Crisis de los cuarenta
Timidez hasta los quince. Euforia con veinte. Seguridad al pasar los treinta. Me intimida llegar a tan redondo número y obviar mi madurez sería de irresponsable, pero la cifra imprime carácter y está asustando a mis musas. ¿Seré capaz de escribir este y confesar que ya he cumplido los cuarenta?
Olvídate de crisis y tonterías, los cuarenta son geniales y a partir de ahora empieza lo bueno, date cuenta que tienes la euforía de los veinte multiplicada por dos, la timidez ya casi olvidada y la seguridad va aumentado con los años. Y en cuanto a lo de imprimir carácter puede ser, pero dile a tus musas que de asustarse nada de nada, que como te he dicho empieza lo mejor, y te lo dice uno que los cuarenta hace ya mucho tiempo que los pasó, y que empezó a escribir en serio pasado los cincuenta, y de momento que no me entere yo que mis musas se quejen.
ResponderEliminarMalu me ha gustado tu relato.
Besos.
Malu, FELICIDADES por estos 40 relatos, ya son 2000 palabras escritas de una forma genial.
EliminarMás besos.
Ja, ja, ja, Javier, en realidad, me refiero más a la crisis de los cuarenta relatos, de repente me quedé en blanco y pensé si tendría algún paralelismo con la crisis de los cuarenta años. Y mira, de ahí salió este micro.
EliminarPienso como tú, que los cuarenta, refiriéndonos a años son geniales, pero también te das cuenta de que, en el mejor de los casos, llevas recorrido la mitad del camino y eso, siendo muy catastrofista, puede resultar de lo más angustioso.
Y tengo que felicitarte a ti y a tus musas, has resultado ser un escritor maduro muy interesante, je, je, je...
Un besazo, Javier, recojo tus felicitaciones y espero que nos sigamos leyendo como poco hasta que cumplamos los 90.
Malu.
Madrina, enhorabuena por esos cuarenta relatazos que te has marcado en nuestra comunidad.
ResponderEliminarMe encanta tu relato por lo ingenioso, el paralelismo con las cifras que marcan nuestra vida, y porque está escrito con el corazón que solo tú sabes poner a lo que escribes.
Es imposible que las musas te abandonen porque ellas beben de tus historias. Y no soy exagerado. Me lo han contado ellas:
MALU
Tan solo ha cumplido cuarenta y su cabeza es una fábrica de historias. Las musas, exprimidas de tanto dar, vienen a deleitarse escuchándola. Extasiadas por tan maravillosos relatos, recibiendo lo que ellas siempre dieron, las hadas de la imaginación hace tiempo que decidieron quedarse a vivir con ella para siempre.
Ahí queda la prueba.
Paso tu relato a mi libreta, por supuesto.
Un beso muy grande, mi querida madrina.
Pablo.
Así da gusto tener ahijados...
EliminarVino con un "Alma de ida y vuelta", estábamos instalados casi todos, pero enseguida se hizo un hueco en la familia.
Detrás de Cary Grant sorprendido, encontramos un hombre culto y generoso, que nos robó el corazón, mostrándonos el superhéroe que lleva dentro.
Descubrirlo es admirarlo y conocerlo es quererlo.
Un beso enorme, mi querido ahijado. Tengo que darte la razón en eso de que escribo con el corazón, en lo demás, se nota que eres andaluz, ¡exagerado no, lo siguiente! Ja, ja, ja... pero confieso que me encanta.
Malu.
Mi caso es como el que cuenta Javier. Donde va que pasé ese Rubicón sin tener que hacer nada, solo dejar pasar el tiempo. Y tambien empecé a escribir, eliminando lo de en serio, a los cincuenta y poco. Me gusta mucho tu micro, Malu. Enhorabuena y suerte. Un saludo.
ResponderEliminarPues me anima mucho que me digas esto Jesús. Mis musas se están poniendo muy contentas y ni crisis, ni nada, ya me están lloviendo las ideas, así que voy a dejar de mirarme las arrugas y cojo papel y lápiz para plasmarlo todo.
