Continuidad en las calles
Se paró en la vereda al verse reflejada sobre el escaparate, entre los destellos de una columna de televisores. En una habitación blanca, Henry Fonda hostigaba a Tony Curtis mientras este rememoraba nervioso. Ella aprovechó para retocarse el pelo. Sintió una fuerte opresión en la garganta. Cayó ante su imagen.
Jesús genial relato, he ido a mi amigo google y le he preguntado por una película en la que salieran los dos actores que nombras y me has dejado asombrado, que bueno. No dire el título para no desvelar el secreto al resto de compañeros.
ResponderEliminarY el título de tu relato muy bueno, nos haces ver como la película continua en la realidad cuando tu protagonista es estrangulada y no digo más...
Jesús muy buen relato, redondo en su conjunto, me ha gustado mucho, mucha suerte.
Un abrazo.
Muchas gracias, Javier, por tus siempre animosos comentarios. He tratado de hacer un homenaje a Cortázar apropiándome de su idea sobre una continuidad entre una ficción y la realidad, despues de leer su cuento "Continuidad de los parques". Con las limitaciones que nos supone, a veces, usar cincuenta palabras pensé que sería mejor una peli la que pudiera servir para esa continiudad. Saludos.
EliminarYo también he tenido que documentarme, Jesús. A más de uno nos vas a poner delante de la tele este sábado lluvioso, no es mal plan. No la conocía, pero tiene muy buena pinta y además es mi género preferido.
ResponderEliminarEl título es un fantástico homenaje a Cortázar.
Un abrazo y enhorabuena.
Muchas gracias, Asun, por tu amables palabras. Aparte del título he aprovechado la idea que podemos ver en la superficie (no me meto en posibles explicaciones técnicas que desconozco)de su cuento. La película la vi de nuevo cuando me decidí a escribir este micro para refrescar recuerdos y creo que merece la pena un visionado. Saludos.
EliminarMe gusta que homenajees a Julio Cortázar, Jesús, y que lo hagas en tu estilo personal y brillante. ¡Felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde que sigo la página he visto bastantes homenajes literarios a autores y artistas varios. ¿Por qué no tratar de hacer yo lo mismo? Aún con mis limitaciones, eso he hecho. Gracias por el comentario, María José. Un saludo.
Eliminar¡Hala, qué bueno! Aún me acuerdo de cómo me impresionó esa película cuando la vi de pequeña. Y el toque de que Tony traspase la pantalla y continúe su labor en las calles, todavía, es sublime.
ResponderEliminarAplausos grandes, Jesús.
P.D. Hay otro asesino vengativo que os echa de menos.
Muchas gracias, Patricia. Al verla de nuevo, esa impresión que nos causó la primera vez creo que ya no va a ser la misma. Estamos demasiado acostumbrados a desgracias sin fin en la realidad de las pantallas. Pero creo que merece un revisionado para fijarnos en otras cosas. En micaso, es una excusa para mi modesto homenaje a Cortázar. Saludos.
EliminarMuy bueno Jesús, mientras el inocente confiesa, el verdadero asesino anda suelto por las calles, como en el chiste de Gila: "Alguien ha matado a alguien!". Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe, por tu sagaz comentario. Yo, totalmente metido en mi idea de que lo que ocurriera en la pantalla se mezclara con la realidad, siguiendo a Cortázar, ni siquiera pensé en la posibilidad que apuntas tan atinadamente. saludos.
EliminarJesús, me gustó. Esa película la recuerdo perfectamente y me impresionó. Muy original e ingenioso tu micro.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Pablo.
Gracias mil, Pablo, por tu lectura y comentario. Algo del posible ingenio y originalidad del texto hay que dárselo a Cortázar, por la idea. Saludos.
EliminarEs un relato muy original, que tiene reminiscencias de La continuidad de los parques del genial Julio Cortázar (mi cuentista de cabecera). Reconozco que no vi esa película, pero San Google nos lo cuenta todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Disculpame (así sin acento porque soy porteña).
EliminarEscribo mis comentarios sin leer los anteriores para no sentirme influida por ellos. Lo hago a posteriori y descubro que, en efecto, es un homenaje a J.C.
:)
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ResponderEliminarMuchas gracias, Lu, por dedicarme tus palabras. Tras leer ese cuento pensé en hacer uno sobre la idea general que nos muestra. La película, aunque con efectos novedosos en su estreno, como es el de partir la imagen de la pantalla en varias escenas, y ahora anticuados, aguanta bien una revisión. Además, los actores son muy buenos. Un saludo.
