Sucesos (Breves I)
Un considerable tropel de palabras ha desaparecido repentinamente. Todo apunta a que el colectivo procedía de un acalorado grupo de discusión y que, en el momento de los hechos, llevaba a cabo un intercambio de impresiones. Algunos testigos advirtieron la presencia de un sospechoso viento que merodeaba por los alrededores.
Pues va a ser cierto lo de que las palabras se las lleva el viento.Lo que no sabemos es si cuando deje de soplar las dejará caer o seguirán su vuelo hasta que alguien las recoja y pueda aprovecharlas, si lo merecen, claro. María Jesús, muy bueno. Enhorabuena. Saludos y suerte.
ResponderEliminarMuy bueno, Mª Jesús. Al participar en una discusión enardecida, nuestras palabras y las de nuestros interlocutores parecen formar parte de un enorme torbellino. Tanto que al final lo dicho se aleja mucho del significado original.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente retrato de la actualidad política que nos atormenta, me temo. Va a ser por el viento por lo que se esfuma lo que prometen.
ResponderEliminarMuy bueno, MJ.
Abrazotes.
MJesús como bien indica Jesús en su comentario las palabras se las lleva el viento, no sabemos a donde o si tal vez las haga desaparecer. Creo que en ocasiones valdría la pena que las borrase.
ResponderEliminarBuen relato MJesús, estoy seguro que tus 50palabras permanecerán.
Besos.
MJesús felicidades por estos 30 50palabras, enhorabuena.
Eliminar¡Ay, ay, ay! Algunas palabras se las lleva el viento y otras, debería llevárselas. Pero me temo que este "sospechoso viento" es de otra índole.
ResponderEliminarMucha miga tiene este "Sucesos", mi querida Mª Jesús. Felicidades por cumplir treinta, estás hecha una jovenzuela.
Un beso enorme amiga.
Malu.
Felicidades, tocaya, por tu relato número treinta, es muy agudo. Ya queda menos para los cien.
ResponderEliminarBesito virtual
Me encantan los relatos protagonizados por palabras. Aquí un viento benefactor las ha hecho desaparecer, pues seguro que los interlocutores han abusado de ellas.
ResponderEliminarBuena crítica política. Un abrazo, M.Jesús.
Pues que lo detengan, pero ya; al viento, digo. Que no es la primera vez que se lleva lo que no es suyo. Y además hay testigos.
ResponderEliminarBravo, Mª Jesús.
Un saludo
Buenísimo el tema y el partido que le has sacado al dicho. Lo cierto es que abundamos enormemente en las palabras y luego, si te he dicho no me acuerdo.
ResponderEliminarFenomenal que aquí puedan quedar reflejadas tus cincuenta, estas por mucho que sople el viento dejan su huella. saludos, Mª Jesús.
A las palabras que se escuchan se las lleva el viento, por fortuna, las que se escriben tienen alguna posibilidad más de permanencia. En el caso de ese colectivo, sin duda las protagonistas de tu relato, es mejor que haya sido así, antes que de la discusión acalorada se pase a los hechos. La redacción periodística, como si de una crónica de sucesos se tratara, le añade cierta verosimilitud que parece hacerlo posible.
ResponderEliminarEnhorabuena por esos 30 que llevas tan bien, me alegro de haber coincidido contigo al cumplirlos este mes, aunque seguro que a ti te sientan mejor.
Un abrazo, María Jesús
En ocasiones, quisiéramos no haber dicho algo y, en otras, nos propasamos lanzando discursos que nadie quiere oír. Desde luego, hay palabras que sería obligatorio que se las llevase, a rastras, ese viento que mencionas, María Jesús. Te felicito por tu buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
María José
¡Qué bueno!
ResponderEliminarOriginal juego de palabras...
Yo creo que si viene un poco de brisa quizá traiga en volandas un trozo de papel donde se refugiaron las palabras que faltan, asustadas cuando la discusión subió de tono.
Un beso
Y es que las palabras se las lleva el viento. Y el ingenio nos lo traes tú. ¡Qué decir!, que me ha encantado. Originalidad y maestría a partes iguales.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Muy bueno, María Jesús. Cuántas palabras desaparecen o se transforman en las alas del viento.
ResponderEliminarUn saludo.
Buen comienzo M Jesús, espero ansiosa ver en que termina todo esto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muy bueno este micro en el que el viento, muy oportunamente en este caso, hace desaparecer palabras en tropel pronunciadas bajo la disputa. Felicidades, Mª Jesús. Un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Posiblemente el viento esté algo cansado de esa fama que arrastra. Para los testigos sin duda lo más cómodo era culparlo a él, pero ¿qué les hizo pensar que era sospechoso? A lo mejor fueron excusas del secretario del grupo, que se durmió mientras tomaba nota para el acta y le vino que ni pintado lo del viento, :).
ResponderEliminarInteligente relato, María Jesús, escrito con tu particular gran estilo.
Un fuerte abrazo
Interesante relato, María Jesús, que estos días incluso se puede leer en clave socialista.
ResponderEliminarBromas aparte, me ha encantado. Qué bien medidas las palabras y cómo se nota el mimo que le has puesto.
Besos.
Muy interesante. Lo leí el mes pasado y recuerdo que llamó mi atención su originalidad.
ResponderEliminarVeo que comento demasiado. Seré prudente. No significa que no siga el curso de las cincuenta palabras.