EliminarMil gracias, un beso grande.
Malu.
Y como tantas veces, don Pablo abriéndonos los ojos. Otra enhorabuena, Malu.
ResponderEliminarPor eso me he cogido a Pablo de ahijado, ja, ja, ja...
EliminarOtra de nada, Jesús.
Una cuarentena maravillosa en tu persona y además eres cuarentona en la escritura de relatos. Que disfrutes mucho de tantas celebraciones y que te quedes muy cerquita de nosotros para que podamos compartirlo contigo. Un bonito micro que refleja muy bien todos esos sentimientos de paso del tiempo. Un beso, Malu.
ResponderEliminarYo solo celebro si es con vosotros, Belén, que si estoy aquí es por seguiros y por todo lo bueno que me aportáis.
EliminarLa cuarentena esta, no sé yo qué decirte, a veces dan bajones, pero es algo inevitable y como dicen por ahí, lo importante es estar.
Beso grande, Belén.
Malu.
Entonces hoy (que es mu cumple), yo me callo, ¿no?
ResponderEliminarLo que te puedo decir es que las musas no creo que te dejen. Quizás tú harás una selección y te quedes sólo con una, pero la mejor.
Entrañable tu relato.
Un fuerte abrazo a la "bola" favorita de la familia cincuentera.
Ja, ja, ja...
EliminarMira que eres, Isidro, tú no te debes callar nunca porque los cumples divinamente.
Y me das una buena idea, hacer una selección y quedarme con lo mejor, tú sí que sabes, bolo.
Un beso bien grande, que cumplas muchos más y que podamos compartir felicitaciones siempre.
Malu.
Felicidades, Malu. La cuarentena de relatos que han brotado de tu magín, no podían quedarse en él y privarnos del deleite de su lectura.
ResponderEliminarAh! Feliz Cumpleaños, Isidro!! (Dicho sea de paso).
Abrazos a los dos.
Muchas gracias María José, estos cuarenta pesan mucho, pero se llevan divinamente, así que estoy dispuesta para afrontar otros tantos con la mayor dignidad posible.
EliminarUn beso fuerte.
Malu.
Es difícil escribir un relato como este. Irradia tanta naturalidad que conecta con el lector por la franqueza de su composición.
ResponderEliminarMalu, me gusta muchísimo. Empezando por el juego de palabras entre las cuarenta historias o primaveras, según se intreprete.
La imaginación no tiene edad. Grandes escritores vieron despuntar sus carreras mucho después de la cuarta década. Además, Sophia Loren tiene 82 y sigue siendo un bombón.
¡Felicidades!
Un abrazo.
Vicente, tan natural como la vida misma. La verdad es que he tratado de escribir lo que sentía, tanto al escribir este cincuenta que hace el número cuarenta en esta casa (no me salía nada coherente), como lo que supone el paso del tiempo, hay un cierto paralelismo o por lo menos a mí me lo pareció, debe ser que hay ciertas cifras que bloquean.
EliminarPor cierto, Tina Turner ha cumplido hace un par de días 77 años, otro cañón.
Eres un amor, mil gracias por pasar siempre y por tus palabras.
Malu.
Salvo por algún problema físico muy severo, del que Dios nos libre, si hay una actividad que se puede seguir haciendo hasta una edad avanzada es escribir, pues nunca se acaba de aprender del todo y las posibilidades son infinitas, aunque a veces nos aterre pensar que las musas no vendrán. Cada edad tiene su encanto y hay personas que tienen tanto que, aunque parezca mentira, ganan con los años. No me cabe duda de que tú eres una de ellas, con mucho que decir y mucho que aportar. Espero tener la suerte de seguirte leyendo y también de coincidir contigo.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Malu
No sé si tengo mucho que aportar, pero sí mucho que decir, ya sabes que no me callo ni debajo del agua, ja, ja, ja...
EliminarY qué acertado eso que dices, que se puede escribir hasta una edad muy avanzada, siempre que tengamos facultades mentales e imaginación seguiremos escribiendo, no me cabe la menor duda de que lo haremos, aunque lo mejor de todo será que nos leeremos y nos comentaremos.
