Recuerdos de familia
Papá olía a uvas fermentadas. Mamá acariciaba como la bufanda que estaba tejiendo. Mi hermano, ordeñando la vaquita morada envuelta en plata por su mucho cacao. Y yo, pendiente de mis trenzas doradas, imán de los chicos del barrio.
Hoy, embriagada, acaricio, ordeño y atraigo la plata de mis clientes.
Hoy, embriagada, acaricio, ordeño y atraigo la plata de mis clientes.
Con frecuencia los retales de nuestra vida pasada confluyen y entonces, como suele decirse: «Origen es destino».
ResponderEliminarBuen cincuenta, María Jesús.
Un saludo afectuoso.
Muchísimas gracias por tu comentario, Vicente
EliminarSaludos
La vida es lo que tiene, amiga, que te lleva por dónde no imaginamos, aunque esté escrito en las líneas de la mano. Si se las hubiera mirado más, en vez de estar peinándose las trenzas, tal vez habría abierto la puerta a tiempo para huir de su destino. Pero si ella es feliz, ¡adelante!
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, querida tocaya.
Patri: Creo que esta niña ya apuntaba maneras, (las trenzas) y pienso que no está descontenta del todo con el resultado de almacenar la plata, de los cuervos que pululan por el entorno.
EliminarAbracísimo tocayisima.
Parece que a tu protagonista le cundieron las lecciones aprendidas en la escuela de su casa y su familia. Me ha gustado, María Jesús. Suerte y un saludo.
ResponderEliminarLa prota, une la nostalgia con lo práctico.
EliminarAgradezco tu punto de vista.
Maria Jesús en tu protagonista han confluido todos los recuerdos que configuraban su niñez, en la vida, a no ser que lo queramos evitar a conciencia es difícil liberarse de aquello que marcó nuestra infancia.
ResponderEliminarBuen relato María Jesús.
Besos.
Maria Jesús, me encantó conocerte ayer, me hubiese gustado hsblar más contigo, pero seguro que tendremos más ocasiones, de momento hablaremos von nuestras letras.
EliminarBesos.
Gracias por tu comentario, Javier.
EliminarA mí también me encantó conocerte, y me quedé con ganas de más,
en ese ambiente agradable creado por Alex
Espero seguir leyendo tus relatos e intercambiar ideas.
Saludos afectuosos.
Esos fragmentos de la memoria parece que han influido en el futuro de tu protagonista de alguna manera. Como todos los fragmentos de las nuestras influyen en lo que hacemos, decimos... en lo que somos.
ResponderEliminarMuy bueno María Jesus. Besos.
Olga, me encantó conocerte, y me encanta tu comentario.
EliminarBesito virtual.
¡ Cómo nos marcan las vivencias! Y ¡ Cómo se repiten a lo largo de la vida! Un buen micro María Jesús. Enhorabuena. Besitos.
ResponderEliminarLos genes, son los genes y esos nos marcan el camino....
EliminarBesito virtual, Carmen
María Jesús, consigues levantar un escenario, una ilusión de familia de otro tiempo, en tan solo tres líneas, para después traernos de golpe al presente, dejando un sabor nostálgico...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, y una sonrisa. :)
Ana, por fin me he aprendido tu nombre, y te agradezco mucho que hayas empleado tu tiempo en leerme.
EliminarFue un placer haberte conocido el sábado.
Besito virtual.
De aquellos caldos fermentados, estos polvos. Ingenioso micro.
ResponderEliminarSaludos
¡Qué amable eres, Plácido!. Tus palabras me elevan.
EliminarSaludos cordiales.
Cada cual pasa por el tamiz personal las vivencias imborrables de la infancia. Tu protagonista, hedonista declarada, le ha sacado un partido jugoso y placentero, además de bien remunerado.
ResponderEliminarHay en el relato, como en los buenos perfumes, esencia de nostalgia amalgamada con impronta de escritura fresca, denotando un intenso aroma a frutos picantes, que embriaga.
Goloso. Saludos Mª Jesús
Como me ha gustado tu comentario, Manuel!. Le has sacado el jugo desde lo más recóndito de las entrañas.
EliminarLo releeré en los momentos bajos para darme un baño de ánimo.
Saludos afectuosos.
Me ha parecido magnífico.
ResponderEliminarUn saludo.
Me hace ilusión que te haya gustado.
EliminarSaludos afectuosos
Somos el resultado de nuestras vivencias, en especial de las de la infancia. Tu protagonista tenía el destino marcado.
