Lobos
Cuando los primeros rayos del sol comienzan a desgarrar las nieblas del páramo, aún se escuchan, lejanos, sus aullidos. El hombre se levanta aturdido del suelo, mira sus ropas desgarradas y húmedas de sangre y se palpa la herida que han dejado unos colmillos afilados. Nunca se ha sentido mejor.
Me encanta cómo dibujas el entorno de la escena. La historia es de las que me gustan. Está muy requetebién escrito. Ahora, a esperar que llegue la luna llena.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Este hombre lobo disfruta y es feliz de ser como es.
ResponderEliminarPaloma me ha encantado sobre todo tu primera frase de arranque del relato, es una fotografía.
Buen relato Paloma.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo con Javier en que la primera frase es magistral y bellísima. En conjunto, es un gran relato. Te felicito, Paloma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una nueva vida, nuevas facultades. Siempre se ha contado desde un punto negativo pero... efectivamente, no tiene por qué ser necesariamente aunque tenga sus inconvenientes.
ResponderEliminarComienzo evocador de tu relato que me trae a la memoria la imagen soberbia de estos animales aullando libres aun al borde de la extinción; luego ese giro sustantivo que nos presenta al hombre lobo, que no es sino una encarnación de los instintos más primarios de bestia que habitan aún en nosotros. La bestia rebelde a la que le gustaría vivir en libertad.
ResponderEliminarRelato feroz. Felicidades, Paloma.
Qué maravilla de texto. Pues a lo mejor el hombre ahora, realmente consigue disfrutar de la vida en su nuevo estado, seguramente quitándosela a otros. Cuando, en algún sitio, oigo o leo cualquier cosa sobre un páramo siempre me vienen a la cabeza los relatos de Sherlock Holmes y, sobre todo, ese sabueso... Enhorabuena, Paloma. Saludos y suerte.
ResponderEliminarMuy interesante tu visión sobre la primera vez de un hombre lobo. Es un texto muy vívido, lo has recreado muy bien. Sigue así, es un deleite leerte amiga Paloma. Me gustan los lobos,aunque su leyenda sea por suerte solo un mito. Abrazos.
ResponderEliminarUn hombre lobo en cincuenta, la próxima luna llena es el 16 de octubre, ¡todavía tenemos tiempo para prepararnos!
ResponderEliminarMuy visual, Paloma.
Un beso.
Malu.
Como dirían los Monty Python, ¡Mira el lado positivo de la vida! Me has recordado su canción: https://www.youtube.com/watch?v=P-7moc6I9Jg
ResponderEliminarUn beso, Paloma.
Paloma . Tu sello y tu sorpresa final, inconfundibles.
ResponderEliminarMagnifico simil.
Besito virtual
Muy bien, Paloma, genial descripción de la licantropía incipiente. Me ha venido a la cabeza la película «Wolf», protagonizada por el gran Jack Nicholson.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mitad hombre y mitad depredador, tu licántropo nos enseña que para encontrarse bien primero hay que sentirse mal, dando por bien recibidos los mordiscos y desgarrones. pero luego parece que todo es placentero, a no ser que se tengan escrúpulos de hacer a otros lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paloma
En un entorno bellamente descrito el hombre lobo despierta satisfecho de ser quien es.
ResponderEliminarMe ha encantado esta nueva visión, Paloma. Un beso.
Bella descripción de una vida incipiente y diferente. El problema es cómo va a sobrevivir ahora entre los hombres. Buen micro. Paloma
ResponderEliminarPaloma, nos describes el nacimiento de un hombre lobo. Parece que se siente fuerte. Habrá que estar alerta la próxima luna llena...
ResponderEliminarMuy bien escrito. Enhorabuena!
Besos
Es un relato que recoge el temperamento que exuda lo instintivo, el irracional comportamiento animal y te deja empapado de escarcha mientras el aliento se confunde con la niebla.
ResponderEliminarUna historia transmitida de una forma muy intensa, Paloma. Enhorabuena.
Un saludo.
Describes el nacimiento de una nueva criatura que se convertirá en sanguinaria y peluda, pero lo tratas con tanta suavidad, que hasta dan ganas de estar presente contemplando la escena. Una narración impecable, Paloma, felicidades y un beso.
ResponderEliminaruna historia de terror, y de hombres-lobos!!!estupendo Paloma,ha quedado magistralmente en 50 palabras.
ResponderEliminarMis felicitaciones y enhorabuena.
La esencia del mito del hombre lobo no es sólo la confrontación entre el hombre y la bestia, también es, en cierto modo, un canto a la transgresión, a la libertad en suma, y tú, Paloma, has sabido sintetizar estupendamente esa faceta del mito.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Gran efecto el que logras con esa última frase, realzando el bello texto que la precede y dando una visión clara de las nuevas circunstancias vitales del personaje sin necesidad de que el lector sepa nada de licantropía.
ResponderEliminarMuy bueno, Paloma.