Un beso enorme, mi querido Ángel, espero que sigamos coincidiendo, seguro que sí.
Malu.
¡Vaya crisis más bonica!
ResponderEliminarQué bien lo has contado. Me encanta el tono y las palabras tan adecuadas.
En fin que todas fueran así. Enhorabuena por esa cifra tan redonda...Más es menos y en mi caso menos es más.(relatos-años) je,je,je.En esos te gano.
Besicos Malu
Pues sí que es bien bonica, Carmen. Madurez, belleza, sabiduría, sentatez, libertad...
EliminarY tú claro que me ganas, en lo artista que eres, sobre todo.
Un besazo. Mil gracias.
Malu.
¿Crisis? Queridísima Malu, nos has dejado muy claro que la experiencia es un grado, no en vano eres la cincuentista mujer de más alto rango y mayor número de relatos publicados. Y este cuento cuarentón y molón te ha hecho merecedora del título de Gran Duquesa de las Cincuenta Palabras. Me he reunido yo conmigo misma para otorgártelo, pero, si alguien no está de acuerdo, que avise a sus padrinos y que venga esta noche, a las doce, a los Carmelitas. Yo llevaré las pistolas.
ResponderEliminar¡A por los 50!
Felicidades por tus cuarenta "relatos". Pero Malu como te haces esas preguntas, pues claro que eres capaz de escribir este y otro y todos los que te propongas. Tienes imaginación para rato querida. Un beso fuerte
ResponderEliminarTodavía no me ha quedado claro si los cuarenta se refieren solo a los relatos o también a la edad, aunque tampoco tienes que aclarármelo. Me corroerá la incertidumbre y no podré dormir en varios meses, pero no pasa nada, no te preocupes ;-)
ResponderEliminarAntes de que me olvide, estás super guapérrima en tu nueva foto, no había tenido ocasión de decírtelo, así que no creo yo que la crisis venga por ese lado.
Y después de este inciso, me has dejado "pasmá": a la timidez y a la euforia las conozco personalmente, en cambio a la seguridad siempre la pillo con prisas y ocupada, ¡qué suerte tienes de poder tratar con ella de tú a tú!
La señora madurez ya es un capítulo a parte; yo pensé que llegaba a visitarnos a los sesenta. Y ahora sí que me has desvelado. Lleva mucho retraso, "pa'mí" que ya ni se molesta en venir; ¿tú podrías decirle algo?
Ah, por cierto, tus musas les han confesado a las mías que están aburridas porque apenas haces uso de ellas, y se pasan el día y parte de la noche haciendo calceta y viendo series de televisión; están pensando en quejarse al sindicato. Mujer, déjalas que te hagan alguna tarta y así pasan el rato, y si además se chupan los dedos, se les dulcificará el trato.
Y para terminar, ya has visto que has sido capaz de escribir este y lo que te rondaré, morena.
Pues nada, aquí te espero, en la mesa camilla, con mis alpargatas y mi bata guateada, hasta que cumplas la edad; no intercambiaremos recetas porque yo no uso, pero hablaremos de lo divino y lo humano, del bien y del mal, y contaremos todas las batallitas que hemos ganado y las que nos quedan por luchar.
Un beso envuelto en mucho cariño y ¡Felicidades!
Es más fácil cumplir cuarenta años que cuarenta microrrelatos.
ResponderEliminarFelicidades, Malu
Timidez, euforia y seguridad se han amalgamado en una espléndida madurez en la que tus musas parecen encontrarse enormemente confortables. Yo que tú estaría tranquila, no creo que tu creatividad se vaya a poner en cuarentena, ni que tus musas conozcan crisis alguna, salvo para hacer un estupendo relato con ella.
ResponderEliminarPor cierto, uno de los momentos más gratos que me llevé de la quedada fue nuestra conversación en el pub, precisamente, sobre crisis de los cuarenta y cincuenta, interesante y divertida.
