Encierro
Surgieron por la cuesta de Santo Domingo. Eran cuatro toros tatuados con pañuelo rojo anudado al cuello. Entonces ella quiso huir, pero no había burladero.
Babeantes y beodos, la empujaron, la arrastraron y, sobre un lecho de vómitos y orines, la embistieron.
Mientras, en la calle sorda, continuaba la fiesta.
Babeantes y beodos, la empujaron, la arrastraron y, sobre un lecho de vómitos y orines, la embistieron.
Mientras, en la calle sorda, continuaba la fiesta.
Dramatismo en estado vibrante.
ResponderEliminarMaria José conmovedor relato, en el cual haces referencia a una violación ocurrida en Pamplona en los pasados Sanfermines. Lo narras como si fuera un encierro, y en realidad esos violadores si que son unos bestias y no personas.
ResponderEliminarMuy llamativa y grafica la frase en la cual cuentas la violación.
Maria José muy bien narrado un tema tan sensible, me ha gustado.
Besos.
M. José, has utilizado términos taurinos para narrar la violación a una chica durante los San Fermines por cuatro bestias, peoes que los toros, amparados en el alcohol y en la fiesta, se transforman en mosntruos.
ResponderEliminarLa última frase demoledora.
Enhorabuena!
Besos.
Los toros son animales nobles, todo lo contrario de ciertos elementos, que no merecen ni calificativos. Con un lenguaje taurino y con un título muy apropiado, narras unos hechos que nunca debieran haberse producido, que producen el rechazo más absoluto, que todos esperamos que no se repitan. Esa indiferencia que reflejas en la línea final termina de dejar al lector en un estado de indignación insuperable y justificado, que es imposible que deje indiferente.
ResponderEliminarUn abrazo, María José
María José, al estilo de Art Spiegelman en «Maus» has utilizado a otra especie animal para describir los actos de la más cruel de todas: la humana.
ResponderEliminarExcelente.
Un abrazo.
En la calle sorda, continuaba la fiesta. Una frase sublime para rematar un texto sugestivo en su abyecta sordidez. Muy bueno. Suerte y saludos.
ResponderEliminarMuy apropiados los términos taurinos para narrar esta abominable violación múltiple amparada en la fiesta y el alcohol. Una denuncia ineludible, María José, narrada con crudeza y valentía.
ResponderEliminarFelicidades y un abrazo.
Una verdadera lástima que tu relato esté basado en la realidad, como es facilmente deducible. Pero, por otra parte, no se puede negar tu valentía y maestría al tratarlo, tocaya. Te felicito por ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenísimo María José!!! Muy bien contado un acto tan incalificable. Peor que animales sin duda. Un abrazo.
ResponderEliminarQue maravillosa habilidad has tenido para contar lo que en su día fue una noticia indignante en un relato potente y bien contado. Tus cincuenta tienen la dosis suficiente de dramatismo y sobre todo mucho respeto a quien lo merece. Enhorabuena. De lo mejor que he leído últimamente. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo has llevado al terreno del micro una vergonzosa acción de unos indeseables.
ResponderEliminarGenial.
Un beso.
Me gusta la analogía que planteas, y los contrastes barbarie-fiesta, como esta última, la fiesta, encubre ese terrible suceso. Y lo que le da mayor dramatismo es sin duda, que está basado en hechos reales.
ResponderEliminarUn saludo María Jose.
¡Uf!
ResponderEliminarTerrible escena. Excelente relato.
Saludos.
Acertado paralelismo para trasladarnos en tiempo y lugar. La bestia peor, ya sabemos, es el hombre, pero estos no merecen ni siquiera el apelativo de bestias.
ResponderEliminarFuerza bruta y drama se dan la mano en tu relato. Saludos, Mª José.
Tremendo y desolador tu relato, pero lleno de verdad e impacto. Bravo, María José. Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarMe encanta cómo narras un hecho tan deleznable de forma tan concisa, lo único que cambiaría de tu micro es, "toros", por "malas bestias". Muy bueno, María José. Un beso.
ResponderEliminarBrutal. Desde el título.
ResponderEliminarUn abrazo, María José.
Has demostrado que la brutalidad puede ser contada con belleza, María josé. Recoges los despojos de la infamia y compones una historia donde la elegancia aún la hace más punzante, más terrorífica.
ResponderEliminarGran relato, Enhorabuena.
Un saludo.
Muchísimas gracias a todos por vuestros amables comentarios. Esta noticia me impactó mucho, muchísimo... Sobre todo porque, según leí , estas cosas suelen suceder en este tipo de "fiesta". Pero no se denuncia. Importa más el turismo que la dignidad y la libertad de las mujeres. Lamentable.
ResponderEliminarBrutal Mª José, has conseguido que tu micro me impacte de la misma forma que lo hizo la noticia en su día.
ResponderEliminarLo has contado de una forma elegante e impecable, el resultado es muy bueno. Enhorabuena.
Besos.
Malu.
M.José, el relato nos genera rabia e impotencia.
ResponderEliminarEs deplorable que ocurran hechos como el que inspira este micro.
Por otro lado, está perfectamente reflejado: las bestias son los impresentables que atacan a personas.
Y es cierto que mientras en una calle (o en una parte del mundo) hay problemas, en otra hay celebración. - Y esto todavía es más complicado de arreglar.
Un beso