Ofertas en el hipermercado
Cuando llueve salimos a comprar. "¡Me viene grande!". "¡Es pequeño!". "¡No me gusta!". Terminé llevándome un 3x2 y, como mi amiga eligió otro lote similar, nos regalaron dos calendarios de Mr. Pitt.
Aprovechamos la promoción echándole un par. Después comprendimos, con gran satisfacción, por qué algunos productos van por docenas.
Aprovechamos la promoción echándole un par. Después comprendimos, con gran satisfacción, por qué algunos productos van por docenas.
No sé, pero creo imaginar que tus protagonistas se han hecho con una buena colección de calendarios de Mr.Pitt, aunque a lo mejor han acumulado más productos de los necesarios, espero que no sean de caducidad muy próxima.
ResponderEliminarCristina me has sacado una sonrisa con tu relato, y me ha gustado esa utilización de palabras típicas de un hipermercado para contarnos tu relato.
Buen relato Cristina, me ha gustado.
Besos.
El hecho de comprar va asociado a un placer difícil de describir. Nos encanta estrenar cualquier cosa por innecesaria que sea, algo que los estrategas de las ventas conocen bien y saben exprimir, para que salgamos del establecimiento con productos que en principio nos vienen grandes, o pequeños, o que directamente no nos gustan. Al llegar a casa comprendemos la incoherencia que acabamos de cometer, pero no importa, el breve malestar queda solapado bajo la inercia que nos han inoculado de querer comprar más. Y acumulamos y acumulamos. Con un calendario de Mr. Pitt ya hubiera sido suficiente, digo yo.
ResponderEliminarNo estoy seguro de haber interpretado correctamente tu relato, quizá haya algo que se me escape. Ya me dirás.
Un abrazo, Cristina
Las dos protagonistas exclamaron con mucha mucha mucha satisfacción en el cuerpo ¡Aleluya! ... y llovía, ¿qué llovía?. Mirarlo con otros ojos y oídos musicales. Un abrazo a los dos caballeros, Javier y Ángel, que no están de promoción pero son más majos que pa'qué a pesar de no haberlo entendido y se han dignado a poner un comentario a las líneas de esta humilde loca.
ResponderEliminarHola, Cristina,
ResponderEliminarComo sabes los relatos, como las novelas, son una fábrica de interpretaciones. O mi mente es demasiado retorcida (lo más seguro) o me he dejado influir por tu comentario de arriba pero ahora lo he visto un poco..., ¿cómo decirlo?..., de temática adulta (con póster de Brad Pitt incluido). Si no es así, te ruego me disculpes.
De cualquier manera me parece muy bien escrito.
Un saludo.
Tu mente no es demasiado retorcida Vicente. Juego de palabras y de números además, 3x2 de los lotes, jugando, no es 3 "objetos", si lo aplicamos como una multiplicación es 6, más el lote de la amiga, 6+6= 12 y por ahí podría seguir. Un saludo.
ResponderEliminarY yo que pensaba que Mr. Pitt era una marca de comida para perros, y como tu no tienes perro, sino un cerdo vietnamita antisocial y además a ti y a tu amiga os sientan mal los huevos, pues que... ahí os quedáis con vuestras ofertas y sin la pasta. Suerte con tu relato, Cristina. Un saludo.
ResponderEliminar... me he perdido, pero si algo te ha movido a comentar mi relato, sea. Y dos cosas: 1) que esté escrito en primera persona no quiere decir que sea yo y una amiga mía 2) creo que lo de la pasta les da lo mismo, la consideran bien invertida. Un saludo.
EliminarEl problema no es que no haya entendido el micro, sino que lo he interpretado de un significado tan impúdico que me da vergüenza a mí mismo.
ResponderEliminarSaludos, Cristina
A mi también me da vergüenza escribir escenas sentimentales (no lo difundáis mucho por ahí), y ya ésta, de más hondo calado, ni te cuento, pero ha sido una incursión plagada de ironía en un género que no cultivo ni domino... o igual sí. Quizá el tema requería un lenguaje más grueso pero hubiera sido otra cosa que no es lo pretendido. Es solo el aburrimiento en un día lluvioso viendo caer carcajadas. Un saludo Plácido.
EliminarJa, ja, ja... Cristina, reconozco que he tenido que leerlo dos veces, la primera lo entendí de una manera y la segunda, después de las explicaciones, de otra.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Te he hecho reír y eso es lo que pretendía. No es lo que se narra que sucede sino cómo está hecho, vamos, como un chiste de Chiquito de la Calzada, con gracia (para el que se la vea, que no es mi caso, pero me vale para el símil) pero sin sustancia al final. Un beso de mi parte también.
EliminarTiene huevos la cosa, es lo único que tengo claro, Cristina, pero hasta ahí llego. Y ya no sé qué hacer con ellos.
ResponderEliminarEstaré atenta a tus explicaciones porque los números me cuadran, pero con algún decimal.
Un abrazo, Guapa, que te los has ganado con tanta intriga.
