Sin rastro (Relatos triangulares II)
Indudablemente el triángulo alimenticio cambió en el pasaje Los Sargazos gracias a los exquisitos e irresistibles platos de la señora Bermúdez. Además de ayudarlos en su economía, servía de terapia para las constantes infidelidades de su marido, al tiempo que evitaba sobrepoblar el patio con las amantes del señor Bermúdez.
Estos relatos triangulares se están poniendo la mar de interesantes. ¿Nadie busca a las amantes desaparecidas? ¿Recobrarán los Bermúdez la llama de la pasión gracias al nuevo menú? ¿Será el señor Bermúdez el postre?
ResponderEliminarQué intriga.
Un besote, Jean.
Jajajaja, todas esas preguntas y otras, quizás se respondan en la tercera parte (aunque lo más probable que no, jaja).
EliminarSaludos Patricia y un besote enorme para ti.
Casi que me da un poquitín de repelús el ponerme a pensar en los ingredientes, supongo que no solo carnívoros, que configuran esas delicias que con tanto afán y placer elabora la señora Bermúdez. Suerte y saludos.
ResponderEliminarJajaja, hola Jesús, pues yo ni pienso en lo que comen y ni como lo cocinan.
EliminarUn saludo y un gusto verte por acá (te he visto en ENTC).
Doña Belinda es una mujer de armas tomar, y con recursos para todo. No entiendo que su marido tenga tiempo, y ganas, para fijarse en tantas otras con todo lo que da de sí esta anegada esposa.
ResponderEliminarLo cierto es que me tengo que reír, Jean, aunque no esté "el patio para bollos". Eres genial.
Un beso casto y puro, déjaselo bien claro a tu parienta.
Hola Margarita, creo que el marido sabe el valor de su esposa, pues por algo no ha salido huyendo con alguna amante.
EliminarLo el buso casto y puro es más sospechoso, ya que una esposa celosa pensaría "mmm algo ocultan", así que mejor me mandas un beso apasionado y fogoso.
Un beso de fenix para ti.
Saludos!!!
Jean como me dijiste me has aclarado lo del patio, para evitar la superpoblación del mismo la solución que ha tomado es de canibalismo total, bueno mientras nadie se queje. Ya podría el señor Bermudez dejar de ser infiel, por favor.
ResponderEliminarBuen relato Jean, no sé si habrá más, ojalá.
Un abrazo.
Jajaja... ya creo que te adelantas de nuevo para el próximo capitulo.
EliminarQueda un ultimo capitulo.
Saludos y gracias por tus buenos comentarios.
No hay mal que por bien no venga, ahora que no sé yo por las cualidades alimenticias de tamaños pájaros si no precisarán de mucho arte en la cocina, que puntería veo que sobrada
ResponderEliminarHola Pilar, pues si, la mano de la cocinera ayuda mucho en el buen arte de la cocina.
EliminarUn gran saludo y gracias por comentar.
No sé (o no quiero saber) por qué mientras leo está historia resuena en mi cabeza la banda sonora de «Sweeney Todd», debe ser una asociación inconsciente, je, je, je.
ResponderEliminar¡Caramba!, esto está bueno. Espero el otro lado del triángulo.
Enhorabuena, amigo.
Un abrazote.
Jajajaja... ahora hay que ver si la asociación es mental o estomacal.
EliminarGracias Vicente, otro enorme abrazo para ti.
¡Ay, Jean, canibalismo de alta cocina! Son tal para cual está inusual pareja. Lo cierto es que estoy deseando saber cómo acaba este triángulo.
ResponderEliminarFelicidades y un abrazo.
Canibalismo, ah que fuerte suena así, jajaja.
EliminarPues si Carmen,en el próximo finaliza todo, aunque aun no se bien como, jejeje.
Un gran beso y gracias por pasar por aquí.
Saludos.
