Final anunciado
Ella se había embutido aquel vestido ceñido para ofrecerse voluptuosa y descarada al deseo ajeno.
Él, abriendo la mano, dejó caer el cuchillo ensangrentado junto al cuerpo inerme.
—Te lo había advertido —balbuceó luciendo una inquietante sonrisa de alivio o desesperación mientras las sirenas rompían el silencio de la noche.
Él, abriendo la mano, dejó caer el cuchillo ensangrentado junto al cuerpo inerme.
—Te lo había advertido —balbuceó luciendo una inquietante sonrisa de alivio o desesperación mientras las sirenas rompían el silencio de la noche.
Nos muestras de forma muy clara una escena terrible. Podemos vera un hombre despechado, a una pareja separada, a un padre, o hermano, ultrareligioso restableciendo su honor cumpliendo los preceptos dictados... Muy bueno, Mozasmo. Suerte y saludos
ResponderEliminarMozasmo nos cuentas un asesinato, bajo mi punto de vista, machista, aplicando el principio de o para mí o para nadie, pienso que ella podía ofrecerse como quisiera y a quien quisiera siempre que fuese de forma voluntaria, y eso no le da a él derecho a nada, y menos a matarla.
ResponderEliminarNos muestras un relato muy gráfico, ya que con tus palabras uno ve la escena del crimen perfectamente.
Buen relato Mozasmo.
Un abrazo.
Y de nuevo, la muerte
ResponderEliminarLa iniquidad siniestra de la bestia es inmune a los cantos de seducción de la bella.
ResponderEliminarTremendo, Mozasmo. Saludos.
Mozasmo, en 50 palabras has descrito perfectamente la mente enferma de un hombre celoso y despechado, así como el asesinato de la mujer en manos de quién dice que la ama.
ResponderEliminarMe ha parecido brutal!
Enhorabuena.
Besos
Ya me hubiera gustado a mí otro final. Machismo, celos, intransigencia y mucha mala baba.
ResponderEliminarMuy bueno, un beso.
Malu.
El micro narra el asesinato machista, pero ese título cuenta todo lo que rodea a esa muerte. Me gusta mucho cómo lo has narrado y estructurado. Felicidades, Mozasmo. Un saludo.
ResponderEliminarInfinitamente mejor hubiera sido que la pareja se disolviera a tiempo y en términos más civilizados.
ResponderEliminarBuen micro, Mozasmo.
Un saludo.
En los días que vivimos, tras tantos años de sociedad y civilización, se supone que deberíamos haber aprendido que la violencia, en la mayoría de los casos, ni es un recurso ni está justificada. pero tu relato nos recuerda que no es así. Lo peor de todo es que la mano homicida se jacte de haberlo advertido, no menos sangrante que esas voces que justifican que ella se lo había buscado por ir "provocando". Sólo hay que pedir que, poco a poco, entre todos, seamos capaces de cambiar finales como ese por otros más felices. Cincuenta palabras de crónica negra que mueven la conciencia, emparentadas con una realidad que necesita cambiarse.
ResponderEliminarUn saludo
Expones con acierto el tema de los malos tratos, Mozasmo y, en este caso, con el peor de los finales.
ResponderEliminarPor mi parte, y yendo más allá de la cuestión literaria, como ser humano detesto y condeno este tipo de crímenes.
Saludos,