Un breve instante
Cuando terminó de desnudarla, se quedó atónito ante la belleza de aquella escultural mujer. La veía cada día al salir del trabajo. Siempre quiso conocerla, poder tocarla.
Aunque ya no importe, sabe que ahora tiene una única, breve oportunidad: hasta el momento preciso en que termine de hacerle la autopsia.
Aunque ya no importe, sabe que ahora tiene una única, breve oportunidad: hasta el momento preciso en que termine de hacerle la autopsia.
Una historia macabra que explora diferentes niveles de reacción ante un hecho desafortunado: el ético/profesional, contrastado con el elemental deseo.
ResponderEliminarInteresante cincuenta, Daniel.
Saludos.
Lástima que no se atreviera a abordarla con anterioridad mientras aún estaba a tiempo. Ahora, ha llegado tarde, si es que es un profesional íntegro, claro. Muy bueno, Daniel. Suerte y saludos.
ResponderEliminarMe has matao Daniel. Me estaba encontrando con semejante espécimen femenino en el primer párrafo y veo que un trágico giro de la vida la pone en la fría bandeja del forense. ¡A ver qué hace este tipo! Porque una oportunidad así solo la aprovecha un necrófilo y, con todos mis respetos, me da un poquito de repelús. Tocas con delicadez un tema de alta sensibilidad. Interesante.
ResponderEliminarDaniel este forense nos intriga en el modo que pueda hacerle la autopsia al cadáver de su amor platónico.
ResponderEliminarTal vez como han dicho anteriormente tendría que haber intentado antes.
Buen relato.
Un abrazo.
No creo que quisiera verla ahí, en el trabajo. Aunque estén a solas y sea bella, no creo que eso es lo que hubiera imaginado para ellos dos
ResponderEliminarCon solo una palabra, en el momento final, cuando ya no queda casi espacio y parece que es inevitable el desenlace, me cambias por completo el estado emocional (por no decir "hormonal") ;) Eso no se hace, Daniel.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Vaya,una variación tétrica de Pigmalión y Galatea, más acorde con los tiempos en que vivimos. Gracias por compartirlo, Daniel.
ResponderEliminarMacabro, sí; da un poquico de repelús, sí... Pero es muy bueno, Daniel.
ResponderEliminarHay que tener cuidado con lo que se desea, porque a veces se consigue, y no siempre -y ahí esta el problema- de la forma en que se había imaginado.
ResponderEliminarMe alegro, Daniel, de tener oportunidad de leer también por aquí otra muestra de tu buen hacer.
Un abrazo
Daniel, hay veces que la vida nos ofrece una oportunidad demasiado tarde.
ResponderEliminarBuen relato con un final macabro.
Ya es demasiado tarde para poder tratar tu protagonista, Daniel, a la persona que deseaba tanto, pero le consuela poder tocarla, aunque esté muerta. Resulta macabro y, a la vez, intenso. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
María José
¡Qué final, Daniel! Ese cambio rotundo me encantó.
ResponderEliminarCuando el deseo en vida se convierte en oportunidad en muerte. Macabro 50, bien llevado hasta ese final que nos desarma el romanticismo.
ResponderEliminarGenial siempre Daniel. Un abrazo.
De lo mejor que he leído Daniel. El giro final es magnífico. Veo en tu personaje a alguien tímido que por deformación profesional ha llegado a sentirse más cómodo con los muertos que con los vivos. Nunca se atrevió a presentarse a aquella escultural mujer, a invitarla a una cerveza, y cuando la vida le dio una oportunidad, ya era tarde. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarQué manera más inesperada y drástica de cambiarnos el sentido de la historia. Muy buen micro, Daniel, has estado muy hábil. Un abrazo.
ResponderEliminarLo leí cuando se puvlicó y me dejó tocado. Ahora que tengo tiempo de comentarlo te digo que me encanto y me sigue encantando. Es de los que, por ahora, más me gustan de este mes. ¡Bravo, Daniel!
ResponderEliminarUn saliudo.
Pablo.
Todo llega, es cuestión de paciencia, de esperar toda una vida.
ResponderEliminarFinal del micro sorprendente.
Suerte.
ResponderEliminarSeguro que siempre imaginó un encuentro menos frío. Bien contado, Daniel, y bien logrados el engaño y la puesta en situación.
Un abrazo.
Jolín, un breve y frío instante...
ResponderEliminarSiento escalofríos, enhorabuena, el micro hace sentir hasta el frío de la sala.
Un beso Daniel.
Malu.