Shock
El ambiente es aterrador, seres extraños pululan por la sala. No los miro, no quiero verlos. Sólo quiero huir de aquí.
Me aferro a Ma. Ella parece tan afligida como yo, y sin embargo intuyo la traición, su intención de irse y abandonarme aquí, con los monstruos. En esta guardería.
Me aferro a Ma. Ella parece tan afligida como yo, y sin embargo intuyo la traición, su intención de irse y abandonarme aquí, con los monstruos. En esta guardería.
Ah, si pudiéramos meternos en la cabeza de un niño el primer día de guardería, a saber con qué nos encontraríamos. Interesante propuesta ésta que nos dejas, Georges.
ResponderEliminarSaludos
Recuerdo la sensación de orfandad de mi primer día de preescolares. jaja No fui a guardería, pero me imagino que el impacto debe ser menor, deben tener menos conciencia del “abandono”
EliminarCordiales saludos, Carles.
Creo que todos hemos sentido ese temor al abandono cuando nuestros padres nos dejaron solos por primera vez. Lo mismo podríamos decir cuando de mayores tenemos que empezar un trabajo o una labor con una cierta responsabilidad y nos encontramos desamparados en nuestra soledad. Saludos y suerte.
ResponderEliminarA veces en nuestras vidas lo nuevo y desconocido nos atemoriza porque ignoramos qué nos deparará y otras veces nos aterroriza cuando sí sabemos lo que nos espera, como en el matrimonio. Jaja
EliminarCordiales saludos, Jesús.
Y, acurrucado en un rincón, descubrirá a otros traicionados. Se darán la mano y saldrán juntos a explorar el mundo, tal vez, para siempre.
ResponderEliminarAy, qué micro más majico te ha salido, Georges.
Tienes razón, Patricia. El drama durará sólo un momento y luego todo irá bien, Podría ser el principio de unas bellas amistades, como dijo Rick.
EliminarMe alegra el que te haya gustado, y que te hayas detenido a comentar.
Cordiales saludos
Georges, cuando un niño se separa de su madre o padre por primera vez se siente muy angustiado y la guardería le parece un mundo tan grande y amenazante...
ResponderEliminarBuen relato, me ha gustado y me ha sorprendido.
Besos
Si he logrado que te gustara y además te sorprendiera, ¿Qué más puedo pedir?
EliminarBesos, Pilar
Georges has contado muy bien la reacción de un peque cuando llega por primera vez a la guardería. Me encanta cuando el nano dice "intuyo la traición".
ResponderEliminarBuen relato Georges, un abrazo.
Bueno, me alegro que te encantaran esos conceptos aunque sean un poco demasiado abstractos para un peque.
EliminarUn abrazo, Javier.
Aterrador. El primer día de guarde, casi como el de oposiciones, salvando las distancias. Un momento crucial para tantos inocentes que pasarán a la caverna de los monstruos en estos días, nos traes con acierto. Suerte.
ResponderEliminarGracias, Manuel. Sí, es aterrador, pero siempre están los inconscientes que se lo toman como si nada.
EliminarCordiales saludos
No fui yo niño de guardería, sin embargo, nunca olvidaré ese vacío que sentí en las entrañas el primer día de clases.
ResponderEliminarBrillante.
Un abrazo, Georges.
Gracias, Vicente. Es una pena la mala sangre que nos hacemos frente a lo desconocido, cuando después, lo más probable es que nos lo pasemos de P.M.
EliminarUn abrazo para ti.
Muy bien reflejado el pánico infantil frente a lo nuevo y desconocido. En este caso, el primer día de guardería. Todo le resulta terrible y monstruoso. El entorno familiar se siente lejos y eso asusta a cualquiera.
ResponderEliminarEnhorabuena, Georges. Saludos.
Bueno, creo que en realidad no asusta a todos por igual. A unos los aterra pero algunos inconscientes lo llevan bastante bien. Yo estuve entre los primeros .jaja
EliminarSaludos, Ma. José.
Un momento tan terrible como inevitable y necesario, también difícil para los padres, pero no queda otro remedio; más pronto que tarde esos locos bajitos tienen que empezar a lidiar con este mundo y sus cosas.
ResponderEliminarSimpático relato.
Un abrazo, Georges
Tienes razón, Ángel, y en algunos casos es más difícil para los padres que deben dejar en otras manos su mayor tesoro.
EliminarUn abrazo
Georges, reflejas muy bien el sentir del niño en su primer día de abandono familiar. Pronto se aliará con los monstruos y empezará a descubrir el mundo. Lo malo es que ahora aún no lo sabe.
ResponderEliminarBuen micro. Un abrazo.
Gracias, Carmen. Me alegro que te gustara el micro. Me encantó tu comentario.