En la familia cincuentista se admite asesinato truculento con escena hard gore, se admite locura y casi perversión en diversas vertientes, se admite dulzura como de algodón de azúcar, terror, amor, intriga, tristeza, nostalgia, compromiso, se admite la vida misma. ¿Por qué va a ser más ofensivo este otro tema?. ¿Sigue siendo tabú? ¿Y por una mujer?. Nosotras estamos acostumbradas a lo contrario. Alex lo ha transcrito hasta encomillando las exclamaciones. ¿No sabes qué hacer con los doce apóstoles?, hala: hacerles la pascua, los dejas bien relucientes, decorados y rebonitos, porque no olvidemos que hay que devolverlos sanos y salvos, y luego, a contemplar el calendario en la cocina, hasta el próximo día que llueva. Un fuerte abrazo Margarita.
EliminarCuando lo leí, pensé: no puede ser que haya interpretado algo así.
ResponderEliminarDespués de leer los comentarios, confirmé: ¡son dos pares!
Muy divertido.
Gracias. Eso es lo que ha pasado, que como soy tan comedida, educada, diplomática y políticamente correcta no os cuadraba este relato y habéis pensado en un principio, no es lo que estoy pensando. Un saludo.
EliminarAins..., qué difícil de entender. Son 50 palabras, no 50 + 400 de explicación.. jajaja
ResponderEliminarLo que interpreto es que dos amigas salen de fiesta, y terminan en una orgía con 6 caballeros, que no terminan de convencerlas, pero... prueban.
Era ese el planteamiento de la autora?
La primera sorprendida he sido yo. Por principio no me gusta tener que explicar el significado, pero este relato, por lo visto me ha salido un poco críptico, y como los comentarios iban por otro rumbo... eso. Ana, valoro enormemente tu sinceridad y la crítica por lo de 400 palabras de explicación, bien merecida. Gracias.
ResponderEliminarJajaja De los relatos más comentados y picantes de la temporada... ;-)
EliminarGracias por compartirlo!
Hola, Cristina, sinceramente, no pensaba comentar porque no me enteraba de nada después de leerlo ¿50 veces?. Con los comentarios he ido pillando onda, pero no sé si mi versión final anda aún desconsolada. Entiende que chicos como yo estemos pez sobre según qué ofertas en determinados hipermercados y de las maneras en que las chicas en camaradería encontráis, dichosas vosotras, satisfacción los días de lluvia (sea o no sea el relato historia real, que poco importa).
ResponderEliminarMi primera sorpresa es, al bichear en internet, que los consoladores pueden alquilarse, entonces eso me pone en pista clara, según creo. Es la oferta que tus protagonistas aprovechan echándoles un par. Luego, no me extraña que disfrutaran de lo lindo. Sexo somos y lo tenemos para disfrutarlo de una y de mil formas que se nos antoje si no perjudicamos a nadie en el intento; aunque, por supuesto, lo utilicen para reproducirse también todos aquellos que así lo deseen.
Una perspectiva femenina que hubiera aportado mucho más, creo, si como dices en algún comentario anterior, no te hubieras andado por las ramas y nos hubieras dado a los no iniciados, alguna pista gruesa a la que agarrarnos.
A veces, encontrar la veta cuesta un poco, pero me parece que estás ante un filón para muchos cincuenta si decides explotarlo.
Un 3x2 de saludos para ti.
Un saludo Manuel. ¡La que he liado!, Sin haberlo deseado me ha salido un pareado, digo una empanadilla. La inspiración vino, simplemente, por la canción "It's raining men" de The weather girls y procesar lo inverosímil de la letra. Vas un poco desconsolado porque las muchachas de mi historia se refieren a hombres, no a consoladores, aunque los están tratando como objetos. Ciertamente, vuelvo a repetir, es una veta que vino a mí casualmente, y ahí queda, que parece que es la suerte del principiante. No sé, es un simple ejercicio. Por una parte parezco aprobada, y con nota, pero por otra, tengo que meditar sobre el sentido de que unas líneas que a mí me parecían tan evidentes sean tan poco claras para los lectores, el hecho de que no se comprenda lo que escribí, generalizando, tratase de lo que tratase. jajajaja Ah, y el próximo cincuenta, por si acaso, no irá en primera persona, que yo realmente soy Sor María ¿o alguna de las de esa peli de P.Almodóvar?. Gracias Manuel. Nos leemos.
EliminarGracias, Cristina. Con el origen en la canción, vista la letra, que también desconocía, está todo donde tiene que estar. Ahora, lo releo, lo disfruto, y tan feliz.
EliminarSólo quiero decirte, Cristina, que eres una valiente y que estás abriendo caminos nuevos en 50 Palabras. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya, ahora que el auge del género parece declinar, digo, que no soy nada entendida. El caso es que voy a destiempo, pero no importa. Un abrazo María José.
Eliminar¿Doce? La verdad es que hay cosas que una vez que las compras no puedes guardarlas en la despensa y tienes que gastarlas. ¡Aleluya! en cualquier caso, Cristina. Eso sí que es una experiencia religiosa, supongo.
ResponderEliminarFresca y ardiente propuesta.
Enhorabuena y saludos
Puestos a exagerar, hay que hacerlo a lo grande, supongo. Me gusta lo de "fresca y ardiente" propuesta, resulta muy preciso. Saludos Enrique.
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