Olímpicos
La excursión se convirtió en un campeonato de deportes de riesgo: huida de abejas furiosas, pérdida del Norte, saltos en modo Tarzán sobre riachuelo enfangado... Los errores de cálculo produjeron varios aterrizajes forzosos sobre mullidas boñigas de vaca que amortiguaron los golpes.
Consiguiéndose varias medallas olímpicas en risas entre amigos.
Consiguiéndose varias medallas olímpicas en risas entre amigos.
Lo bueno de competir con amigos es que, aquí sí, "lo importante es participar", y ni siquiera necesitas dorsal.
ResponderEliminarTu relato, a pesar de todas las peripecias, deja un buen sabor de boca, y nada de olor ;)
Un saludo, Maest
Y divertirse, que decía Torrebruno en sus programas de entonces.
Eliminaraunque mejor sin olores...
Saludos Margarita
Entrañable deporte el de las carcajadas. Ellos se llevaron las medallas y tú, los abrazos. Pero no tardes tanto, mala mujer, que se te ha echado mucho de menos.
ResponderEliminarEstoy desentrenada del formato. Necesito una beca o algo para volver a las 50 palabras lisas :)
EliminarGracias guapa. Besos :)
Tu micro me hace pensar en aquellas competiciones absurdas entre pandillas, que hacen sonreír cuando nos hacemos mayores. Felicidades, Maest.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me faltó aquello de ojo de buey, cuchillo, tijera mientras íbamos saltando unos encima de otros :D No sé cómo salimos vivos y enteros.
EliminarAbrazos María José :)
Lo mejor de estas olimpiadas son las medallas.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo Maest.
Casi mejores que las de Brasil 2016 ;)
EliminarGracias Javier
Me has retrotraído a mi infancia y primera juventud, excepto en las colchonetas hechas con material de las vacas. Qué dulce esa pérdida del Norte entre amigos, con lo juiciosos y aburridos que nos volvemos luego.
ResponderEliminarUn relato fresco y simpático.
Un abrazo
Con la edad se pierden muchas cosas pero se ganan otras. Los recuerdos de la infancia son la mejor medalla.
EliminarAbrazos Ángel :)
¿Hubo algún diploma olímpico?
ResponderEliminarCurioso final. Un microrrelato bastante divertido.
Diplomados en pasarlo bien sin complicaciones.
EliminarGracias Plácido.
Saludos
Parece todo muy sano, creo que es lo mejor del micro, que no hay maldad y se ve, lo que podría ser un día desastroso, con una buenísima cantidad de sentido del humor.
ResponderEliminarGran análisis. Mil gracias Luisa :)
EliminarMe ha recordado un verano que hice parte del GR11 con acampada libre, tormenta en un ibón de noche en compañía de unos forajidos, ampollas al estrenar botas, a falta de pan buenas son galletas, las vacas y un sarrio me persiguieron, muchos frutos secos y sopas de sobre, toallitas de bebé y autostop para volver. ¡Lamentable!, pero oye Maest, las carcajadas que nos echamos esos días creo que aún retumban por el Pirineo. ¿Estabas allí o te lo han contado?. Visto lo expuesto, deducirás que tu relato me ha dibujado una amplia sonrisa. Un abrazo bien fuerte por ello.
ResponderEliminarPues cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia :)
EliminarMe alegro de haberte hecho recordar tu experiencia.
Gracias y otro abrazo fuerte para tí.
Maest, lo mejor cuando las cosas se complican, en un día entre amigos, es tomarlo con sentido del humor. Las risas son un gran regalo.
ResponderEliminarBesos
Un día de risas entre amigos es lo mejor.
EliminarBesos
Los juegos entre amigos y las risas son el mejor de los deportes. Me ha gustado, Maest, me has hecho recordar mis tiempos mozos. ;-) Un beso.
ResponderEliminarQue nos vamos haciendo mayores y aquellos tiempos siempre se recuerdan con nostalgia y una sonrisa :)
EliminarBesos Matrioska
Y al final, después de unos años, quedarán sólo las risas...y un estupendo relato de cincuenta palabras.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Maest.
Sólo? Una risa hoy en día es una de las mejores medicinas que hay.
EliminarGracias Carles.
Saludos
Una formidable excursión, con olimpiadas de risa incluidas. Bien contada esta aventura en cincuenta bien aprovechadas palabras. Un saludo, Maest.
ResponderEliminarUn día para repetir, seguro.
EliminarGracias por tus palabras Manoli.
Saludos