El doble de yo
—Soy el doble de yo. Sí, sí, el doble de yo. Te lo digo a ti, mi público de primera fila.
¿Tuve público alguna vez? Nunca lo sabré.
¿Qué es el saber? Nunca podré saberlo porque nunca supe nada.
Sólo sé que soy el doble trago de ti, mi botella.
¿Tuve público alguna vez? Nunca lo sabré.
¿Qué es el saber? Nunca podré saberlo porque nunca supe nada.
Sólo sé que soy el doble trago de ti, mi botella.
Qué bueno, MJ. Queda un regusto amargo después de leerlo, como el poso de un licor fuerte, envuelto de soledad y amargura. Jo, qué difícil escribir así.
ResponderEliminarToda mi admiración y abrazo, si me permite, señora escritora.
Me amarga haberte amargado el regusto, Patri, pero ¡C'est la vie!, hechicera de letras y cuervos.
EliminarUna lluvia de besitos virtuales.
María Jesús un relato doblemente amargo, por la soledad que destila el protagonista y por esa dependencia de la botella.
ResponderEliminarTal vez un mal final para un actor de la vida que duda si alguna vez alguien le escuchó.
Buen relato María Jesús.
Besos.
Agradezco tu punto de vista , Javier.
EliminarUn saludo
Triste lo que nos cuentas, María jesús. Tu personaje solo sabe o recuerda que necesita de la botella para ser. ¿Dónde habrán quedado aquellos primeros días, se supone , de rosas? Da para pensar. Enhorabuena y suerte. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tocayo, por tu apreciación
EliminarUn saludo
Este beodo razonador nos pone muy alto el listón de la duda metafísica. ¿Soy o no soy el que soy? La botella es una mala amiga como consejera, o una amiga genial para desdoblarse, según se mire.
ResponderEliminarNos acerca también a un tema que me interesa bastante que es a la situación del actor ante su público, aunque creo que la pregunta en cuestión es si somos actores en la vida y si hay un público al que interesamos.
Hablaré con mi botella a ver qué dice mi doble, jejej. Interesante planteamiento y muy buena conducción del mismo con cierta referencia hamletiana, "ser o no ser; he ahí la cuestión", a mi entender.
Sin duda, estupendo. Un abrazo, Mª Jesús.
Algo de eso, Manuel. Somos actores en la vida, ya lo dijo Calderón y por si fuera poco, nos inventamos teatros para representarnos a nosotros mismos o a nuestras fantasías que somos incapaces de llevar a cabo en la práctica.
Eliminar¿Te gusta, o participas en el mundo del Teatro?
Es tan apasionante como frustante.
Saludos cordiales
Me apasiona el teatro, o me apasionaba, porque estoy bastante desconectado de él. Porque como dices, tan apasionante es como frustrante. Sin embargo, creo que es el arte que mejor representa la complejidad de los seres humanos.
EliminarSaluditos.
Estoy de acuerdo, el teatro es la condensación del conflicto y la paradoja del personaje (ser humano).
EliminarSaludos virtuales, Manuel
La dualidad del ser, un tema que tocó Poe o Hoffman, también algún beodo que ve doble, mezclado con pensamientos filosóficos nos da este enigmático relato que solo puede llegar a un buen fin con la maestría de tu pluma.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Gracias por tus buenos deseos, Pablo. Creo que te excedes un tanto al proclamarme maestra de la pluma.
EliminarSaludos afectuosos
El alcohol puede tener, entre sus efectos tópicos, la ilusión de duplicar cualquier cosa, hasta uno mismo, de crear un público o auditorio donde no lo había. Todo para tratar de disfrazar una soledad que, pese al engaño etílico, nunca desaparece del todo. Antes o después la realidad caerá encima de tu protagonista con toda su crudeza, cuando su cuerpo se revele mientras trata de asimilar la sustancia nociva. Él, según se desprende de su diálogo-monólogo, lo sabe.
