Calling Dead
Los sutiles invasores nos estaban idiotizando, entonces compré un arma para defenderme; fue más fácil que cambiar de compañía telefónica.
Hoy, en mi fiesta de cumpleaños, he matado a los invitados que estaban abducidos mirando sus móviles. Por supuesto, grabé la escena y la compartí en las redes.
Hoy, en mi fiesta de cumpleaños, he matado a los invitados que estaban abducidos mirando sus móviles. Por supuesto, grabé la escena y la compartí en las redes.
Invadidos ya estamos, idiotizados por el móvil también, incluido tu protagonista, ahora bien como siga aniquilando a gente no le va a quedar ni el Tato para poder difundir por las redes sociales.
ResponderEliminarOriginal relato de ciencia ficción, aunque en parte ni es tan ficción ni está lejana en el tiempo.
Buen relato Marca Amarilla, un abrazo.
Muy bueno, Marca. El problema es que los invasores son tan humanos como nosotros. Es evidente que nuestras existencias se están «virtualizando».
ResponderEliminarUn abrazo.
Imagino a tu protagonista adquiriendo una aplicación que, según el título, podría consistir en una llamada que mata a quien la recibe. Él lo hace para evitar que se extienda esa idiotización, sin darse cuenta de que se ha convertido en un instrumento de la misma, que no hay salvación para nadie. Humor negro futurista, aunque con bases muy fundadas en el presente.
ResponderEliminarCuánto tiempo sin leerte.
Un abrazo, Marca ¡campeón!
¡Muy mal! Habría que destruir a los invasores, no matar a los invadidos. Espero por lo menos que hayas conseguido muchos corazones.
ResponderEliminar¡Ay, los móviles! La gente no ve más allá de sus pantallas.
Saludos, Marca
Ja, ja, ja... Desde luego que esto ya no hay quien lo arregle, vivimos en un mundo de locos donde la mayor parte del tiempo la pasamos mirando a una pantalla, ¡así de triste!
ResponderEliminarEnhorabuena, el micro es genial.
Besos.
Malu.
Me vas a perdonar, Marca, pero yo desconecto y me voy, no sea que aún te falte alguna vela por soplar.
ResponderEliminarSaludos
Marca, he visto gente reunida que no se miran y solo se comunican a través de un whatsapp. A veces se nos olvida lo bello que es compartir momentos cara a cara.
ResponderEliminarBuen relato.
Besos
Irónico cinismo asesino que no deja móvil con cabeza. Marca de la casa.
ResponderEliminarSaludos.
Buena inventiva. Un problema tan palpable en las sociedades de hoy en las que abunda el socializar virtual y escasea el real.
ResponderEliminarBravo, bravo y bravo.
ResponderEliminarEn un micro has tocado tres temas dispares y has sabido conjuntarlos a la perfección:
La gran dificultad de cambiar compañía telefónica, el tema de la compra armas y la hipnosis provocada por la pantalla de un móvil.
Para mí, un micro perfecto.
Un abrazo, Marca.
Pablo
No quedarán supervivientes de las tecnologías. Todos estamos abducidos por ellas. Si no ¿que hacemos comentando en una pantalla de ordenador? Jajaja. Muy bueno. Muchos besos.
ResponderEliminarSoy fan de la marca amarilla, tienes un estilazo escribiendo que me encanta, y además le das contenido. No sé que decirte por aquí, has resumido taaaan bien el problema y el perfil de sociedad que planteas. Porque claro tu protagonista está para allá, evidentemente, pero eso existe porque tenemos la sociedad que tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Una crítica muy aguda a las adicciones a las redes sociales y a la era de la automatización. Te felicito. Marca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fabuloso, Marca, empezando por el título y siguiendo por cada frase. Esto que nos está tocando vivir no hay ni por dónde cogerlo, por no hablar de sus consecuencias, para bien y para mal.
ResponderEliminarUn abrazo, genio
Gracias a todas y todos por vuestros comentarios, me quedo sin palabras, ni 50 ni 1... Buenos sí, una sí: GRACIAS!!!
ResponderEliminarIntentaré entrar más a menudo al blog, y participar algo más, pero tengo el tiempo muy justito....
SALUDOS!!!!! ;)
Vaya, no me digas que pasas mucho tiempo conectado. Si es así, tengo la solución empuñada en mi mano derecha.
EliminarJajaja, un abrazo y felicitaciones por tu relato al estilo "conspiracionismo".
Jejeje qué peligro, Jean!!!
EliminarUn saludo!! ;-)