El peregrino fantástico
"Para la vacuna tuvimos que evitar la destrucción de células del páncreas".
"Tom Hanks no es tan sencillo como sus personajes".
"Este amuleto perteneció a Pizarro, un obsequio del Gobierno de Perú".
A la vuelta, cuanto más se alejaba el tren de Santiago, más nítido se mostraba Antonio, el ferretero.
"Tom Hanks no es tan sencillo como sus personajes".
"Este amuleto perteneció a Pizarro, un obsequio del Gobierno de Perú".
A la vuelta, cuanto más se alejaba el tren de Santiago, más nítido se mostraba Antonio, el ferretero.
Frases robadas, vidas que se escapan, absurdos mundos porque no son el nuestro
ResponderEliminarUn saludo
Dicen que el Camino produce un cambio interior en los peregrinos y que, los que vuelven, no son los mismos que lo iniciaron. Algunos se traen amigos inesperados, por lo que veo. Espero que el tuyo sea de los que inspiran relatos tan fantásticos como éste y que mantienen viva la llama de descubrir nuevos horizontes y comerse el mundo.
ResponderEliminarAunque me parece que eso va impreso en los genes Garáizar.
Un beso fuerte, capitán.
Ostras, Álex. Me tienes muy despistado.
ResponderEliminarVeamos, entiendo que las tres primeras frases son pensamientos y que todos pertenecen a la misma persona, el protagonista, Antonio.
Entiendo también, que el tal Antonio ha hecho el camino de Santiago (aunque también podría ser que Santiago fuera otro personaje).
E imagino que el hecho que sea ferretero tiene alguna relación con el amuleto, pero la referencia a Tom Hanks no sé interpretarla de ningún modo.
Ten por seguro que lo primero que haré el sábado cuando te vea será preguntarte por su significado. Mientras tanto, recibe un abrazo.
Tomando como referente de mi interpretación el título, me arriesgo a mojarme el culo y quedarme sin peces. Si el peregrino es fantástico, puede ser porque en el camino ha ido usurpando personalidades al albur y según con quién se encontraba jugaba a ser quién se sentía ese día. Un día, científico, otro, actor u entendido de cine y, uno más un entendido coleccionista de arte...a la vuelta, vuelta a la realidad, la fantasía va desapareciendo y el ferretero, el Antonio real, comienza a ser nítido en la vida ordinaria.
ResponderEliminarMe has puesto a cavilar, con este bien hallado peregrino, con este disfraz de palabras con que has fantaseado la realidad de Antonio. Genial, señor Garaizar, de libro.
Un abrazo, Álex.
¿Tendrá que ver con tus vacaciones, Álex? ¿Con el cambiar de 'yo' por un tiempo? ¿O quizás conversaciones escuchadas en un tren, la coda de un viaje que ha reafirmado nuestra identidad?
ResponderEliminarSólo preguntar puedo, de momento.
Un abrazo.
Pienso que el protagonista de este relato eres tú, y que el camino que has realizado te ha hecho vivir experiencias fantásticas y conocer personas inolvidables como puede ser Antonio.
ResponderEliminarTal vez este totalmente equivocado, pero la impresión general al leerte es que experiancia que has vivido ha sido única e inolvidable.
Me ha gustado.
Un abrazo y hasta el sábado.
Nunca he hecho el Camino de Santiago, una asignatura pendiente que espero deje de serlo algún día, pero es fácil suponer que tantos días devorando kilómetros, unidos al paisaje y a las personas con las que se convive, hace que el mundo propio se expanda y enriquezca con las vivencias de otros. Siempre permanece algo en la memoria, estamos hechos de nuestras experiencias anteriores, pero inevitablemente la memoria se desprende de los momentos mágicos vividos durante unos días de vacaciones, para volver a reencontrarse con la misma persona que se fue, exigencias de la cruda realidad y de la rutina de cada uno. (A ver si acierto)
ResponderEliminarUn abrazo, Álex, y hasta muy pronto
Álex, a mí tu micro me ha recordado al Ulises de Joyce (que no he leído entero, ni mucho menos), en el que se cuenta los pensamientos o la conversación interna de un peregrino, recordando aquellas conversaciones o pensamientos desordenados que se quedaron por el camino y que, poco a poco, se van escapando cuanto más va acercando a su rutina diaria.
ResponderEliminarEs interesante dejar al lector a partir de un microrrelato, se forme su propia historia.
Un abrazo y hasta el sábado.
Pablo.
Alex, de nuevo nos dejas intentando descifrar tu micro. He de confesarte que estoy despistada. Tu última frase me dice lo mucho que te ha marcado el Camino de Santiago y sus gentes, como Antonio el ferretero.
ResponderEliminarUn nuevo buen micro Alex.
El 5 te dare un gran abrazo y besos.
Pues he atinado poco al escribir el relato, porque el único que lo ha interpretado como era mi intención ha sido Manuel. La clave es por supuesto el título, es un peregrino "fantástico" porque en realidad se inventa identidades, fantasea con la gente con la que se encuentra porque la naturaleza del Camino se lo permite; siempre conoce gente distinta y no la va a volver a ver. Pero al llegar a Santiago y estar en el tren de vuelta a casa, un mes entero de sentirse "especial" se esfuma, cuando se debe enfrentar a su vuelta a la rutina como una persona anónima a la que nadie admira especialmente.
ResponderEliminarEs decir, es un Don Nadie que durante el Camino de Santiago fantaseaba con ser alguien, sencillamente. ¡Pero bueno! La verdad es que no estaba muy contento con la ejecución, quizá debía haberlo contado de otra manera. Muchas gracias a todos por los comentarios, de todas formas, sois muy amables ;-)
A mí me parece que lo contaste de maravilla. Me mojé y encontré la cesta de peces que escondía Antonio bajo el asiento del tren. Olé por mí. Jejje
EliminarMe ratifico. Genial, Álex.
El que Manuel lo haya interpretado correctamente creo que avala su buena factura, aunque yo estaba más con Patricia y otros comentarios en esa línea. Quizá si lo hubieses titulado El peregrino fantasmilla lo habríamos entendido a la primera, pero que habría perdido interés.
ResponderEliminarEnhorabuena, Álex, y hasta el sábado.
Una matrícula de honor para Manuel, yo había interpretado de otra manera, pero con tu aclaración, ya no me saco ni el aprobado raspado... ja, ja, ja...
ResponderEliminarTengo muchas ganas de hacer el camino, que sepas que me das mucha envida, de la sana por supuesto.
Un beso, hasta el sábado.
Malu.