Visita inesperada
No recuerdo el tiempo que hacía. Si llovía o había sol. En la radio sonaba New York, New York de Frank Sinatra, esto sí lo recuerdo. De repente apareciste. Como no te esperaba, me sobresalté. Lo demás vino rodado. Aún me tiemblan las piernas del susto que me diste, gato.
Escrito por Mª Luisa Pérez Rodríguez
Espero que lo que vino rodado no haya sido la venganza sobre el pobre felino como respuesta al susto recibido interrumpiendo la escucha de esa maravillosa canción. Suerte y saludos.
ResponderEliminarTodo el desarrollo el relato parece que nos vaya a contar una historia de amor, y tu ultima frase con ese gato nos da un final inesperado, como la visita.
ResponderEliminarBuen relato amig@.
Abrazos.
Yo, como Javier Puchaldes, me esperaba un final romántico y en vez de eso me he topado con el gato y con un cambio de ánimo gacias a una sola palabra justo al final del micro. Muy bien!
ResponderEliminarSaludos.
No me esperaba que fuera un felino...jajaja.
ResponderEliminarLos gatos son cazadores sigilosos. Ese eficaz caminar felino a veces nos ha causado más de un susto. Este seguro que apareció para escuchar a Sinatra.
Besos.
Como sabemos, los gatos son adoradores de la luna; sospecho que este minino está esperando que Ol' Blue Eyes le cante «Fly Me to the Moon».
ResponderEliminarBuen micro.
Saludos.
Yo odio a los gatos, son del demonio y arruinan relatos romanticos jajaja
ResponderEliminarEnhorabuena.
Sorprendente final, concentrado en un único sustantivo: gato. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarFelicidades. Saludos.
Nos mantienes en tensión sin saber a qué visita se refiere el título del micro, y de repente aparece el gato de un salto con mucho sigilo. Buena sorpresa final.
ResponderEliminarBesos