Efluvios
Intenta escapar del sopor que lo atrapa, pero es humo arrastrado por el viento. Siente que se asfixia mientras camina en un laberinto de penumbras, cree que está dentro de un sueño, todo es inmaterial. Todo, excepto su cuerpo, tirado en el piso, y la jeringa que pincha la vena.
Beto una terrible pesadilla, pero una cruel realidad, porque lo que tu protagonista siente es real.
ResponderEliminarHas utilizado un lenguaje para describirnos la situación que me ha gustado mucho "humo arrastrado por el viento" "laberinto de penumbras".
Buen relato Beto.
Un abrazo.
Cierto Javier, el mundo de las drogas es una dura y triste realidad para algunos. Me alegra que te guste la manera como lo he contado. Muchas gracias por tu amable comentario.
EliminarSaludos.
Aunque nunca se haya experimentado algo así, tus palabras transportan a lo que deben de ser esas percepciones, entre la realidad y otro plano diferente. Esos efluvios de evasión tienen certificado de caducidad en cuanto el efecto químico se diluya en el organismo. Lo peor, seguro, debe ser el despertar.
ResponderEliminarUn relato descriptivo, efectivo y sensorial.
Un abrazo, Beto
Con solo mirar el aspecto físico de los adictos, uno se imagina lo terrible que debe ser su vida de dependencia; es triste conocer que algunos nunca despiertan. Gracias Ángel, por tu acertado comentario.
EliminarSaludos.
Una válvula de escape temporal, una trampa, eso son las drogas. Tu relato es gráfico y está muy bien escrito, Beto. Evoca a la célebre canción de Pink Floyd, «Comfortably Numb»:
ResponderEliminar«Okay
Just a little pinprick
There'll be no more, ah
But you may feel a little sick
Can you stand up?
I do believe it's working, good
That'll keep you going through the show
Come on it's time to go
There is no pain you are receding
A distant ship, smoke on the horizon
You are only coming through in waves
Your lips move but I can't hear what you're saying
When I was a child
I caught a fleeting glimpse
Out of the corner of my eye
I turned to look but it was gone
I cannot put my finger on it now
The child is grown
The dream is gone
I have become comfortably numb...»
Un abrazo.
Una vez que te enganchas es difícil encontrar el camino de regreso, lo he visto en algunos amigos. Tu referencia a Pink Floyd ha hecho que fuera al cajón donde guardo mis discos de vinilo y allí, todavía, conservo The Wall, no me he resistido y he escuchado “Comfortably Numb”, ese tema me gusta por su solo de guitarra.
EliminarGracias por la lectura y tu documentado comentario.
Saludos.
En una de éstas, el sueño eterno.
ResponderEliminarTurbador micro.
Saludos, Beto
Hola Placido, este 50 palabras está inspirado en la muerte, por sobredosis, del hijo de un compañero de trabajo, era un chico a quien le seguí el rastro desde que estaba en el vientre de su madre, fue muy doloroso para todos los que le conocimos. Para él, el sueño fue eterno.
EliminarGracias por la lectura y el comentario.
Saludos.
Has reflejado muy bien la pesadilla de la adicción, conduciendo el relato entre un vaivén etéreo de sensaciones ficticias hasta clavarnos la realidad más cruda en un final sin contemplaciones.
ResponderEliminarMuy buen relato, Beto. Enhorabuena.
Un saludo.
Gracias Antonio por tus amable comentario, me alegra que considere bueno a este relato.
EliminarSaludos.
Beto, nos describes la terrible sensación que siente un toxicómano en pleno viaje. Un paseo entre la vida y la muerte.
ResponderEliminarBeun relato.
Besos
Es un viaje peligroso, para obtener una falsa sensación de bienestar, terrible.
EliminarGracias Pilar por leerme y dejar su opinión.
Saludos.
De lo etéreo a lo concreto, que golpea con fuerza.
ResponderEliminarMe ha encantado, Beto.
Un saludo
La adicción tiene poco de ficción; yo he intentado imaginar el espacio etéreo, por donde transita el adicto, en su viaje a ninguna parte. Gracias Margarita, por la generosidad de su comentario.
EliminarSaludos.
Terrible historia, recreada con imaginación y crudeza. Te felicito, Beto.
ResponderEliminarUn abrazo.
María José, el mundo de las drogas es terrible, por sus consecuencias. Gracias por la lectura y la amabilidad en su comentario.
EliminarSaludos.
El vuelo del viaje y el duro aterrizaje del toxicómano muy bien contados.
ResponderEliminarFelicidades, Beto. Un abrazo.
Carmen Cano, ese es un viaje que cuando aterrizas, tienes que reabastecerte con la próxima dosis para seguir el vuelo, pero al conseguirla afecta la vida de otras personas, ya que un adicto hace cualquier cosa para drogarse. Gracias por venir hasta estas 50 palabras y dejar su amable comentario.
EliminarSaludos.
Cuando las drogas atrapan la vida se convierte en una terrible pesadilla, y solo cuando esos efluvios corren por las venas les hace sentir flotar en un sueño, lo malo, como le ocurre a tu protagonista, es que muchos nunca vuelven a despertar. Un micro que deja muy mal cuerpo por crudo y por estar muy bien narrado. Felicidades y un saludo, Beto.
ResponderEliminarEstimada Matrioska, su comentario es muy considerado y da en el blanco al reflexionar sobre la adicción. Gracias por acercarse, de nuevo y favorecerme con el honor de su lectura.
EliminarSaludos.
...Huno arrastrado por el viento. Muy buen paralelismo de como se sienten las personas o mejor dicho uno las ve, cuando están atrapadas por la droga.
ResponderEliminarMis felicitaciones por tan excelente relato Beto.
Saludos!