Cinéfilo
Todas de blanco. Se conocen al entrar en la caja. Alguna se cae por el camino pero las demás no le dan importancia. Cuando recogen al niño le transmiten calor a sus manos por las aristas. Va feliz. Apagan la luz. Lo último que escuchan es: "Papá, quiero más palomitas".
Qué oportuno y bonito homenaje le haces al cine con este tierno y maravilloso texto, Juan Carlos. Me ha gustado mucho. Suerte y un saludo.
ResponderEliminarUna historia salada, por las palomitas, y dulce por el niño. Bonita combinación.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte.
Dan ganas de dejarse llevar por un paquete de palomitas a una sesión vespertina y encadenar visionados hasta la madrugada. Hubo un tiempo que el cine era precisamente lo que evoca tu relato. Un sueño aderezado de palomitas.
ResponderEliminarEvocador. Saludos, Juan Carlos.
Juan Carlos, nos has preparado una excelente tarde de cine. Hoy en día, aunque resulte molesto para muchos, los niños no conciben ver una peli sin palomitas.
ResponderEliminarBien contado.
Besos
El aroma de unas palomitas de maíz recién hechas, la compañía adecuada y una buena película; no necesito más.
ResponderEliminarEntrañable, Juan Carlos.
Saludos.
Juan Carlos al leerte me han entrado ganas de ir al cine con palomitas incluidas, has sabido trasmitir muy bien esa sensación con tu 50palabras.
ResponderEliminarBuen relato Juan Carlos, un abrazo.
Transmiten calor, trabajan en equipo y son compañeras en momentos oscuros de muchas buenas escenas, qué más se puede pedir. Debemos mucho a estos personajes, en modo alguno secundarios, a los que has dedicado un homenaje oportuno y simpático, entroncado con el séptimo arte.
ResponderEliminarUn saludo, Juan Carlos
Cinéfilo empedernido, buena descripción, me encantan las palomitas y cómo lo has descrito.
ResponderEliminarUn beso Juan Carlos.
Malu.
Una de vaqueros con unas palomitas y una botella de agua, que la sal de sed. En la sala me he quedado viendo la película.
ResponderEliminarJuan Carlos, ponme otra.
Gracias por compartirlo, Juan Carlos. Una manera distinta de ver cine 😉, donde la peli se ve desde la pantalla a la butaca.
ResponderEliminarSalut.
Palomitas. Muy bonito.
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios y por hacerme fácil compartir 50 palabras.
ResponderEliminarLas palomitas no saben igual si no se comen en una sesión de cine... ¡definitivamente, no! Me ha encantado tu relato, Juan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay me encanta!!! Enhorabuena por este micro tan original. Me llevó al cine de pequeña con un paquete de palomitas. Besos
ResponderEliminarQué ternurita. Lo de la caja me daba que sospechar. Muy bien.
ResponderEliminarSencillamente genial, Juan Carlos. Me ha encantado.
ResponderEliminarHe leído el título; después he comenzado a leer el relato y no entendía nada, hasta que llegué al final.
Te ha salido un microrrelato redondo y perfecto. El título necesita del texto y viceversa para darle sentido al todo. Te felicito.