Me encantó conocerte, Malu. Espero que podamos retomar ésta y otras conversaciones.
Un beso con abrazo.
Malú, 40 micros son ya palabras mayores. En cuanto a relatos qué te puedo decir yo, si no he llegado ni a los diez (muy a mi pesar, porque la rutina del día a día me supera). Pero en años ya cumplí los cincuenta y te puedo asegurar que aunque no te lo parezca, los cuarenta son gloriosos.
ResponderEliminarUn beso y felicidades, querida abueladrina.
40 relatos compartidos... a cual mejor!
ResponderEliminarFelicidades Malu!
Querida Malu, quién diría que cumples 40 relatos, con esa carita de niña... desde que ando por esta familia lo paso tan bien que se me ha hecho el tiempo muy corto leyendo relatos tan fantásticos como los tuyos. Sigue escribiendo desde el corazón, que nunca envejece y yo seguiré esperando mes a mes para leer tu nuevo relato.
ResponderEliminarMe ha encantado ese paralelismo entre la edad y los relatos. Muy ingenioso.
Besos muy muy apretados, la cuenta atrás ya ha comenzado para la próxima quedada, y lo sabes...
La edad. Qué buen tema nos pone tu relato sobre el tapete para los que ya hemos realizado esa travesía. Hablar de edad es, indefectiblemente, hablar de tiempo. O de tiempos. Porque la vida nos conjuga en tiempos que fueron y en tiempos que serán y que nosotros concretamos en edades. Luego está esa edad sin tiempo que es el presente, entonces vivimos sin conjugación, libres de ataduras, descalzos, sueltos los cordones de la edad, que solo consiguen atarnos cuando nos recordamos a nosotros el decálogo de lo que se puede y no se puede hacer y pensar con determinada edad. El tiempo acaba ganándonos la partida y atándonos a su cabos mediante el determinismo.
ResponderEliminarPero es puro fingimiento. Libres, la edad no es más que una marca de paso, una piedra en el camino que nos hace de indicador fiable de hacia dónde vamos. Y en todo caso de donde venimos.
Yo creo que tú estás tan viva como tus letras. No tengas cuidado. Saltar la línea de los cuarenta para una microrelatista de tu talla, no es sino pasar al otro lado de las palabras, donde es más profundo y más puro el sentir y también el vivir.
¡Larga vida a las musas de Malu, a su espíritu creador que no conoce edad ni tiempo!
Enhorabuena, querida Malu, por ese cuarentismo cincuentista al que has llegado, así, como el que no quiere la cosa y sin despeinarse ni na. Aunque seguro que dirás que de eso nada, que lo tuyo te ha costado, ¿verdad? Seguro que sí, que todos sabemos el empeño y el talento que pones en ello y los buenísimos resultados conseguidos. Pues eso, que de los años no hablamos. Lo dejamos para la próxima, ¿vale? Besazo y abrazo comprimidos, amiga. ;)
ResponderEliminarMi felicitación por tu relato que a mi me había sugerido que iba de años cumplidos, pero ya he visto que no... aunque también. Así que doble felicitación tocaya. Los aniversarios vienen solitos, aunque no quieras, pero los micros hay que currárselos y dejaros de musas !! que si aparecen y no estás en ello... nada de nada. Se nota que te los trabajas y muy bien, por cierto. Un beso.
ResponderEliminarQuerida Malu, de crisis nada. Los cuarenta micros te sientan como un guante y nos alegran cada mes a esta familia. Seguro que las musas no te desatienden, ni a ti te van a flaquear las fuerzas para seguir escribiendo historias tan frescas como esta. Y, si es por la edad, no te preocupes. Tú respira hondo, hay vida mucho más allá. Te lo digo por experiencia.
ResponderEliminarEn definitiva, que me ha encantado tu micro. La analogía entre los años y los microrrelatos es muy original.
Felicidades dobles. Muchos besos.
