Ciclos de oficina
—Lo siento, jefe.
—No te preocupes, Chávez —respondió el hombre mientras colocaba sus pertenencias en una caja de cartón—, estas cosas pasan, nadie es imprescindible ni eterno.
Se estrecharon las manos mientras que una voz femenina decía apurada desde la puerta:
—No me gusta interrumpir, pero me asignaron esta oficina.
—No te preocupes, Chávez —respondió el hombre mientras colocaba sus pertenencias en una caja de cartón—, estas cosas pasan, nadie es imprescindible ni eterno.
Se estrecharon las manos mientras que una voz femenina decía apurada desde la puerta:
—No me gusta interrumpir, pero me asignaron esta oficina.
No han dado tiempo ni a que la silla se enfriase, ha sido rapidísimo echarlo a la calle y buscar sustituta.
ResponderEliminarLo que ocurre es que esto que cuentas en la vida real también pasa.
Buen relato Horcasas2 y bienvenido a 50palabras.
Un abrazo.
Gracias Javier. Como bien mencionas esto sucede en la vida real más rápido y frecuente de lo que nos gustaría. Quien sabe cuanto tiempo tenga la sustituta en su nueva oficina.
EliminarYa lo decía Julio Iglesias: Al final las obras quedan, las gentes se van. Otros que vienen las continuaran, la vida sigue igual. Bienvenido y suerte. Saludos.
ResponderEliminarGracias Jesús.
EliminarHorcasas2, Bienvenido a la familia.
ResponderEliminarPor desgracia todos somos prescindibles. Para las empresas somos números.
Buen contado.
Besos
Lo sabemos, pero vivimos como si no nos diésemos cuenta de que estamos encima de un rueda que no cesa de girar, en continua transformación. A veces los cambios parecen bruscos y hasta traumáticos, pero el tiempo termina por aclarar que son una ventana abierta a otros paisajes. Nadie es eterno ni imprescindible, pero todos somos únicos y necesarios.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido
Me trajo a la memoria tu relato un momento que no olvidaré en mi despido. El Concejal de turno vino a medir el despacho, mientras yo recogía mis cosas, para ver cómo organizaba el lugar para ubicar a su gente... Cosas de la insensibilidad humana. Muy bueno!!!
ResponderEliminarBienvenido, Horcasas2,
ResponderEliminarSituaciones como las de tu relato se repiten a diario en todo el mundo. La proliferación del desempleo es algo casi global y es triste ver como se trata a los humanos como simples refacciones de una máquina. En fin, espero que quien llega a cubrir el puesto se mire en el espejo de quien lo abandona y, en la medida de lo posible, tome medidas para mejorar su futuro.
Saludos.
No te dejan tiempo ni de marcharte. No solo te dejen sin trabajo, también atacan tu dignidad.
ResponderEliminarBuen relato. De los que hacen pensar.
Bienvenido, Horcasas2.
Pablo.
Así es la vida"quítate tú para ponerme yo"
ResponderEliminarLo has relatado con mucho realismo en esta primera aportación a Cincuenta palabras, supongo que inicio de otras muchas.
Saludos cordiales desde el otro lado del mar.
Gracias por la bienvenida y los comentarios que han dejado. Me ha dado gusto que el relato los haya hecho meditar un poco sobre la situación que se vive en el ambiente laboral y que algunas veces puede ser demasiado cruel. Saludos.
ResponderEliminarMe parece interesante esa aparición femenina entre tímida y correcta que probablemente esconde una actitud más fiera que le ha llevado hasta ahí. O puede que no, que sea la paridad que empuja las puertas de la igualdad . Sea como fuere, consigues cerrar estupendamente el ejercicio vital de ciclo profesional. Saludos.
ResponderEliminarAsí de dura puede resultar la vida, en ocasiones. Hay quien dice que somos simples números..., yo me niego a aceptarlo. Felicidades, Horcasas2.
ResponderEliminarUn abrazo.
María José
Soberbia manera de recordarnos que no somos más que polizones en un tren que va demasiado deprisa.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Horcasas2
Así de cruel y de real, la poca sensibilidad, las malas maneras, la falta de educación... podría seguir, pero está claro que hoy en día cada vez se da más la situación que cuentas y me da muchísima pena, rabia y tristeza.
ResponderEliminarBienvenido Horcasas2, nos dejas una gran reflexión en tu estreno.
Besos.
Malu.
Ciclos de vida que hay que saber asumir, por mucho que te hayas dejado la piel, llega un día en que te darán un codazo para que dejes espacio, solo podemos esperar que ese codazo sea lo más suave posible. Buen micro, Horcasas2. Un saludo y bienvenido.
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