Ciencias inexactas
Empezó con el de pipa, luego con el rubio light, pasó al negro, siguió con los puros habanos y acabó con las colillas que dejaba su padre a medias.
El orden de los productos no altera el factor. En su caso, el de riesgo.
Dejó viuda y dos hijos pequeños.
Dejó viuda y dos hijos pequeños.
Estaba claro que fumándose hasta las colillas de los ceniceros su final era esperado.
ResponderEliminarBuen relato Josep.
Un abrazo
Jose, con esa trayectoria el final es el esperado.
ResponderEliminarBien contado Josep!
Besos
Un mismo producto dañino ha de producir similares consecuencias, con independencia de las formas variadas que adopte. Sin embargo, tu protagonista, fumador empedernido, se ha aferrado erróneamente a una formulación matemática, ideada para otros planteamientos, como justificación de sus costumbres nocivas. El resultado no podía ser otro.
ResponderEliminarUn saludo, Josep
Adicción terrible y necesariamente mortal. Bien contado, Josep.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si hubiera seguido hacia atrás, el micro podría haber terminado así: "Dejó una madre embarazada y un padre lleno de ilusiones".
ResponderEliminarUn buen micro.
Tu juego matemático dice que tenía todos los números. Fumar mata es corto y contundente, pero tu relato le hubiese impresionado más a tu personaje que las fotos de las cajetillas que obviamos. Un saludo.
ResponderEliminarEs cierto que si coges muchos números puede que te toque la lotería, así que mejor no jugar, no.
ResponderEliminarSaludos, Josep.