Quiso la casualidad
Mas volviendo al relato de los hechos acaecidos en la tarde del veintitrés del corriente añadiré, con permiso de su señoría, que fue esa circunstancia la que provocó que el susodicho Eladio Montero se presentara en la casa escopeta en mano y, bien lo sabe Dios, dispuesto a derramar sangre.
Escrito por José Ramón Sánchez Varela
Pues mucha casualidad no sería cuando iba con la escopeta, aunque me queda la duda de cual fue esa casualidad que le hizo ir.
ResponderEliminarBuen relato amig@.
Abrazos.
¡Caray con las casualidades! Parece que las carga el diablo o, ¿quién sabe?, la irracionalidad de los humanos. Suerte y un saludo.
ResponderEliminarEladio Montero tiente toda la pinta de ser uno de esos personajes bravíos que tanto abundan en la literatura latinoamericana. Bien construido y con mucha fuerza.
ResponderEliminarSaludos, anónim@.
Muy grave debe haber sido lo acaecido en la tarde del veintitrés, para que le sirva al bueno de Eladio como atenuante en su defensa. Es que con este calor puede pasarle a uno cualquier cosa por la cabeza.
ResponderEliminarMe encanta la retahíla del abogado, bien se merece un relato entero, y todos esos circunloquios aludiendo al título... Es sin duda, por esto y no por otra cosa, sino además... por lo que creo que el resultado es obvio, y ninguno aquí presente podrá disuadirme de lo contrario,un buen relato.
ResponderEliminarUn saludo
Se me viene a la cabeza un 23 de febrero de 1981 y alguna cuenta pendiente del pasado.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo.
Me suena bien, pero no termino de encontrar el paso de baile :(
ResponderEliminarUn saludo
Hhhmmm... yo por "Eladio Montero" he encontrado referencias a sainetes y zarzuela, y a un autor ecuatoriano.
ResponderEliminarPero continúo con la duda de lo acaecido.
Un saludo!
Carme.
No sabemos qué circunstancia llevó al susodicho a presentarse con una escopeta...
ResponderEliminarLas casualidades no existen, algo más tuvo que ser...
Una redacción típica de una declaración judicial.
Ya nos dirás cual ha sido la sentencia!
Besos
Ironía y oficio a partes iguales. Me ha gustado bastante.
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias a todos!!
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