Querida amiga
Hoy vi tendido tu muñeco de trapo. Cuando llueve, se empapa el fieltro y un hilo de agua chorrea por los muñones que simulan sus manos. Desde abajo parece que se le escapa la vida.
Jamás te habías separado de él, seguro que ya no necesitas abrazarle durante los bombardeos.
Escrito por Carmen Martagón E. - Twitter
Jamás te habías separado de él, seguro que ya no necesitas abrazarle durante los bombardeos.
Nos muestras la triste realidad de muchos niños que ven su infancia truncada por las decisiones que otros toman sin tener en cuenta las nefastas consecuencias de sus espurios actos. Enhorabuena y suerte. Un saludo.
ResponderEliminarPrecioso y delicado relato, me encanta esa descripción del muñeco de trapo tendido y mojado cuando llueve, y ese "se le escapa la vida". Y por tu última frase presiento que la niña ha fallecido en los odiosos bombardeos.
ResponderEliminarMuy buen relato amig@, me ha gustado mucho.
Abrazos.
Anónim@,
ResponderEliminarCon palabras delicadas logras que la imagen de este muñeco tendido al sol se quede en la memoria para siempre. Un agua jabonosa que gotea como la sangre que tal vez porta diluida.
Una genialidad, con un estilo que amenaza con revelar la identidad de su autor@. Como he dicho, no me gusta apostar pero lo haría.
Abrazos.
Muy bien narrado. Una narración cadenciosa con puntadas poéticas. Como un flash, se me ha venido a la cabeza una de las tremendas imágenes de la película "la ladrona de libros". Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarSalut.
Vida, le has dado vida.
ResponderEliminarBrutal y, sin embargo, preciosa imagen.
ResponderEliminarEl silencio infinito se cuela entre los escombros.
Un saludo
Y tanto que se le escapa la vida... Qué tristeza tan grande nos transmites con tu bello texto. Y nos queda una sensación de impotencia que nos empequeñece, dejándonos del tamaño del muñeco de trapo.
ResponderEliminarUn beso.
Carme.
Me ha encantado, ese muñeco de trapo trasmite mucha ternura. Hay que rescatarlo, coserle esos muñones y ponerlo a secar al sol para mantener vivo el recuerdo de la niña que no volverá a abrazarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Del horror de la guerra hablan a veces esos detalles mínimos, quizá porque los detalles máximos sean imposibles de soportar.
ResponderEliminarMuchas veces hemos visto el muñeco abandonado de un niño entre las ruinas que han dejado las bombas, o algún detalle de la vida íntima de las personas, y sabemos que allí muchas existencias han sido destruidas, algunas, físicamente, otras, psíquicamente, por la insania de quienes sólo tienen el objetivo de alcanzar o conservar el poder a costa de lo que sea.
Así que ese muñeco mutilado por cuyos muñones chorrea el agua como si fuesen las lágrimas de todas las víctimas del mundo, simboliza muchas cosas, describe muchas historias, pero nada pueden ver en él quienes están infectados por los virus del fanatismo, el odio y la codicia, demonios escapados de algún infierno que disponen de las vidas y haciendas de los demás como si fuesen los verdaderos e impiadosos dueños del universo.
Para el resto nos queda la poesía y el dolor que transmite esta pequeña historia, esta delicada postal en la que vemos una amistad truncada, un mundo naciente hecho pedazos.
Enhorabuena por este delicado microcuento y un abrazo.
Es tan intenso que parece que tiene la mitad de palabras.
ResponderEliminarMe suele pasar con las buenas novelas, me sorprendo al haber llegado a la mitad sin tener la más mínima noción del tiempo.
Tierno, triste y crudo.
ResponderEliminarContado de una forma magistral.
Saludos.
Pablo.
Narración desgarradora y trágica, no desposeída de cierto encanto.
ResponderEliminarBesito virtual.
Tierno y precioso relato en el que nos cuentas el trágico final de su dueña a través de su muñeco de trapo, abandonado y mojado, tras los bombardeos.
ResponderEliminarMe ha encantado. Enhorabuena anónim@.
Besos
Bello relato sobre el horror de la guerra sintetizado en una triste y hermosa imagen.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un abrazo.