El laberinto de los espejos
Estábamos frente a frente, rodeados por nuestras imágenes replicadas hasta el infinito en todas direcciones. No podía permitir que atacara él primero y escapara de nuevo. Los nervios me hicieron fallar el tiro, que dio de lleno en mi reflejo. Desde entonces lucho por escapar de esta bola. Maldito Pikachu.
Original relato inspirado en el juego de moda, el Pokemon Go.
ResponderEliminarCreo que tu protagonista en su lucha por capturar un pokemon, se ha visto capturada ella. Espero que logre escapar.
Un abrazo.
Este juego va a conseguir acabar con todos. A ver si, por lo menos, conseguimos salvarnos los que no tenemos ni la menor idea de sobre que va. Suerte y saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios, Javier y Jesús. Tengo que reconocer que sin el asesoramiento de mi hermana, no habría podido escribir el relato porque no tengo ni idea de Pokémon Go (bueno, ahora un poco). No acabo de entender el fenómeno, pero no deja de asombrarme el revuelo que se ha montado.
ResponderEliminarAna, bienvenida a la familia cincuentista!
ResponderEliminarPor mis hijas he sabido que en el juego, los Pokemon están por todas partes, hasta en el salón de mi casa. Después de leer tu relato tendré que llevar cuidado con Pikachu...
Besos
Los espejos siempre encierran trampas. Me imagino que si encima te las ves con PiKachu, las llevas claras. A mí se me escapa la dinámica del juego, pues, como tantos, vivo ajeno a la fiebre Pokemon. Igual de esta, acabo encerrado como tú y no me entero. Bienvenida a ti y tu original relato.
ResponderEliminarUn juego que tiene enganchados a muchos, como antes Candy Crash o Angry Bird, aunque a tu protagonista le ha atrapado literalmente. No te preocupes, que le diré a mi hijo pequeño y a sus amigos que te liberen.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenida
Jajaja, bueno, buenísimo tu relato Ana. Mis hijos también han sido abducidos, fagocitados y atrapados por el juego, sé de lo que hablas... Enhorabuena y bienvenida.
ResponderEliminarHe de admitir que la pokemanía no me ha tocado. Es más, intento huir de ella... pero tu relato me está haciendo recapacitar...
ResponderEliminarFelicidades y ¡¡bienvenida!!
Un abrazo.
Un buen relato que refleja con guasa la fiebre exagerada de los nuevos cazadores urbanos de bichos virtuales.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la elección de ese laberinto de espejos que añaden el componente mágico necesario para la construcción de una sobresaliente historia.
Magnífico estreno, Ana. Enhorabuena.
Un saludo.
Ahora que has dado la voz de alarma, seguro que corren muchos a liberarte. Yo estoy en ello ;)
ResponderEliminarBienvenida, Ana, y un saludo.
¡Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios!
ResponderEliminarHas elegido para tu estreno un tema de rabiosa actualidad. Pero a tu protagonista el juego le ha atrapado y de verdad, ja, ja, ja.
ResponderEliminarBienvenida, un beso.
Malu.