Calavera Garbancera
Catrina estaba espléndida con su disfraz de esqueleto y su estola de plumas. La invité a bailar un réquiem e hicimos el amor sobre la piedra mientras un tropel de gente, entre vítores, flores y sollozos, jaleaba el espectáculo al pie de nuestro lecho. Fue un magnífico día de difuntos.
Luis juegas con las palabras, nombras a la Catrina y titulas tu relato como Calavera Garbancera que es como originariamente se conocía a la Catrina.
ResponderEliminarMuy apropiado tu relato para las fechas pasadas.
Buen relato Luis.
Fue un placer conocerte el pasado sábado.
Un abrazo.
He consultado al amigo Google y ya me he enterado de la historia de esa calavera que tantas veces había visto antes. Un relato con regusto mejicano, muy apropiado para los inicios del mes en el que nos encontramos. Hay que ser tan original como tú para imaginar esa escena carnal sin mucha carne, sobre una tumba, en pleno camposanto y con público. Eres un artista, y ya está.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis
Me imagino un baile, una bacanal y toda una fiesta de esqueletos, a través de tu micro. ¡Para que luego digan que los cementerios son serios!
ResponderEliminarUn abrazo.
Luís, una bonita forma de celebrar el día de difuntos, haciendo el amor.
ResponderEliminarMe gustó conocerte el sábado.
Buen micro.
Gracias a los comentarios también me he dado una vuelta por google. Esta bien eso de poder burlarse de todo y de todos, incluida la muerte y lo que representa, al menos durante unos días. Enhorabuena y suerte, Luís. Un saludo.
ResponderEliminarEros y Tánatos siempre van unidos, aunque no siempre montan este surrealista espectáculo.
ResponderEliminarDivertida forma de plantarle cara a la muerte.
Luis, un placer leerte y haberte conocido el sábado. Un abrazo.
Un relato muy apropiado para las fechas recientes, Luis. La Muerte (así, con mayúscula inicial), mientras más colorida, mejor. No hay mejor ofrenda que el amor.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
GRacias a todos. En realidad siempre me ha parecido tan esperpéntico el espectáculo del los actores como el de los espectadores.
ResponderEliminarSi en el cementerio de mi pueblo sucediera eso, no creo que la gente jaleara. Expulsaría a Catrina y a su enamorado a gorrazos.
ResponderEliminarIngenioso.
Saludos, Luis
Luis, como le ha pasado a Ángel, he tenido que consultar en Google para saber qué es la catrina garbancera.
ResponderEliminarAclarado y puesto en contexto, me resulta divertido imaginar la escena, crítica y esperpéntica, en el cementerio...
No volveré a ver igual las calaveras mejicanas! Jajaja
Me parece magnífico tu relato, Luis. Y soberbio tu prólogo del libro.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Margarita. Quise hacer un elogio a los "microcincuenta" sin que fuera un prólogo al uso y cada uno de los diez micros pudieran leerse independientemente. Sé que no te descubro nada, pero lo digo para los que no lo hayan leído. Gracias y un abrazo.
EliminarExcelente cincuenta el tuyo, Luis. Algo surrealista y a la vez tela de simpático (casi para morirse de la risa). A la muerte hay que tratarla así, con cierto cachondeo. En este tratamiento descocado, creo, los mexicanos son unos artistas. Tú acabas de sumarte a ellos.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un cordial saludo.
Gracias, Jose Antonio, Ana, Plácido y todos los que os habéis detenido en este rincón. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantan los absurdos, y más si se cuentan con la fluidez que tú lo has hecho.
ResponderEliminarSaludos
Me encantan algunas cosas de Berlanga. Gracias, María Jesús.
EliminarSi ya lo decía Mecano, que no es serio este cementerio.
ResponderEliminarMuy a lo mejicano en el día 2 de noviembre, día de los fieles difuntos o día de los muertos que dirían ellos, querido Luis. Tú te atreves con todo, como los valientes.
Un besazo.
Malu.
Me atrevo, sí, y además pretendo precisamente hacer cosas distintas. Un micro merece la pena solo si te acuerdas de él pasado un tiempo. Me miras con buenos OJOS. Un beso, Malu.
EliminarComo siempre, consigues que tus micros nos dejen en la mente una potente imagen. Esa parejita, pasándoselo en grande sobre la losa mientras es jaleada, es de lo más esperpéntico. :-) Felicidades y un besote grande, Luis, me encantó charlar un ratito contigo.
ResponderEliminarTe aseguro que a mí me encantó mucho más. Un besazo, Inma
EliminarFue un día de los muertos vivido a concho, jejeje.
ResponderEliminarBuenísimo Luis, mis felicitaciones.