EliminarUn abrazo
Pobre chico y pobre Ma, que en la mente infantil de su hijo va a quedar como una traidora. Muy bien visto desde dentro ese momento, quizá el primero de tantos de esos que nos van haciendo crecer.
ResponderEliminarUn abrazo, Georges
Como dices, Enrique, es el primer mojón del duro aprendizaje de la vida. Pronto se dará cuenta que su madre no lo traicionó, que hizo lo que tenía que hacer y al día siguiente volverá a concurrir y será menos traumático, ya estará creciendo.
EliminarUn abrazo
Pese a tener ya una buena retahíla de años, recuerdo con nitidez ese primer día de abandono a mis tres recién estrenados años. A los monstruos, como tu pequeño protagonista, ni quise mirarles, pero sí sospeché que me la iban a jugar. :) Me ha gustado mucho esa visión de la experiencia que es la cruda realidad para muchos peques. Un beso, Georges.
ResponderEliminarVeo que tú también estás, como yo, entre quienes no pudieron borrar la impresión que les dejó ese día en que pasamos de ser La niña y El niño a ser simplemente una niña y un niño.
EliminarUn beso, Matrioska
No sé que comentar, tu relato me ha dejado ciertamente en SHOCK. Jajaja es broma. Me gusta como generas un clima, y luego lo conviertes en algo totalmente rutinario, y ese clima de suspense y traición solo pertenece a la mente infantil de tu protagonista.
ResponderEliminarUn saludo,
Visto con los ojos de un adulto es tal cual lo dices, pero para el pobre debutante las cosas no son tan rutinarias ni simples. Jaja
ResponderEliminarUn cordial saludo, Raquel
Supongo que debe de ser algo así; por más que lo intento, no consigo recordarlo :(
ResponderEliminarIngeniosa propuesta.
Un saludo, Georges
Si no consigues recordarlo es que debes ser de los afortunados que no vivieron ese primer día como una tortura, porque esa sensación de abandono no se olvida. Por lo menos yo la tengo muy presente.
ResponderEliminarUn cordial saludo, Margarita.
Precisamente para que el efecto de ese primer distanciamiento de los padres sea menos traumático se hace ahora el periodo de adaptación. Has reflejado muy bien las sensaciones que vive tu pequeño protagonista. Muy acertada la observación que hace de su madre al verla también afligida. Yo recuerdo la pena que sentía esos primeros días al separarme de mis hijas. Un tema muy apropiado para este mes de vuelta al cole. Me ha gustado, Georges. Saludos.
ResponderEliminarLamentablemente, en mi época no había período de adaptación. No fui a guardería, pero el preescolar fue doble horario desde el primer día. Sin anestesia.
EliminarPor haber trabajado en un colegio, conozco muy bien esas “desgarradoras” escenas de despedidas. Las peores eran las de las madres que más se demoraban en retirarse. Y no se limitaban al primer día.
Me alegro que te gustara el micro, Juana.
Un cordial saludo.
Grande, Georges. Yo he vivido los dos casos: el de abandonado y el de 'abandonador'.
ResponderEliminarLos ha clavado con esas metáforas tan bien puestas.
Enhorabuena.
Pablo.
Gracias, Pablo.
EliminarSabes, por mi experiencia te puedo decir que a veces el “abandonado” es el más cruel de los dos y deja al “abandonador” destrozado mientras él a los pocos minutos de la despedida ya se la está pasando bomba.
Un abrazo.
Hola, Georges!! Has narrado a la perfección la pesadilla de tantos y tantos niños que pasan por la guardería o van por vez primera al colegio. Yo recuerdo mi primer día de cole, y no sé porqué pensé que mi madre me había abandonado en aquel sitio frío. La mayor alegría del mundo fue cuando la vi aparecer a la salida. Que alivio!!
ResponderEliminarMuy bueno. Muchos besos.
Hola, Olga!! Sí, ese es un día que, en general, no olvidamos, porque perdemos por primera vez la protección constante de nuestros padres, dejamos de ser el centro del universo y nos enfrentamos al duro mundo exterior, el de “los otros”
EliminarMe alegra que te gustara. Muchos besos para ti.
No te lo vas a creer, pero todavía me acuerdo de mi primer día de cole y hace ya muuuuuuuuuuuuchos años...
ResponderEliminarPerfectamente contado.
Un beso.
Malu.
Por supuesto que lo creo. Ese primer día de guardería o de cole es en general un hecho muy traumático, en el que perdemos por primera vez la protección directa de nuestros padres que nos “abandonan” entre desconocidos, ¡Cómo para no recordarlo!
EliminarGracias por tu comentario, Malu.
Besos