Invisibles
Nadie de casa parecía darse cuenta. Era como si yo no estuviera. Nadie preguntó "¿Estás bien?, ¿qué te ocurre?, ¿por qué estás cada vez más delgada?".
Solo entonces comprendí que solo me tenía a mí misma y empecé a aguantar las ganas terribles de vomitar siempre que terminaba de comer.
Solo entonces comprendí que solo me tenía a mí misma y empecé a aguantar las ganas terribles de vomitar siempre que terminaba de comer.
Desde luego, es bien triste que ni en tu propia familia sean conscientes de tus problemas o, tal vez, solo piensen en los suyos. Menos mal que tu personaje parece fuerte y capaz de , ella sola, salir de ese infierno en el que se encuentra. Suerte y saludos.
ResponderEliminarMaria José, tratas el tema de la anorexia de una forma muy sensible. Lástima que sea un problema que pase en muchas ocasiones desapercibido. Pero a tu protagonista es la propia famila la que la ignora, no la ven, es invisible, como muy bien titulas tu relato.
ResponderEliminarBuen relato María José, me ha gustado.
Un abrazo.
M. José, tu protagonista se ha dado cuenta a tiempo de aue sufre de bulimia y que no vale la pena hacerse daño a si misma, aunque para los demás sea invisible.
ResponderEliminarBien contado.
Besos
Quizá la salvo la psicología inversa de su familia. Buen relato con un tema delicado y bien tratado.
ResponderEliminarUn beso, M. José.
Pablo
La anorexia, la bulimia, son trastornos alimenticios que están radicados en la mente enferma de personas, cada vez más jóvenes, por desgracia. Yo he conocido a chicas en esas circunstancias y me da escalofríos recordar el sufrimiento de sus vidas. ¡Terrible enfermedad! Bien tratado el tema, tocaya.
ResponderEliminarUn abrazo.
María José
En este micro das un paso más allá, no solo tratas una espantosa enfermedad, sino que además nos muestras el drama extra que viven algunas personas que lo padecen y que son ignoradas por su entorno. Muchas veces el sentirse solo da la fuerza necesaria para afrontar con mayor firmeza y valentía los problemas. Muy buen micro, María José, felicidades. Muchos besazos.
ResponderEliminarNo podemos saber si los familiares la ignoraban como parte de una terapia para que reaccionase, por simple descuido o por pura dejadez, lo importante es que ella se ha dado cuenta del problema que habita en su interior, que es a ella a quien le corresponde intentar erradicarlo. Este puede ser el principio del fin del suplicio en el que vive.
ResponderEliminarSaludos, María José
Con todo (el tema se las trae) parece que ha llegado a la conclusión correcta: no vomitar.
ResponderEliminarEn cuanto a la familia, puf, vete a saber, a veces igual de malo es callarse como abrir la boca.
Una realidad cruel, más frecuente de lo que nos parece. La gente piensa que la anorexia es sólo querer estar delgada, en realidad es la necesidad de desaparecer y una forma de pedir a gritos que alguien les preste atención. Muy bien contado. Enhorabuena!!! Besos
ResponderEliminarHaces un fiel retrato de lo angustioso del tema.
ResponderEliminarSuerte, María José
Ella solo quería llamar la atención y era lo único que no lograba. Que bueno que se dio cuenta a tiempo.
ResponderEliminarMe encantó el relato.
Saludos.
Qué facilidad tenemos en el seno familiar para mirar hacia otro lado. Sea, probablemente, una actitud de protección errónea este invisibilizar la realidad que nos circunda. Porque la realidad, siempre acaba estallando. Traes a colación un tema peliagudo, tratado con sensibilid y arrojo, Mª José. Me gusta la actitud de la protagonista de tomar el toro por los cuernos. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestros enriquecedores comentarios. Cada uno de ellos me aporta una visión interesante de mi relato. Saludos cariñosos y agradecidos.
ResponderEliminarLos trastornos de la conducta alimentaria son de las enfermedades mentales más difíciles de controlar, porque se basan en una distorsión de la percepción del propio cuerpo. Y para eso no hay fármacos.
ResponderEliminarEspero que esa chica sepa superarlo y encuentre apoyo aunque sea fuera de su familia.
Un beso, Maris José.
El tema de los trastornos alimenticios debido en su gran parte a problemas psicológicos da para mucho, muchísimo. Hemos leído muchos micros sobre este tema en esta casa, pero este que nos dejas es especial, distinto, da la vuelta a la tortilla y por fin esa chica se da cuenta de que no lo está haciendo bien e intenta corregir su actitud.
ResponderEliminar¡Bravo por esas personas que intentan solucionar los problemas y bravo por el micro!
Un beso Mª José.
Malu.
Está bien que se haya dado cuenta a tiempo y decida comer, pues quizá ha adelgazado tanto que por eso no la ven cuando está en casa!
ResponderEliminarBromas aparte, es triste sentirse invisible...
Un beso