La cocina de la Sabiduría
—Estás preparada: toma, cocina —dijo la maestra mientras le entregaba a Minerva la cuchara de palo.
Minerva observó cautelosamente el gran caldero lleno de agua hirviendo y pasta con forma de letras. Al removerlo todo, cada vez más intensamente, vio combinarse a las letras formando todos los libros del mundo.
Minerva observó cautelosamente el gran caldero lleno de agua hirviendo y pasta con forma de letras. Al removerlo todo, cada vez más intensamente, vio combinarse a las letras formando todos los libros del mundo.
Minerva como diosa de la sabiduría es lógico que al cocinar aparezcan todos los libros del mundo.
ResponderEliminarBuen relato Salvador.
Un abrazo.
Oh, qué bonito.
ResponderEliminarClaro, la gracia y la maravilla es darle forma a esa sucesión de letras. Muy chulo tu relato, Salvador. Suerte y saludos.
ResponderEliminarMucha imaginación has puesto en tu relato, Salvador. Tanta como en todos los libros del mundo.
ResponderEliminarSuerte con lectores y jurado.
Ese caldo de cultivo primigenio de palabras y textos consigue un sabroso relato con aroma mitológico, Salvador. Da gusto catarlo, leerlo y saborearlo.
ResponderEliminarSaludos.
Ya nos gustaría poder nutrirnos del contenido de ese caldero, pero eso debe quedar reservado a los dioses. Los mortales habremos de conformarnos con algunas gotas.
ResponderEliminarUn saludo, Salvador
¡Fantástico! Un viento mitológico lleno de poesía. Salvador, sin duda te invitaron a tomar un plato de esa sopa.
ResponderEliminarMuy bonito y muy imaginativo. Seguro que de esa sopa has extraído tu micro, Salvador.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡En serio, todos los libros del mundo! Quiero un poco de esa sopa para que me ayude a darle forma a uno de mis libros.
ResponderEliminarGenial microrrelato, Salvador, me ha encantado.
Un saludo.
Un plato de sopa para mí. Me encanta tu plato de cincuenta palabras. Un abrazo grande.
ResponderEliminarYo también quiero algo de esa sopa inspirado. Magnífico relato, Salvador. Enhorabuena. Un saludo. Gloria
ResponderEliminarSalvador, nos muestras el origen de todos los libros en manos de Minerva, la diosa de la sabiduría.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos
Deliciosa sopa! Tu relato es todo un alarde de imaginación. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo
Una historia y una narración muy bellas. Felicidades, Salvador. Un saludo.
ResponderEliminarAh, será por eso que, a veces, cuando me siento a escribir, me llega un olor como de sopa... Toda la vida pensando que era la vecina.
ResponderEliminarSaludos, Salvador
De mis platos preferidos y ahora en invierno, más todavía, ¿será por eso que tengo más inspiración en otoño e invierno?
ResponderEliminarUn beso Salvador.
Malu.