ResponderEliminarLa experiencia de escribir en Cincuenta Palabras cobra en tu relato la dimensión de un proceso vital que acaba desembocando en esa crisis por excelencia: !a de los cuarenta. Me atrevería a decir que el rasgo predominante en tus micros es el de la introspección, y este, magnífico ejemplo de ella, me ha recordado otro con el que fuiste ganadora mensual, "Viaje en solitario". Me he pasado a releerlo y me he quedado asombrado, no de su gran calidad, por supuesto, sino de ver que solo te lo comentaron cuatro personas. Eso es algo impensable ahora, y encaja a la perfección con la idea de tu historia. Quiero decir que, al igual que nosotros hemos ido madurando desde nuestro primer envío como autores (y espero que también como personas), también el blog ha sido una suerte de entidad viva, con su propio crecimiento y evolución; nada que no hubiéramos observado ya, pero que tu propuesta nos muestra en alta definición, tiñéndolo además de la humanidad que merece.
Te felicito por tan bello, sensible, entrañable..., y trascendente relato.
En cuanto a lo de la crisis de inspiración que dices, nada, ni caso. Seguramente fue una mala tarde, que ya sabemos que cualquiera la tiene. Hasta tú.
Un fuerte abrazo, querida Malu.
¡Imaginación al poder! Eres de las pioneras que nos va abriendo a los demás las puertas a esas fases creativas y emocionales al ir aportando y sumando fantásticos relatos a la gran cosecha cincuentera. No deberías preocuparte por esa inspiración en la “madurez” de los cuarenta, son más bien tus musas las que temblarían si fueses tú las que les faltara a ellas, como presumo nos pasaría a todos nosotros. ;-) Felicidades, maravillosa Malu. Cuarenta besazos.
ResponderEliminar¿Cuarenta ya? ¡Madre del amor hermoso, cómo pasa el tiempo! ¡Centenaria te quiero, Malu! Porque si has llevado tan bien la cuarentena (sin fiebre ni decaimiento), no puedo imaginarme lo que aún te queda por cumplir. ¡Y que mis ojos lo vean y los lean!
ResponderEliminarTengo abandonado aquello de "Va mi 'Me gusta'", pero lo rescato hoy para ti, porque sé que te gustaba. Y a mí que te gustase.
¡Enhorabuena por este y por todos los anteriores relatos que nos has ido regalando! Así que... ¡Va mi me gusta! Y un beso multiplicado por cuarenta.
¿Crisis de los cuarenta? Eso son leyendas, que no cuentos, y excelentes, que son los que aún te quedan por regalarnos. Muchas felicidades.
ResponderEliminarDivertida forma ingeniarse la creación de un relato, jugar con la crisis de los 40 (años y microrrelatos)... Supongo ahora vendrá la comezón del séptimo año (escribiendo en 50 palabras)...
ResponderEliminarUn beso y mis felicitaciones.
Malu, como tú misma has desvelado, has hecho un juego con tus 40 microcuentos en esta página y esa edad psicológica que dicen que son los 40 años.
ResponderEliminarLo primero podría inscribirse en el temor de los escritores al folio en blanco, o a los períodos en los que no les sale nada. Sobre eso, nosotros tenemos una gran ventaja, pues no somos escritores profesionales que dependen de su pluma para vivir, así que si se nos ocurre algo pues lo escribimos, y si no se nos ocurre nada pues leemos lo que se les ha ocurrido a los demás. Hay tantísimo para leer, y bueno, que escribir casi es una frivolidad.
En cuanto a la crisis de los cuarenta es una tontería, es la tontería de dividir la vida en épocas, en décadas, en artificios que no tienen nada que ver con ella, pues la vida es una y hay que vivirla sin mirar mucho los calendarios, sin obsesionarse con las fechas.
Cumplir años es una bendición que no se le concede a todo el mundo, por eso, hay que saber aprovecharlos, vivirlos con intensidad, pues, como decía aquella frase de la física: lo que se gana en fuerza se pierde en velocidad.
En la vida, lo que se pierde en energía –con el paso del tiempo- se gana en sabiduría si uno ha sabido aprovechar los años.
Enhorabuena por tus cuarenta microcuentos y un abrazo.