La chispa
Oyó las llaves y apuró la copa.
—¿Empezando sin mí? —dijo él, sonriente.
—Qué va, preparando dos vinitos —disimuló.
Brindaron y bebió casi de trago. Él apenas mojó los labios, que enseguida besaban a su esposa.
Desde la cama aún podía ver su copa. "Qué lenta he estado hoy", lamentó.
—¿Empezando sin mí? —dijo él, sonriente.
—Qué va, preparando dos vinitos —disimuló.
Brindaron y bebió casi de trago. Él apenas mojó los labios, que enseguida besaban a su esposa.
Desde la cama aún podía ver su copa. "Qué lenta he estado hoy", lamentó.
Dudo entre dos posibles interpretaciones. Que la esposa es de las que, tristemente, beben a escondidas para sobrellevar sus penas o que la buena mujer necesita entonarse lo suyo para ser capaz de consumar el obligado débito cohabitacional. Enhorabuena y saludos.
ResponderEliminarEn realidad ambas son compatibles. Bebe para sobrellevar el hecho de que su marido ya no le atrae. ¡Un saludo y gracias!
EliminarLa situación me lleva a pensar que la susodicha esposa es una bebedora más que habitual y que un vinito antes y otro después, le saca varias copas al marido en cada botella. Hoy se ha demorado un tanto y la copa del marido se ha quedado llena en la mesa, supongo que porque este la arrastró al lecho sin darle tiempo. ¿Tal vez muy prosaica la interpretación? Si hay segundas, espero que alguien me las desvele.
ResponderEliminarInteresante propuesta en torno a ese gran amigo que es el buen vino. Saludos, Álex.
Tal y como yo lo he imaginado, la mujer sabe que el marido llega a casa con ganas de mambo, así que se apresura a beber para poder soportarlo, quizá porque cree que su marido no lo aceptaría o porque no quiere afrontar ella misma la realidad. ¡Un saludo y gracias por comentar!
EliminarSí, lo vuelvo a leer y queda claro que su lentitud se refiere a que no ha bebido lo suficiente para enajenarse. Triste historia de demolición emocional y física también, porque no es gratuito beber por no amar, o para poder fingir y soportar el amor. Gracias, Álex
EliminarHombre... También podría ser que le está envenenando poco a poco y hoy no le ha dado tiempo de echar la pócima al vaso. Pero me temo que va a ser lo otro, por el título.
ResponderEliminar¡Uf! Temes bien, me temo, aunque siempre me gusta que interpretéis cosas inesperadas.
EliminarPues a mí Alex me gustaría la interpretación de Patricia, pero pienso que esta mujer necesita entonarse para poder soportar a su marido en el lecho conyugal, ya qué, como muy bien titulas, le falta la chispa para encenderse.
ResponderEliminarAlex me ha gustado esta historia de " dias de vino y rosas".
Un abrazo.
Yo tengo la sensación de que ya ha habido mucho envenenamiento conyugal en esta página, en realidad... ¡Un abrazo y gracias por comentar!
EliminarMe gusta la inclusión del vino como un tercer personaje tácito aunque fundamental en un relato donde el deseo se queda en el fondo de la copa, y quien sabe si también el amor.
ResponderEliminarHas construido una gran historia, Álex; original, densa y repleta de matices. Enhorabuena.
Un abrazo.
Muy acertado lo del deseo en el fondo de la copa, sí señor. ¡Un abrazo y gracias por el comentario!
EliminarAlex, me parece que ella necesita beber hasta alcanzar el punto que le ayude a cumplir con sus obligaciones conyugales o como dice Patricia, le ha echado algo en la copa a su marido pero no ha conseguido que el la beba, intentando que se duerma o se muera porque ya entre ellos ya no existe "la chispa" de antes.
ResponderEliminarSea cual sea la explicación me gustan ambas.
Enhorabuena.
Besos
Así es. Bueno, yo prefiero verle un matiz de que ella quiere proteger al marido, o incluso a sí misma, del hecho de que a ella le falte esa chispa, que les haría replantearse la relación. ¡Un beso y gracias, Pilar!
EliminarLa mujer necesita una o varias copas, una chispa o muchas más chispas de la cuenta para poder ver "fuegos artificiales", es una pena tener que aderezar el día a día con alcohol, con lo bonita que es la chispa de la vida de forma natural.
ResponderEliminarComo siempre, nos dejas una historia potente, la vida de una pareja que se intuye complicada, sin amor, sin deseo (por lo menos por parte de ella) y por ende, sin muchas cosas más importantes para sobrellevar el día a día.
Enhorabuena, querido Álex.
Beso grande.
Malu.
Exactamente. Ya poco me queda por añadir, la verdad (y a qué horas me he puesto a comentar, madre mía...). ¡Un beso y gracias!
EliminarMe quedo con la versión de la falta de chispa que le provoca el marido a la buena señora, que se tiene que entonar con unos vinitos. Un micro muy visual, Álex, felicidades. Un besote.
ResponderEliminarPara eso están los títulos a veces, para guiar la interpretación. ¡Gracias y otro besote!
EliminarMuy triste debe ser la situación de esta pareja. Al parecer la mujer se aplica aquel cuento de: «Sólo ebria te vería guapo».
ResponderEliminarEn fin, quizás las razones de su vicio sean otras, que las hay.
Un saludo afectuoso, estimado Álex.
Pues sí, están en ese abismo entre la falta de chispa y la asimilación de ese nuevo estatus. ¡Un saludo y gracias por comentar!
