Triste soledad
Y al llegar la mañana siguiente seguía muy sola. Miró por la ventana y la lluvia no paraba de caer sobre el jardín.
Una triste melancolía arrasó su corazón.
Agarró con fuerza la ropa de su bebé y poco a poco la oscuridad la inundó. Al fondo una luz brillaba.
Una triste melancolía arrasó su corazón.
Agarró con fuerza la ropa de su bebé y poco a poco la oscuridad la inundó. Al fondo una luz brillaba.
Triste y melancólico relato, tu título lo resume plenamente.
ResponderEliminarParece ser una madre que no logra reponerse a la perdida de un bebé, una experiencia muy dura. Aunque al final dejas un halo de esperanza con tu última frase.
Buen relato Marola, si no me equivoco es tu estreno en 50palabras, por lo tanto bienvenida.
Un abrazo.
Bienvenida, Marola.
ResponderEliminarEnvuelves el relato de un paisaje sombrío que acompaña a la perfección el tema y tan triste que has tocado: la pérdida de un bebé.
Un beso.
Pablo
Bienvenida, Marola.
ResponderEliminarEnvuelves el relato de un paisaje sombrío que acompaña a la perfección el tema y tan triste que has tocado: la pérdida de un bebé.
Un beso.
Pablo
Este relato es una lágrima fresca aún del llanto de esa madre que ha perdido a su bebé. Afortunadamente, también el primer paso hacia la luz, la aceptación del drama y la decisión valiente de continuar adelante. Se desprende tanta autenticidad del texto, que solo puedo, desde aquí, enviar un poco de aliento humano a tu protagonista.
ResponderEliminarBienvenida a cincuenta. Saludos, Marola.
Un hermoso y triste texto el que nos dejas. No se si la luz lejana es un atisbo de esperanza o, por lo contrario, algo que la atrae, irremisible, hacia su fin, que podría ser el deseo de reencontrarse con su bebé, si es que ha llegado a nacer. Suerte y saludos.
ResponderEliminarLas dos primeras líneas me han atrapado por completo. Dibujan la soledad a la perfección.
ResponderEliminarMe inclino a pensar que la protagonista decide ir al encuentro de su bebé. No creo que la luz del fondo sea de esperanza.
Un debut fenomenal, Marola.
Enhorabuena y bienvenida!
Marola, bienvenida a la familia cincuentista.
ResponderEliminarTriste relato que encierra todo el dolor y la soledad que siente por la pérdida de su bebé.
El final de tu micro no augura un final feliz.
Muy bien contado.
Besos
No es bueno recrearse en la tristeza, siempre nos dirán que hay que mirar hacia adelante, pero algo tan desgarrador como la pérdida de un hijo necesita mucho tiempo para poder digerirse, con un periodo de duelo inevitable y necesario, igual que las lágrimas. Aferrarse a esa ropa vacía con unos dedos henchidos de dolor forma parte de todo ello. Esta mujer saldrá adelante, siempre se sale, pero ahora sólo puede haber espacio para la triste soledad.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenida
Dicen, quienes lo han sufrido, que no existe mayor dolor que la pérdida de un hijo. Lo has dibujado muy bien, Marola.
ResponderEliminarUn abrazo y ¡bienvenida!
Muy buen comienzo, Marola.
ResponderEliminarSlds.
He sentido la tristeza de tu personaje, esa que te invade y no deja que te puedas evadir, que se anhida en tu corazón y vive allí por siempre. Yo he pensado que podría ser un aborto no esperado, ya que ese es un tipo de tristeza muy íntimo y persistente, y quizá no tan obvio para el resto del mundo como la muerte de un hijo ya nacido. Por lo que hay más soledad en esa tristeza. O quizá sean rayadas mías.
ResponderEliminarUn saludo Mariola.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios .
ResponderEliminarEncantado de acogerte en la familia cincuentista.
ResponderEliminarHas comenzado con un relato que a base de pinceladas, transmite la profunda tristeza que una madre puede sentir por la pérdida de su bebé. Dejas en el aire la auténtica historia, ésa que solo está el alma de la madre y en la pluma del autor.
Enhorabuena. Te deseo muchos éxitos en este más que concurso.
Un beso.