Arma biológica
Mientras agonizaba miraba con satisfacción las luces del puerto. Había llegado, pese a las terribles condiciones del viaje. Los tumores negros de sus axilas habían explotado y la muerte le susurraba al oído dulces palabras. Ahora los cadáveres y las ratas del barco se encargarían de acabar con sus enemigos.
Perraka nos presentas un panorama sombrío, lúgubre, con la llegada de un barco a puerto cargado de muerte.
ResponderEliminarBuen relato Perraka, un abrazo.
Corrosivo. Más que la situación en sí, la actitud del protagonista que glorifica su muerte en virtud del terrible objetivo conseguido. La carga de odio que transporta en su corazón es la verdaderamente mortífera. Las armas son un instrumento aleatorio; el integrismo irracional, sea del color o la bandera que sea, es el que se apodera del raciocinio fundamentando las peores acciones del género humano.
ResponderEliminarA una tinta,estética Sin City, a lo Frank Miller.
Distinto. Saludos, Perraka.
Una nueva forma de ejercer de kamikaze. Es de suponer que el protagonista sería quien guiase ese barco lleno de carga letal, satisfecho por haberlo conducido hasta el puerto enemigo antes de caer él también. Personas dispuestas a inmolarse sabemos que existen, la posibilidad de que se desate una guerra química de imprevisibles consecuencias también. Un relato apocalíptico y sin concesiones.
ResponderEliminarUn saludo
Haces sentir escalofríos con tu relato, Perraka. Ese es el mayor de los méritos que tiene, en mi opinión. Te felicito por ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno Perraka. Una venganza en toda regla.
ResponderEliminarSaludos,
Inquietante planteamiento, Perraka. Cada vez parece más fácil hacer daño.
ResponderEliminarEnhorabuena. Una historia muy bien contada además.
Saludos
Perraka, ese barco ha llegado al puerto de sus enemigos como un arma de destrucción masiva silenciosa y letal. Terrorifico.
ResponderEliminarBien contado
Besos
Misión cumplida la de esta bomba humana, alimento de roedores.
ResponderEliminarHasta aquí el hedor y el horror.
Saludos virtuales, Perraka
Gracias a todos por vuestros comentarios. Pero en realidad mi relato hace referencia a un barco que llega a un puerto cualquiera, que bien podía ser la Venecia del Siglo Xlll proveniente de otra ciudad estado con la que siempre estaba en guerra, con la intención clara de propagar la peste negra por la ciudad, de ahí lo de los tumores en la axilas y lo de que las ratas terminarían el trabajo, ya que las pulgas que portaban fueron las causantes de las grandes plagas del medievo. La peste negra utilizada como primera arma biologíca.
ResponderEliminarPerraka.
Una venganza póstuma y premeditada. La peste bubónica ha causado devastadoras epidemias en la antigüedad. Muy bueno y el título genial.
ResponderEliminarUn saludo.