Jean, la Sra. Bermúdez siempre sabe ver el lado positivo de las cosas y sacar encima provecho económico de ellas. A la vez de elimina rivales, acaba con la superpoblación del patio y de paso ahorra en materia prima para el menú.
ResponderEliminarEsto no puede acabar redondo tratándose de un relato triangular... deseando leer el tercero...
Buen relato Jean.
Besos apretados.
Toda la razón, Berlinda es una mujer ante todo positiva... se necesitan más como ella. Aunque pensándolo bien,no la quisiera de vecina cercana...
EliminarOtro besote enorme para ti, te cuidas.
Saludos.
Coincido con Pilar en que la Sra. Bermúdez es una gran economista del hogar... Me ha gustado mucho tu relato, Jean. Continuará...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola María José, me alegra que te gustará.
EliminarUn gran abrazo para ti y muy agradecido por tus palabras.
Saludos.
Una pareja singular, formada por una cocinera eminente y un marido infiel. Hasta aquí todo entra, más o menos, en los cánones de una cierta normalidad. La diferencia se produce al dejar caer que los ingredientes de esos platos únicos tal vez sean un tanto inusuales. Quedamos a la espera de la segunda entrega para conocer en detalle los pormenores de esa peculiar pirámide alimentaria.
ResponderEliminarUn abrazo, Jean
Hola Ángel, pues esta es la segunda entrega. Queda una tercera por salir.
EliminarGracias por comentar y pasarte por acá. Un admirado abrazo para ti.
Saludos!!!
Disculpa, Jean, tienes razón. Quise decir "siguiente" y puse "segunda". En todo caso, quedo a la espera del desenlace.
EliminarUn abrazo
Los Bermúdez dan para una saga y, desde luego, no dan puntada sin hilo. Han hecho negocio de la debilidad familiar. Y hoy por hoy, con la reputación que tiene la alta cocina, no creas que no sería apreciado un restaurante con delicias caníbales. El asunto es que cada vez cobra mayor interés esta negra crónica de la familia. Saludos, Jean.
ResponderEliminarHola Manuel, ya me imagino que logre fama el restaurante y lo tome alguna gran empresa de comida rápida... uhhhh...
EliminarGracias por comentar y que tengas muy buena semana.
Saludos.
No me extrañaría que la guía Michelín conceda una estrella negra al restaurante de los señores Bermúdez.
ResponderEliminarEsto se está poniendo interesante, Jean. Ya me estoy relamiendo imaginándome los postres.
Saludos cordiales.
Hola Carles, creo que llego un tal Lecter a degustar os platos del restaurante y quedo maravillado, al punto de que sería capaz de matar por la cena.
EliminarGracias por tus comentarios, un saludo enorme para ti.
Desde luego, se han ido a juntar el hambre con las ganas de comer, nunca mejor dicho. Dile a Berlinda que sabemos lo que pasa en su patio y en sus fogones, así que si quiere nuestro silencio, tendrá que pasarnos unos tapper. Estoy deseando saber cómo acaba este par de dos. Me gusta mucho, Jean. Saludos.
ResponderEliminarHola Matrioska, Berlinda te dice que hagas lo que hagas, no se te ocurre meterse con su marido, que sino ahí veras quien tiene el sartén por el mango.
EliminarMe alegro que te guste, un beso para ti.
Saludos.
Desde el título, una genialidad. Sarcástico y muy sutil a la vez.
ResponderEliminarMuy bueno, Jean.
Un abrazo.
Pablo.
Gracias Pablo, el título corresponde al libro "Sin Rastro", la segunda parte de clásico "El Misterio del Triángulo de las Bermudas" que coincido justo con el tipo de historia y todo lo que refleja la trilogía.
EliminarUn gran abrazo y muy agradecido por tu comentario.
Saludos!!!
Muy bueno ese triángulo entre infidelidad, comida y venganza.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Antonio, pues muchas gracias por tus comentarios, una alegría que te guste.
