Estupor
—¿Quién es usted? ¿Cómo ha entrado?
—Mírame. No tengas miedo.
—¿Quién es usted? ¿Qué hace en mi cama? ¡Váyase ahora mismo!
—No tengas miedo, Beatriz. Mírame. ¿Me reconoces?
—Creo que... me parece... Sé quién eres, creo.
—Dime, ¿quién soy?
—Eres el hombre con quien estaba soñando.
—Eso es, cariño. Duerme.
—Mírame. No tengas miedo.
—¿Quién es usted? ¿Qué hace en mi cama? ¡Váyase ahora mismo!
—No tengas miedo, Beatriz. Mírame. ¿Me reconoces?
—Creo que... me parece... Sé quién eres, creo.
—Dime, ¿quién soy?
—Eres el hombre con quien estaba soñando.
—Eso es, cariño. Duerme.
En ocasiones los sueños son tan reales que es difícil separarlos de la realidad, y ese despertar nos causa "estupor" como muy bien titulas tu relato.
ResponderEliminarAdemás con tu diálogo tan bien construido nos sitúas muy bien en ese despertar sobresaltado.
Buen relato María José.
Un abrazo.
«¿Es todo lo que vemos o imaginamos
ResponderEliminarun sueño dentro de un sueño?»
—Edgar Allan Poe, «A Dream Within a Dream».
Estupendo juego entre la realidad y el mundo onírico.
Saludos, María José.
Todo sueño es una realidad es una realidad en potencia que nos mira a los ojos deseando que la hagamos posible... al despertar.
ResponderEliminarMuy bueno tu cuento. Enhorabuena. Un abrazo :)
Conocer nuestros miedos nos confiere poder para enfrentarnos a ellos. Una vez identificado, el hombre del sueño vuelve a él cuando ella duerme. Cada cosa en su sitio.
ResponderEliminarUn saludo, María José
Consigues con un vibrante diálogo ilustrar la perplejidad de la paradoja de soñarse despierto y hablar con la persona que quien sueñas. La complejidad de dobleces del relato me parece exquisita y la forma dialogada de expresarlo, un hallazgo.
ResponderEliminarExtremado. Recibe mis saludos, Mª José.
¿Es un sueño dentro de un sueño? ¿El personaje sueña despierto? ¿El personaje con el que sueña está vivo? Veo muchas posibilidades a este micro, enhorabuena Mª Jose.
ResponderEliminarUn beso.
Malu.
Un relato con muchas interpretaciones posibles, como dice Malu. Desde que se estén mezclando sueño y realidad, hasta una posible demencia de Beatriz, que sueña con su ¿marido? sin recordar qué relación les une.
ResponderEliminarMe has dejado pensando y eso siempre me gusta.
Un saludo.
Gracias, Ana. Pensé que nadie iba a coincidir en su interpretación con la intención de mi relato. Por supuesto, que si es así es que no di con las claves necesarias para descifrar su sentido. Así y todo, me encanta ver cómo de unas mismas palabras se pueden sacar tantas sensaciones distintas. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Besitos!
ResponderEliminarPrecioso relato María José. Creo que está dentro de lo mágico. Sueño y realidad, una buena combinación para la vida. Felicidades.
ResponderEliminarM. José, interpreto que Beatriz sufre Alzheimer y ya no recuerda a su marido que duerme a su lado. Para los que sufren de esta enfermedad es muy angustioso y requieren de mucha paciencia para quien los cuida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besos
Es bonito soñar con la persona que tienes al lado, sin ser consciente de ello hasta despertar. Me ha gustado, María José.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un micro que podría tener varias interpretaciones. Yo he querido ver donde no había y me he ido totalmente por otros derroteros pensando que el hombre verdaderamente era un extraño, quizá el título me ha confundido, sin embargo, una vez leída tu explicación, y volviendo a leer los magníficos diálogos, me quedo con ella. Un besazo muy grande, María José.
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