Cuestión de espuma
Dejó escrita una pregunta y la acomodó con el imán a la nevera. Luego, se asomó al fondo, donde siempre ponía las cervezas. La espuma se derramó al mismo tiempo que sus lágrimas. Bebió de las dos y se quedó esperando a que la respuesta llegara en forma de perdón.
Intuyo que la pregunta es ¿me perdonas? y por las lágrimas parece que hay arrepentimiento, espero que la próxima cerveza sea compartida entre los dos.
ResponderEliminarBelen has escrito un relato con fondo, me dejas la intriga por saber que ha pasado antes y que pasará después, necesito otro 50palabras.
Buen relato Belen, me ha gustado.
Besos.
Es difícil saber que pasa en una relación, es complicado beber sin saber si tendrás compañía. Un abandono en el fondo de una nevera que se intuye fría en lo profundo de un corazón.
EliminarGracias Javier. Buscaré una espuma de 50 palabras que se derrame en una historia.
Un abrazo y un beso.
Como suelen, o solemos, decir algunos: se intuyen distintos niveles de interpretación. Todos atractivos y, también, tristes, me temo. Enhorabuena. Saludos y suerte.
ResponderEliminarTodo nivel de lectura es bienvenido. No hay fronteras al sentir lo que lees, por esto agradezco tu comentario Jesús. Se intuye triste, se bebe al sentirse así...Una sola respuesta quizá dibuje una sonrisa.
EliminarGracias de veras. un abrazo.
Entiendo que es una persona que está esperando que alguien le pida perdón por lo que le ha hecho. La tristeza se transmite a través de la sensación de creer que eso no es posible.
ResponderEliminarFelicidades. Un abrazo.
Desea ser perdonado. El abandono en la rutina de su vida le puede. Se ahoga en esa cerveza de normalidad encontrada donde siempre ha deseado ponerla ella.
Eliminarlo imposible, por mucho que digan ,a veces existe...
Gracias María.
Un beso bonita.
Que sí, mujer, que te perdono por beberte la última cerveza... La necesidad es la necesidad...
ResponderEliminarSin bromas ya, me has recordado la película Días de vino y rosas, de los grandísimos Jack Lemmon y Lee Remick, aunque supongo que no tiene nada que ver con el relato.
Besicos.
Jajajjajaj.. valeee... la tomaremos juntas.
EliminarUna buena película con mejores actores. Si te la ha recordado algo habrá que tenga un enlace de espuma.
Gracias Patricia. Un placer siempre tu lectura.
Besos espumosos marinera.
La propuesta está hecha, sólo queda esperar una clemencia que desea más que nada. Mientras, su cuerpo ingiere líquido para tratar de suavizar la incertidumbre, cosa que no consigue, como demuestra el que, al mismo tiempo, sus ojos expulsan otro. No sabemos qué habrá hecho, sí que está sinceramente arrepentido, que nos solidarizamos con él y sus temores; que esta historia, a pesar de tener una nevera como escenario, no puede dejar frío a nadie; también que su hacedora ha vuelto a hacer gala de su sensible creatividad.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Belén
Saber que existe una normalidad, una monotonía en su vida servida en unas cervezas que están donde deben estar, le hace pensar en un perdón. Quizá ya no llegue nunca y las lágrimas las habrá de embotellar.
EliminarNunca se sabe cuando llega un perdón...si en forma de imán o de respuesta verbal.
Gracias Ángel tu presencia siempre es importante.
Un abrazo sincero siempre.
La espuma como intermediario entre la tristeza y el alcohol, como puente entre el mundo de la pena y el de la huida, creciendo junto a la esperanza de perdón y al olvido anestesiado.
ResponderEliminarLa espera necesita de compañía y para eso el alcohol nunca falla, como tus relatos, siempre repletos de intensidad haciendo crecer las sensaciones cuando se leen, como la espuma.
Enhorabuena por tan sugerente relato, Belén,
Un abrazo.
Es espuma efervescente lo que comentas, siempre con el grifo abierto en palabras sinceras y sentidas. Puente abierto a un comentario que me llena de gratitud ante tus palabras.
EliminarIntensidad repleta de certeza.
Gracias Antonio, abrazos carentes de lágrimas.
Un abstemio irredento como yo, sólo puede expresar que ojalá lo que haya que perdonar no sea tan grave, de lo contrario, de poco le valdrá el arrepentimiento.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso, Belén.
Vicente
Nunca se sabe a ciencia cierta lo que se siente quien padece, pero ojalá le venga ese perdón en forma de imán o de invitación a más cerveza.
EliminarGracias Vicente, siempre atento, siempre encantador.
Un abrazo.
Triste y bello relato, Belén. Ni toda la espuma del mar mitigará su pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ni toda ola espumada podrá saber su pena.