EliminarEn estos tiempos de consumo rápido, en los que aparecen propuestas literarias o cinematográficas que pronto olvidamos, traer a colación dos pequeñas obras de calidad indudable, que merecen ser revisitadas, es un gran acierto, más aún si ambas ficciones se entrelazan para crear una sola, diferente y renovada, con esa opresión final en la garganta. Todo homenaje a Cortazar no hace sino corroborar su vigencia. A nivel personal, era imposible que tu buen relato me dejase indiferente, pues al identificar ambas obras me he dado cuenta de que disfruté de ellas hace ya mucho tiempo, con todo lo que conlleva, como también que lo bueno permanece.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Muchas gracias, Ángel,por dedicarme tu tiempo y tus palbras. Estoy de acuerdo con lo que nos dices. Que algo aún siga dando que hablar y escribir, sin imposiciones por el medio, durante mucho tiempo, supone que ese algo realmente lo merece. Otra cosa es que nos metan por los ojos, por los múltiples intereses espurios que se puedan dar, las aparentes bondades de cualquier bazofia. Y me da la impresión de todos caemos en eso. Aceptamos como bueno lo que algunos nos dicen que es bueno. Hace años se decía mucho como sinónimo de verdad: salió en el periódico. Ya. Un saludo.
ResponderEliminarMuy original y bien escrito tu relato que me impulsa a ver esa película que no recuerdo.
ResponderEliminarUn cordial saludo, Jesús.
Para eso tenemos al Mr. Google casi siempre dispuesto. Muchas gracias, Georges, por comentar. Un saludo también para ti.
EliminarJesús, muy logrado tu homenaje a Cortázar. Ese transpasar la acción la pantalla es muy original. Enhorabuena!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Pilar, por leer y dejarme tu amable comentario. Saludos.
EliminarContinuidad de los parques, de las calles, de la ficción misma.
ResponderEliminarGran relato, Jesús. Te aplaudo y me despido, no sé por qué, siento que me aprieta la corbata.
Un abrazo.
Aguanta, Vicente. Espero llegar a tiempo de impedir esa desgraciada consecuencia no prevista en mis planes. A ver si rompiendo la pantalla... Ojalá haya funcionado. Muchas gracias, Vicente, por tus comentarios. Saludos.
ResponderEliminarJesús, lo que consigues en tu microcuento es concatenar, al menos, cuatro mundos, el real de la protagonista del microcuento que, a la vez, al ser un microcuento, sería un mundo ficticio, más el mundo de la literatura y el mundo del cine, y, sobre todo, dentro de estos dos últimos mundos, como unas obras se contagian con otras, finalmente, lo que aparece son innumerables imágenes que, como en un juego de espejos, parecen prolongar hasta el infinito las historias posibles, con lo que nos iríamos hasta el ínclito don Jorge Luis Borges.
ResponderEliminarTanto la película como la obra de Cortázar las tengo bastante lejanas en el tiempo, por lo que no me meteré a hacer comentario alguno sobre ellas, porque sería banal, nuestra pobre memoria necesita, de vez en cuando, un chute para recordar lo que en su día parece que tenía fresco y, a veces, llega a tal punto nuestra decadencia física que ya no hay chute que valga, por no decir que, finalmente, todo se va a la papelera de reciclaje donde la señora de la guadaña pica en vaciar.
En definitiva, un gran microcuento, muy logrado, en el que, como los hermanos Marx en su camarote, has metido muchas cosas, mis felicitaciones y un abrazo.
Muchas gracias, Enrique, por dejarme esa palabras tan bonitas y creo que un tanto exageradas. Soy un simple aficionadillo sin demasiada experiencia, no como la mayoría de los que nos comentáis con tanta asiduidad y cariño. Un saludo.
ResponderEliminarDe obligada relectura, Jesús. Por la simple razón de que me pillas en bragas (válgame la vulgar expresión). Leído de primeras, me quedé pez. Luego recurrí a los comentarios, que calmaron mi desasosiego y ya, vi un juego complejo que se ejercita la mar de bien. Pero sería feo, poco fiel, indecencia de cincuentista, felicitarte sin entender, sin proceder a releer a rebuscar la filmografía que olvidé, o que no vi.
ResponderEliminarLeído después de leer los comentarios. Es grande la empresa, por lo que se sopesa. Ya te diré.
Un abrazo. Sigue escribiendo así de bien.
Vengo de estar con google, Jesús; me ha refrescado que la vi y la leí, pero hace tanto!!!!
EliminarNo sabía de mí que había ya cubierto tantos años; si me parece que fue ayer...si me parece que hoy sigo siendo un niño...¡o es que me engaño?