EliminarUn fuerte abrazo.
Saludos.
¿No acabará la señora Bermudez harta de tanto cocinar? Espero ansiosa el desenlace. Muy imaginativo y divertido, Jean. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ju7ana, vi tarde los comentarios que me dejaron... Pues si a tu duda... ella se aburre de todo, jajja.
EliminarSaludos!!!
De entrada, decirte que me gusta que hayas mezclado en estos microcuentos tuyos esos misterios que sé que tanto te gustan –y a mí-, en cuya primera página de los libros que los trataban venía esa cita de Paul Eluard: “Hay otros mundos, pero están en éste”, con una historia de humor negro, y con esos jugosos juegos de palabras y literarios, entre triángulos amorosos y el triángulo de las Bermudas-Bermúdez, todo ello muy ingenioso y muy bien encajado.
ResponderEliminarEn fin, el desenlace puede ser de muchas maneras, incluso quedar abierto, quizá haya alguna desaparición más, de todas formas, y a pesar de que el señor Bermúdez es un crápula rijoso a más no poder, quien tiene la sartén por el mango es la señora Bermúdez, que quizá acabe dando un sartenazo definitivo a su cónyuge.
Quedo a la espera de esa parte final de la historia, mientras sigo con mi periplo por este mar de los Sargazos de las cincuenta palabras.
Un abrazo y enhorabuena, Jean.
Mi querido Enrique, veo tarde el mensaje tuyo. Pues si, se que te gustan esos libros tanto como a mi. Ya llegará el día en que nos sentemos a conversar e intercambiar libros (creo que tengo cerca de 50 de la colección Otros Mundos).
EliminarLe aciertas a todo lo que dices, ya quedo mostrado en el final de la serie.
Un enorme y admirado abrazo.
Juas, juas, canibalismo y dinerillo extra para esta casa. Quiero conocer el desenlace ya mismo.
ResponderEliminarUn beso Jean.
Malu.
Hola Malu, pues vengo del futuro y te digo que el desenlace ya lo puedes ver en 50 palabras, jajaja.
EliminarGracias por comentar y disculpa mi tardanza, se me habían pasado los comentarios.
Buen remate del ‘tríptico’, Jean. Mucho me temo que el señor Bermúdez en nada va a ser absorbido por un Triángulo de las Bermudas manejado por el mismísimo Satanás, o por alguno de sus allegados en las mansiones infernales, con lo cual, tras su criminal periplo, podría decirse que ha encontrado la horma de su zapato.
ResponderEliminarPor otra parte, su diabólica esposa, y quizá nunca mejor dicho, ha sido la más inteligente –como no podía ser de otra manera-, pues lo de liarse con el diablo es una jugada maestra de la que Charles no podía sospechar nada de nada.
En fin, que nos has dado un paseo de lo más macabro en estas tres historias enlazadas, en las que no ha faltado de nada: asesinatos en serie, canibalismo, relaciones sexuales entre una fémina y el diablo, referencias al misterioso e inquietante Triángulo de las Bermudas y el Mar de los Sargazos, y mucho humor, negro, pero mucho humor que, finalmente, es lo que nos tranquiliza y nos hace respirar aliviados.
Mi enhorabuena por estos tres excepcionales relatos que presentan además la dificultad de ser, cada uno de ellos, interesantes y autosuficientes en sí mismos.
Un abrazo.
Gracias Enrique... si que era importante el humor para no hacer una historia muy grotesca, mira que enumerados los "crímenes" suena de lo peor...
EliminarY si, el Triángulo de las Bermudas, los libros dedicados a tan enigmático lugar y sus autores fueron la inspiración para la serie.
Me alegra saber que funciono la idea de hacerlos autónomos entre sí y a la vez parte de la serie.
Creo que la tendré un poco difícil para la siguiente serie.
Un gran abrazo Enrique y gracias por tus fantásticos comentarios.