Tu nombre
Desde que te marchaste, dejo abierta la puerta de mi casa por si decides volver. No temo a los ladrones, se fue contigo todo lo que importaba. En este tiempo, han entrado un mendigo y dos gatos a los que doy de comer. A todos los llamo con tu nombre.
¿También te ha engañado a ti, Paloma? Cierra la puerta, atráncala y no permitas que regrese. Pero si lo hace, avísame... Lo estoy buscando.
ResponderEliminarUn abrazo con nombre propio.
Paloma un relato lleno de mucho sentimiento y amor, un amor perdido y que no puede olvidar.
ResponderEliminarPaloma un buen relato, me ha gustado.
Abrazos.
Sensible y sentido relato el que nos dejas, pero quizás sea mejor para tu personaje que se anime y salga ella en lugar de dejar entrar a todo bicho viviente. Suerte y saludos.
ResponderEliminarPreciosa historia de desamor. Ese final me resulta muy melancólico y a acertado.
ResponderEliminarEnhorabuena. Me ha gustado mucho.
Besos.
Pablo
Triste historia la que nos cuentas, el desamor. Ella le sigue amando, recordándolo; para no olvidar le da su nombre a todos los que acoge. Como bien dicen: a un clavo lo saca otro clavo. Quizás se enamore del mendigo, ese chico que trabajaba en un banco y que se quedó en paro; y adopten los gatos... y vivan la vida. Hay que seguir adelante. Bonito micro Paloma. Besos.
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ResponderEliminarAdemás de esa lánguida pesadumbre que implanta el abandono y que tu relato destila magistralmente, también destapa lo destructiva que puede llegar a ser la dependencia que genera el estar acompañado. Decimos de la soledad, pero la compañía la carga el diablo.
Gran relato, Paloma.
Un abrazo.
No parece que tenga vuelta atrás la marcha de aquel a quien tanto quiso y quiere y no le correspondió. Al menos, la acogida de seres necesitados, junto con el tiempo, puede servirle para digerir lo irreparable, hacerse más fuerte, seguir adelante. Ponerle su nombre a todos quizá le vacune, quizá.
ResponderEliminarSencillo y muy ocurrente.
Un abrazo, Paloma
Nota para Álex: Si lees esto y hablando de nombres, el primer apellido de Paloma es "Casado", no "Cadado". Un abrazo también para ti)
¡Vaya! Ya lo he corregido. Cosas del teclado y las prisas con las que he ido estos días... ¡Un abrazo y gracias!
EliminarBello y triste relato de desamor y abandono, hasta el punto de que todo lo que la rodea deje de tener valor para ella. Eso sucede cuando hay un gran dependencia de la persona amada.
ResponderEliminarEnhorabuena Paloma, gran micro!
Besos
Unos con nombre y otros sin él, como en el de Patricia, el desamor bate las puertas tristes del corazón en tu relato. Vibrante.
ResponderEliminarEs tanta la necesidad de verlos, que todos los ojos son los del amado. Una simplificación del mundo que no sé yo si es saludable. Ojalá este personaje pueda salir pronto de esta etapa.
ResponderEliminarSaludos, Paloma.
cincuenta palabras son suficientes para retratar el duelo por la pérdida del ser amado. Pero todo pasa. También el dolor.
ResponderEliminarBuen relato, Paloma.
Quizás sea un error dejar la puerta abierta a alguien que ha querido optar por el alejamiento y el abandono. Comprensible es, por otra parte, que venga a la mente el nombre del amado para emplearlo en otros, al principio. Luego, abrirse a nuevas perspectivas hará que se borre, definitivamente, ese amor fallido.
ResponderEliminarEnhorabuena, Paloma. Besos.
Triste y bello relato de desamor. Su corazón es generoso y acoge a quienes la necesitan. Eso la hace grande en su dolor.
ResponderEliminarUn abrazo, Paloma.
Inconmesurable ese amor que hace llamar a todo con el nombre del ser querido, y en consecuencia, enorme el dolor que su perdida acarrea en tu protagonista. Muy bueno el título también, incrementando con él el sentido dramático y poético del texto.
ResponderEliminarUn abrazo, Paloma
Un sentimiento, el de abandono y desamparo, que has sabido plasmar extraordinariamente en este micro. Tras su lectura nace un suspiro. Felicidades, Paloma. Un beso.
ResponderEliminarSoy una ferviente admiradora tuya, Paloma. Qué simple parece lo que haces.
ResponderEliminarUn saludo
Se fue el ser amado y ya nada importa para tu protagonista. Solo impera el dolor y el definitivo abandono de toda razón, camino a una locura de la que tarde o temprano tendrá que regresar, tiempo al tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Malu.