Estupendo, bien casada la complejidad de referencias. Aunque no me acordaba de la peli al leer el relato por primera vez, ahora que me acuerdo, me impactó sobre manera en su momento, cómo podía un ser estar enajenado de sus actos y de sus consecuencias. Curioso que olvidé los actores, el director... y del cuento, lo olvidé entre las lecturas del ayer. De él son otros, los que más frecuento, mas son tantos...qué te voy a contar.
Felicitaciones. Logrado.
Muchas gracias, Manuel, por tus comentarios. El que este texto haya conseguido hacerte evocar, para bien, algo con lo que has disfrutado en aquellos tiempos, seguro que no tan lejanos, ya supone un gran orgullo y satisfacción para mí. Un saludo.
ResponderEliminarMuy logrado Jesús, la imagen que generas demuestra un gran nivel. Sería una fantástica escena, con un grandisimo plano. Yo me la he imaginado muy años 40 con un potente movimiento de cámara, que termina en un plano detalle. Y bueno como apasionada del tema "Serial Killer", y las mentes criminales, pues aún más me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo
Me alegra que te haya gustado, Raquel. Muchas gracias por leer y comentar. Saludos.
EliminarDicen que el estrangulador de Boston es el equivalente norteamericano al Jack el destripador inglés. En fin, que es un clásico entre los asesinos en serie, y además se supone que tenía imitadores. Con lo que tu relato adquiriría otro giro de tuerca... Si que me ha gustado siii.
EliminarGracias de nuevo, Raquel, por comentar. Un saludo.
EliminarYo tampoco recordaba la película, Jesús. La fusión de imágenes que has elaborado, como en el cuento de Cortázar, es secillamente genial.
ResponderEliminarUn micro sobresaliente. Enhorabuena y un abrazo.
Muchísimas gracias, Carmen, por leerme y por tus amables palabras. Un saludo.
EliminarMuy bien arropado el reflejo de la realidad en el espejo de la ficción, el desafortunado encuentro entre ambos planos de la percepción en un texto tan corto que además incluye un doble homenaje al cine y a la literatura.
ResponderEliminarTe ha quedado real y fantásticamente redondo, Jesús. Enhorabuena.
Un abrazo.
Muchas gracias, Antonio, por comentarme con tus amables palabras. Saludos.
ResponderEliminarEs un placer leer micros como el tuyo, todo un homenaje literario y de pantalla en tan solo 50 palabras. Un reflejo que ahoga solo con leerlo.
ResponderEliminarGenial Jesús, las letras te quieren.
Un beso.
Muchas gracias, Mª Belén, por leer y comentarme con tan amables palabras. Un saludo.
ResponderEliminar¡WOW, vaya escena Jesús! No he visto la película, me dejas con las ganas, lo anotaré para verla lo antes posible. Mientras tanto, voy cautelosa, un asesino anda suelto.
ResponderEliminarEnhorabuena, un beso.
Malu.
Muchas gracias por leer y comentar, Malu. Un saludo.
ResponderEliminarYo también he recurrido a Internet para saber de qué película se trataba. Has tenido una idea genial mezclando la ficción con la realidad en el micro. No he leído esa obra de Cortázar en la que te inspiraste, la verdad. De todas formas, me ha encantado cómo lo has contado. Felicidades y un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juana, por tu comentario y lectura. saludos.
ResponderEliminarCreo que no he visto la película, si la vi sería hace tanto que ni me acuerdo. El micro es formidable y muy potente, enhorabuena, Jesús. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matrioska, por leerme y dejar tus amables palabras. Un saludo.
ResponderEliminarA menudo nos quejamos de la realidad, pero al menos en ella estamos a salvo de las múltiples calamidades que nos muestra la ficción. O eso parece, porque tras leer tu estupendo relato la inseguridad se apodera del lector. Veo por los comentarios anteriores que con él haces un doble homenaje, literario y cinematográfico, cosa que lo hace aún más interesante.
ResponderEliminarEnhorabuena, Jesús, y un abrazo
Muchas gracias, Enrique por tu lectura y cariñoso comentario. Un saludo.
EliminarSr. Garabato:
ResponderEliminarDe nuevo, mi ignorancia me limita y no me permite hacerme una idea cabal de la magnitud de su relato, pero a la vista de los comentarios precedentes, le reconozco el mérito y me anoto en mi libreta de deberes pendientes leer, al menos, el cuento de Cortázar.
Saludos cordiales.
Don Carles: Muchas gracias por su comentario. Más que un deber es una satisfacción leer el relato. Está en internet y debe ocupar una página. Un saludo.
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