo consigue sobrevivir el sherpa, la persona, sobre el terreno, más acostumbrada a los peligros y rigores de la montaña, a pesar de que , normalmente, los mejores y más modernos equipamientos sirven de atavío a los expedicionarios que lo contratan. Me gusta mucho. Suerte y un saludo.
ResponderEliminarEn ocasiones es muy difícil vencer a la naturaleza, y más en la alta montaña donde las inclemencias meteorológicas son muy traicioneras.
ResponderEliminar01.2 Buen relato,muy fotográfico, un abrazo.
Una tumba blanca... Me recuerda lo que estudié de La Expedición Terra Nova (1910-1913). Hay distintas versiones sobre las causas que contribuyeron al desastre final de la expedición de Scott.
ResponderEliminarLo cuenta bien Mecano en su canción "Héroes de la Antártida".
Buen tema, me ha gustado. Besos.
El montañismo es un deporte arriesgadísimo pero entiendo que estar en lo alto, solamente la naturaleza y tú, debe producir adicción... Lo terrible es cuando acaba en tragedia.
ResponderEliminarBuen relato. Un abrazo.
Alcanzar la cima en una gran montaña produceuna gran satisfacción cuando se consigue tras un gran esfuerzo, pero a veces la traiciona cuando menos se lo esperan. Es un deporte de alto riesgo y eso lo asumen los que lo practican.
ResponderEliminarBien contado
Besos
Esta es la realidad y el peligro con el que juegan los alpinistas, y a pesar de ello es su pasión.
ResponderEliminarSi me permites, haría también una metáfora con la vida y es que nos llevamos buscando un anhelo soñado y, la mayoría de las veces acabamos sepultados por la cruel realidad.
Saludos.
Pablo.
A veces olvidamos la fragilidad de nuestra existencia. Incidentes como el de este relato pueden ser un duro pero certero recordatorio. De cualquier manera, una aventura como esta bien puede valer la pena.
ResponderEliminarSaludos, anónim@.
También yo veo una metáfora con el día a día en tu relato; y es que cuando nuestros deseos se congelan, el alud puede ser mortal.
ResponderEliminarBien contado.
Un saludo
La lucha del ser humano contra la naturaleza, el anhelo de superación y el riesgo. Muy bien contado.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bien relatado. Con el ansia de llegar a la cumbre, deseo muy humnano de conseguir lo imposible, algunos pierden la vida. Es una alegoría,a mi entender, de que hay que estar preparado para los imprevistos y que a veces los imposibles se imponen. Abrazos
ResponderEliminarLa naturaleza a veces se muestra con toda su fuerza, y entonces bien poco podemos hacer. Afortunadamente ocurre pocas veces este final en tragedia, pues van más preparados, pero...
ResponderEliminarEstá bien contado, la frase "el frío congelaba sus deseos" es muy visual.
Un abrazo.
Carme.
Arriesgar la vida por conseguir un sueño, eso lo han hecho miles de individuos a lo largo de la historia, no sé qué porcentaje habrá alcanzado el éxito, y también es cierto que muchos, tras alcanzar el éxito, siguieron exponiendo sus vidas hasta que las perdieron.
ResponderEliminarTengo al respecto una opinión ambivalente, y creo que ciertas temeridades y aventuras más parecen surgir de la insensatez que del sano juicio.
Pero, en el fondo, la mayoría somos o hemos sido, en ocasiones, un poco suicidas y hemos hecho locuras que podían habernos costado muy caro, no sé si detrás de eso estará la pulsión de muerte a la que se refería Freud, o si es que preferimos tener unos pocos instantes de éxtasis que toda una vida rutinaria.
Enhorabuena por el relato y un abrazo.