Eliminar¡Qué pena, uno tanto y otra tan poco! Y me parece a mí que aquí no hay proceso osmótico que nivele la situación por mucho vino que le pongas. Igual si sustituyen el vino por champán, por aquello de las burbujas, o por una conversación sin aditamentos...
ResponderEliminarMe gustan esas sábanas revueltas que no muestras.
Un beso
Tus comentarios son siempre de lo más divertido, Margarita. ¡Un beso y gracias!
EliminarComo siempre, un relato que dice muchas cosas en cincuenta palabras, Álex. La cantidad bebida de vino por cada uno, y la que echa de menos ella, como anestesia ante la indiferencia que le provoca al marido nos cuenta de cómo es la relación de la pareja desde el punto de vista de los dos.
ResponderEliminarElla perdió la chispa y solo puede atenuar esa pérdida, 'achispándose'.
Me encantó también el título.
Un abrazo.
Pablo.
Pues sí, el título me cruzó como un rayo a los pocos segundos de dar por terminado el relato, y es de esos que encajan como una pieza de puzzle. ¡Un abrazo y gracias, Pablo!
EliminarMe gustan esos titulos que nos pueden decir dos cosas diferentes de la historia, por un lado la falt de chispa en la pareja y por otro la necesidad de achispamiento gracias al alcohol.
ResponderEliminarEstá muy bien.
Muchas gracias, Javier. Normalmente procuro que el título ponga el foco en lo que considero clave en el relato, y si es con doble sentido, más rico aún. En este caso "la chispa" la tiene él dentro para con su mujer, y la tiene ella en la copa de vino.
EliminarTodo conlleva un proceso natural, y no me refiero sólo a lo meramente físico. Lo que ayer suscitaba pasión hoy puede resultar tedioso. Lo ideal sería adaptarse a cada momento y fase, que todos tienen su encanto, sin intentar prolongar artificialmente aquello que un día fue y hoy no tiene porqué. El problema es cuando, en la pareja, los ritmos, tiempos y motivaciones evolucionan de modo diferente. Sé que es poco original por mi parte, pero tengo que decirlo: No se puede negar que este relato tiene chispa.
ResponderEliminarUn abrazo, Álex
Pues sí, la pareja de mi relato lo tiene bastante crudo, creo. Yo al menos me los he imaginado muy jóvenes aún, y poco o nada conscientes de lo que sucede en realidad. ¡Un abrazo y gracias por comentar, Ángel!
EliminarEsta pareja ha perdido la pasión, al menos ella necesita su dosis de vino para entregarse a él, quien parece no darse por enterado.
ResponderEliminarUn título muy acertado. Me ha gustado cómo tratas el tema a través del vino y esa copa vacía del final. Un fuerte abrazo, Álex.
Él está demasiado enamorado y acostumbrado como para pensar que su novia se ha convertido en una "borracha" por él, y ella creo que no termina de asimilar su nuevo hábito. ¡Un abrazo y gracias por el comentario!
Eliminar¿Soy yo, o a alguien más se le antojó un platiquín con la esposa al tenor de un par de copas de vino?
ResponderEliminarExcelente relato.
¡Conque le quieres arrebatar la mujer al pobre hombre! O eso me ha parecido leer entre líneas... ¡Gracias por el comentario!
EliminarEsta pareja parece estar muy lejos de su estado de gracia, y pienso que de seguir así la cosa puede degenerar aún más. No parece haber un claro culpable de la situación, ni lo veo necesario tampoco.
ResponderEliminarGran relato, Álex. Manejas extraordinariamente la información, de manera que obligas al análisis de cada frase al tiempo que provocas la reflexión y el debate.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Olvidé decir que a mí también me ha gustado el título.
ResponderEliminarA menudo me resulta más interesante (por realista, quizá) que no haya un malo malísimo ni un protagonista intachable, sino dejar al lector rodeado de tonos de gris, y ya que intente ver cuáles le parecen más claros u oscuros. El título debo reconocer que le va al pelo, eso no me lo negaréis ;-) ¡Un abrazo y gracias, Enrique!
EliminarEste cuento tendría que haber estado en los mejores del mes. Saludos.
ResponderEliminarHombre, eso es mucho decir, pero en realidad mis relatos no son elegibles para la votación, más que nada porque sería demasiado violento para cada miembro del jurado entregarme la puntuación de mi propio relato, y para vosotros en general tener al "jefe" husmeando. Yo además estoy muy a gusto desde la barrera. ¡Un saludo y gracias!
EliminarLa chispa que achispa en este caso no llegó.
ResponderEliminarEn tu línea, gran relato, Álex.
Abrazos.
¡Muchas gracias, Carles! Un abrazo.
EliminarBuenísimo Alex. En la primera lectura me pareció que disimulaba por haber bebido a solas, en la segunda me confirma que bebe para soportar la intimidad con él. Me encantó. Besos.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Carmen! Un beso.
EliminarLa bebida como válvula de escape, en una situación tensa y desagradable. Mientras no se llegue a la adicción, todo irá bien. Buen relato, Alex.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, desde el momento en que necesita el alcohol en su día a día, no sé yo si va todo tan bien... ¡Gracias por comentar, María José!
EliminarMe gusta el título, me gusta el relato, y me da qué pensar. Lo tiene todo para triunfar como relato del mes. Pero... tú mismo has decidido ver qué pasa desde la barrera. Aún así, te seguiremos dando los votos con nuestros comentarios. Abrazos.
ResponderEliminar¡Uy, muchas gracias, Carmen!
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