Una puerta se cierra, otra se abre
Sonaron de nuevo las voces. La mujer, sigilosa, se encaminó hacia ellas. De pronto se detuvo, miró escaleras abajo. Entonces cayó en cuenta de que esa no parecía su casa. Gentes raras pasaron indiferentes por su lado.
Y creyó escuchar que tenían la loca idea de contactar a un fantasma.
Y creyó escuchar que tenían la loca idea de contactar a un fantasma.
Ruperto no sé si tu protagonista está metida en una pesadilla o por otra parte es ella misma el fantasma, de cualquier forma un relato misterioso, donde como titulas una puerta se cierra y otra se abre, y tu has abierto la puerta de mi imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha recordado a "Los otros", a pesar de que no la he visto entera porque no puedo ser más miedosa...
ResponderEliminarMe gusta el título, le da mucho sentido y el micro remata con tu propósito, enhorabuena.
Malu.
Qué miedo! Muy interesante verlo desde la perspectiva del fantasma. A mí también me ha recordado a "Los otros".
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un saludo.
Supongo que el fantasma era ella. Sí recuerda la peli, pero con una vuelta de tuerca más. Buen relato.
ResponderEliminarNo observan absortos en su mundo sin materia.Es original el punto de vista que utilizas, la extrañeza que provoca en otros mundos el interés obsesivo por el suyo. Dos mundos que se tocan y no se encuentran, pero ¿existen o no existen? Tu relato parece dejárnoslo claro.
ResponderEliminarSaludos, Roberto.
Ruperto, qué difícil debe ser vagar sin saber que has muerto.
ResponderEliminarBien contado.
Besos
Parece que estamos en una sesión de güija, o algo así (yo no he asistido a ninguna). Debe ser descorazonador ser un fantasma, sabiendo que su deseo es estar vivo y ser visible.
ResponderEliminarFelicidades,Ruperto.
Un abrazo.
Este relato me ha recordado mucho a la película los otros. Me gusta el título que has elegido Ruperto.
ResponderEliminarUn saludo
Muy bueno. Como las personas vamos alterando los mundos que nos rodean, crean o acabando con los fantasmas.
ResponderEliminarSí, me gustó
Me gusta esta visión desde la perspectiva de un alma que vaga y oye voces que la reclaman desde un tablero de ouija. Me ha gustado mucho, Ruperto. Saludos.
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