EliminarGracias carmen.
un abrazo bonita.
Belen, me parece que tu protagonista ha debido de cometer algún error del que se arrepiente y espera que la cerveza le ayude a soportar la espera, hasta que le perdonen...
ResponderEliminarMe ha gustado.
Besos
Creo que ha debido ser más de uno. Al menos, de momento, sigue habiendo cervezas en la nevera. Quizá sean las últimas, quizá la respuesta tampoco llegue.
EliminarGracias Pilar. Un beso.
Como Javier, me quedo con las ganas de saber el antes y el después. La soberbia escena que nos brindas juega con la delicadeza de ponernos antes los ojos el nudo del conflicto, velando las causas y los efectos del mismo. Hiel y miel en los labios al mismo tiempo. Muchas ganas de saber y conocer más de la historia. Relatos como el tuyo desbordan las cincuenta palabras. Gratificante. Saludos.
ResponderEliminarDesbordada me dejas con tu comentario Manuel.
EliminarHay momentos que son espuma, otros que son fríos...Hay placer y hiel en las relaciones. Hay preguntas que se quedan heladas esperando una respuesta. Hay historias abiertas a la imaginación que desean ser contadas...
Quizá las acciones no son tan esperadas como las de encontrar todavía unas sencillas cervezas en la nevera.
Gracias infinitas.
Un saludo y abrazo.
No saber que pregunta es, deja tu relato a la libre interpretación. Un relato abierto, que por eso mismo se hace muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo Belén. Dile a tu personaje de mi parte, que el tiempo como la espuma de las olas del mar, borrarán esa pena escrita en la orilla de su biografía.
Un mar que transita en las interpretaciones... Un mensaje que haré llegar con un imán en la nevera.
EliminarGracias Raquel. Una invitación de olas que invita a compartir.
Un beso bonita.
Una cuestión difícil, la espuma se evapora, las lágrimas se secan. Ojalá llegue una respuesta sólida.
ResponderEliminarMuy bueno, amiga.
Besicos
Entre espuma y lágrimas su mar de vida espera. la respuesta puede ser líquida, sólida o gaseosa...
EliminarGracias Cabopá. Un beso en la inmensidad de la incertidumbre.
Que bella forma de expresar el arrepentimiento, envuelto en espuma derramada. Un abrazo, Belén.
ResponderEliminarToda espuma que se derrama en forma de lágrimas merece un perdón.
EliminarGracias Manoli. Un beso envuelto en abrazo.
¡Ay esas espumas amargas del desamor! Hay soledad, hay tristeza, hay lágrimas, hay arrepentimiento y deseos de perdón en ese agujerito de la historia que nos dejan entrever esas cincuenta palabras, pero también hay una chispa de esperanza.
ResponderEliminarLa nevera es una buena metáfora de esa relación que está en uno de esos momentos entre fríos y congelados en los que parece que ya todo está perdido y los buenos días no van a regresar jamás.
Pero..., nunca se sabe. Quizá la otra parte de la pareja esté en ese mismo momento escribiendo algo en Twitter o en la pared de alguna tapia, también con el deseo de que todo se arregle y llegue la reconciliación.
Así que quiero pensar que la historia acaba bien, y ya estoy imaginándome a los dos amantes dentro de una bañera dándose un baño de espuma -y de otras cosas que no digo aunque ahora no sea ya horario infantil- y tomándose un vino espumoso.
Enhorabuena, Mª Belén por este microcuento que rezuma sentimientos por todos sus poros. Un abrazo.
Ayyyy Enrique... Que bien te bañas en esta espuma de 50. Tus palabras dejan entrever la entrega a la lectura, el deseo de imaginar una reconciliación nunca perdida, el amargo sentimiento de la soledad y la duda, la chispa que se prende al momento del deseo...
EliminarDices tanto, tan bonito y tan entregado que ya no me quedan palabras, ni horarios para responderte,
Gracias sinceras y abrazos que rezuman cariño.
Con una técnica refinada y tu lirismo marca de la casa nos dejas un muy buen relato, Mª Belén. De lo mejor que te he leído en este formato de cincuenta palabras, tanto por la forma, la original manera de plantear la historia, su profundidad, el magistral uso de la elipsis...Excelente.
ResponderEliminarBesos.
Es grato leer tu comentario Carles. De manera lírica y refinada sabes extraer el jugo del relato.
EliminarTus palabras son generosas y tu persona excelente en cada instante.
Gracias. Un beso de espuma.
Precioso micro en el que se combinan espuma y lágrimas, junto a ausencias y anhelos. Exquisito, Mª Belén. Un besazo.
ResponderEliminarUna combinación que explota en tu comentario Matrioska.
EliminarGracias, de veras, por leer con tanta intensidad.
Combinación de mujer y belleza.
Mil besos.