ResponderEliminarUn abrazo, María Jesús
Como siempre, mi agradecimiento por comentar.
EliminarSaludos cordiales.
M. Jesús, tu protagonista bajo los efectos del alcohol se cuestiona quién es. Me recuerda al "Ser o no ser" de Shakespeare. Se deduce que ha debido de ser actor, pero hasta de eso duda.
ResponderEliminarAcabas dejando claro que lo único que sabe es que sigue bebiendo...
Amargo micro, de los que te dejan pensando...
Enhorabuena!
Besos
Sí Pilar, un actor, como todos nosotros, aunque lo ignoremos. Cada uno representa el papel que El Director, le asigna en este drama de vida.
EliminarBesito virtual, Pilar
Qué personaje tan introspectivo nos has pintado, María Jesús. Sus reflexiones van de lo socrático, «Solo sé que no sé nada», a la duda metódica cartesiana.
ResponderEliminarUn micro con un fondo que reluce, como en un botella de licor.
Enhorabuena y buena suerte.
Un abrazo.
Eres muy amable, Vicente. Por tenerme en cuenta en tus comentarios.
EliminarGracias mil.
Profunda amargura tras la persona que bebe para buscarse a sí mismo. La soledad que se pretende disfrazar tras el alcohol, sigue existiendo. Lástima que muchos se den cuenta cuando ya es demasiado tarde. ¡Enhorabuena por tu micro, María Jesús!
ResponderEliminarUn abrazo.
Una reflexión muy profunda, María José
EliminarBesito virtual.
¿El personaje es el trago doble o el borracho frente a su copa delirando sobre sus dudas?
ResponderEliminarEl problema del doble tiene siempre muchas interpretaciones.
Quédate con la interpretación que prefieras. Todo es absolutamente relativo.
EliminarGracias por comentar
M. Jesús, en este monólogo ante una botella traes a colación muchos temas profundos: la duda existencial, la vida como teatro, la soledad humana, la amargura del alcohólico...
ResponderEliminarEnhorabuena por reducirlo a cincuenta palabras. Besos.
Me encanta tu análisis, Carmen. Has sacado muchas cosas inconscientes en mi relato.
ResponderEliminarMil gracias y un besito virtual.
Guau, María Jesús, me ha encantado tu micro. Cuántas veces se habrán enfrentado estas personas a su doble frente a su inseparable espectador de la primera fila. Fantástico. Un beso.
ResponderEliminarMe halaga tu comentario, Matrioska. Eres muy amable.
ResponderEliminarBesito virtual
Hay en toda botella un fondo al que solo se llega desde el fondo de uno mismo.
ResponderEliminarCreo que el protagonista de tu relato ya está en ese fondo. Brindo porque consiga salir a flote.
Un beso, María Jesús.
En nombre de mi prota, mil gracias por tu brindis.
ResponderEliminarsaludos cordiales, Carles
¡WOW! Me parece de lo más interesante tu micro María Jesús. De las mejores cosas que puede hacer el ser humano es cuestionarse, cuestionarlo todo, con botella llena o vacía, el caso es hacerse preguntas y sobre todo, encontrar las respuestas.
ResponderEliminarEnhorabuena, me parece buenísimo, brindo por ello.
Beso grande.
Malu.
Tu comentario me satisface mucho, Malu. Tenía dudas de que resultase demasiado reflexivo.
EliminarOtro beso grande para ti,
El borracho es sólo una copia de sí mismo. Eso al menos interpreto yo al leer tu relato. Un segundo yo al que nadie quiere escuchar y que nada sabe, pues apenas conserva del original la fachada. Aunque quizá ese conocimiento de su propia ignorancia lo convierta en sabio, o al menos en filósofo.
ResponderEliminarMuy buen relato, María Jesús, original donde los haya, y del que tal vez no haya entendido nada.
Un abrazo
Con este micro he querido experimentar, una forma algo distinta de comunicar y cómo lo recibe el lector.
ResponderEliminarMil gracias por tu comentario, Enrique