Pues sí que está fría esta relación. El que ella asuma esa normalidad dejando esas cervezas donde acostumbra a hacerlo podría significar que aún le quiere, aunque no necesariamente que vaya a perdonarlo. Supongo que algo tendrá que poner él de su parte además de ese papel en la nevera.
ResponderEliminarMuy bueno, Belén. Sugerente, sugestivo, profundo...
Un fuerte abrazo.
Algo más que una nota debería poner. Algo más que beber unas cervezas del fondo de una relación. Algo más que una nota fría en la puerta de una nevera que pierde el sentido al abrirla y no encontrar una respuesta.
EliminarTodo se ha de ganar con la calidez del día a día.
Gracias Enrique, siempre sabes que decir y qué sentir.
Un abrazo enorme.
Belén, sabes mantener la intriga hasta el final, y lo has conseguido en este breve, pero inquietante relato. Es muy bueno.
ResponderEliminarBesito virtual
Recibo ese beso virtual y te envío otro envuelto en un gracias.
EliminarSiempre es un gusto recibir tus comentarios Maria Jesús.
En estos días tan "electrónicos" solo a una mente dulce y romántica como la tuya se le ocurre dejar una nota en la nevera, - que está fría, sí, pero que también conserva -, y agarrada con un imán de los que te traes de recuerdo de uno de esos viajes en los que has sido tan feliz.
ResponderEliminarBrindo por ti. Y por tu nuevo libro. ¡Mucho éxito, Mª Belén!
Un beso grande y sonoro.
Nunca hay que perder el romanticismo, ni siquiera en el último instante de espera para una respuesta. Es cierto que ese imán quizá tuviera la imagen del viaje aquel en el que un día reinaba la felicidad.
EliminarMuchas gracias, dobles gracias Margarita.
Un beso envuelto en Rubor.
Me da que ese arrepentimiento plasmado en esa interrogante nota llega tarde; y que de esa relación solo queda la espuma, a expensas de que la respuesta venga envuelta en una ráfaga de viento huracanado que la haga desvanecer. Intrigante 50 el que nos dejas, Mª Belén. Besos.
ResponderEliminarMe gusta esa imagen de respuesta, ese viento que puede traer el perdón. Nunca es tarde, aunque a veces se gane a pulso y a espuma un adios.
EliminarGracias Juana. Un beso espumoso.
Me parece una genialidad. Una forma poética del que se arrepiente, pide perdón, a veces tarde, y, recuerda a esa persona. Lo demás es pura angustia y espera. Una espera envuelta en lágrimas con sabor a cerveza y cerveza con sabor a lágrimas. Y un corazón dolorido.
ResponderEliminarQué gran juego haces con esa mezcla de espumas.
¡Bravo!
Un besazo.
Pablo.
Muchas gracias Pablo. Una mezcla de espumas, una espera que quizá demore la presencia.
EliminarArrepentirse es bueno, pero cuando siempre se vuelve a pecar de lo mismo, pierde ya todo su valor.
Un beso y un abrazo enorme.
Un micro maravillosamente metafórico, María Jesús. Esa petición de perdón, esa cerveza que amarga al mezclarse con las lágrimas del protagonista. Das rienda suelta a nuestra imaginación. Algo muy malo habrá hecho para encontrarse ahora solo.
ResponderEliminarUn beso.
Que bonito lo has contado.
EliminarCuando lo único que esperas y buscas al fondo de una nevera es la espuma de una cerveza, las lágrimas ya pueden brotar, pues seguro que son las que saben a ciencia cierta en cuanto te has equivocado y que difícil es que ella te vuelva a rellenar una vez más la vida que has esbafado.
Muchas gracias Asun.
Besos espumosos.
Lo importante es pedir perdón, así que ya está dado el primer paso, lo único que nos queda es esperar que sea perdonado pronto, porque como tenga muchas cervezas y se las beba todas, va a acabar con una borrachera...
ResponderEliminarUn beso grande, querida Mª Belén y perdona mi tardanza, me salté los relatos de la segunda semana del mes y estoy en clases de recuperación para acabar los deberes.
Malu.
Siempre pedir perdón, pero quizá tras muchas veces de pronunciarlo puede llegar a perder su sentido para el que lo escucha.
EliminarPor si acaso me bajo a comprar unas cervecitas, ¿te vienes?
Nunca llegas tarde, siempre eres bienvenida Malu. Gracias.
Besos espumosos.
M. Belén, qué bonita forma tienes de explicar las cosas...
ResponderEliminarMe encanta como nos pintas la espuma y las lágrimas a la vez. Y la última frase, la llave del micro, es una maravilla.
Un beso grande.
Carme.
Gracias M, Carme. Tienes la llave de mi cariño siempre.
EliminarBesos sin lágrimas y con mucha espuma preciosa mía.