ResponderEliminarUN buen micro, María Jesús, y un placer conocerte. Te envío besos y un gran abrazo.
Creo, que un poco todos, tenemos el camino trazado. Nosotros sólo lo seguimos. Me hizo mucha ilusión poner caras a las distintas firmas y acercarme un poco más a la personalidad de cada uno.
EliminarGracias por tu punto de vista, Carmen, y un fortísimo abrazo.
Los especialistas hablan de improntas y cosas raras, pero tu explicación se entiende mucho mejor.
ResponderEliminarOriginal relato, María Jesús.
Un abrazo
Con qué buenos ojos, me has comentado, Margarita.
EliminarUn sin fin de besitos virtuales.
M. Jesús, tu protagonista ha acumulado todos los defectos familiares en su persona. No tenía escapatoria, esta predestinada para ello. Siempre recibimos la herencia de nuestras vivencias, aunque no siempre nos damos cuenta. Cuando hablas de que atrae la plata dd sus clientes, entiendo que por ello se ha visto abocada a ejercer la prostitución.
ResponderEliminarBuen micro, enhorabuena.
Besos y abrazos apretados, como el del sábado que tanto me gustó darte.
Muy bueno e inteligente análisis, Pilar
EliminarUn abrazo aún más cálido que el del sábado
Muchas veces no sabemos el motivo exacto por el que elegimos un oficio, o quizá sea él quien nos elige a nosotros, o puede que las circunstancias nos lleven a ello y cada uno acabe ganándose la subsistencia como puede. El caso es que consumimos muchos años de nuestra vida en una ocupación, cuya elección, como sucede con muchas cosas, nos ha venido marcada desde la infancia. Que nos demos cuenta o no de ello sólo es un detalle. Un relato muy elegante que, si no me equivoco, hace alusión al oficio más antiguo del mundo.
ResponderEliminarNo tuvimos mucha oportunidad de hablar en persona el otro día, salvo presentarnos, somos muchos y el tiempo no da para tanto. Habrá otras ocasiones.
Un abrazo, María Jesús
A mí también se me quedó un poco cojo el tiempo que tuvimos para hablar, pero estas cosas son así, hay mucho que abarcar en tan poco espacio.
EliminarMuchas gracias por este comentario y todos los que vienes haciendo en las páginas donde colaboramos. Con ellos se podría publicar una antología.
Saludos afectuosos.
Sin duda alguna, somos un poco el compendio de todo lo que nos rodea, más lo mucho que aportamos de nuestra parte.
ResponderEliminarUn abrazo, tocaya.
Creo que a esta chica se siente a gusto por su presente, y echa la vista atrás en un momento nostálgico, recordando su infancia.
EliminarOtro abrazo grande para ti, tocaya. Lo bueno abunda.
El balance de tu historia es muy triste para la protagonista. Es el espejo de todo lo que le ha tocado vivir. Supongo que en según que circunstancias es muy difícil no acabar como ella. Muy interesante, Mª Jesús. Un abrazo.
ResponderEliminarSe me había pasado felicitarte, Mª Jesús, por tu espléndido prólogo. Lo has cocinado con mucha maestría y te ha quedado en su punto. ¡Enhorabuena!
EliminarDentro de lo suyo, creo que este personaje, se considera una triunfadora.
EliminarMil gracias por tu generosa apreciación sobre el prólogo. Me hace mucha ilusión que te haya gustado.
Me hubiera gustado haberte visto en la comida y haberte dado un abrazo. , pero al menos ahora lo puedo hacer de una forma virtual.
Comentaba hoy por otro sitio que en los cuentos breves el silencio no siempre beneficia. En lugar de disparar ideas, las anula. Somos palabra y comunicación. Me gustan los finales abiertos, por supuesto, pero no me atrae la incertidumbre, aunque a veces, también la practique por ejercicio literario.
ResponderEliminarSi la protagonista es hoy una prostituta o una tendera o una cajera de banco quedará a gusto del consumidor.
Un beso.
No veo, precisamente un final abierto, creo que es lo contrario. Cuenta el momento actual, de la protagonista , del cual me atrevería a decir que con orgullo, volviendo la vista atrás, a través de los personajes que formaron su familia.
EliminarEs curioso las diferentes interpretaciones que puede sugerir un mismo escrito, a los distintos lectores.
Un millón de gracias por tu opinión
Evidente final! Me gustó como relacionó los oficios. Excelente!
ResponderEliminarGracias, Pamela
EliminarBesito virtual
Los recuerdos, los retazos de nuestra vida dejan una impronta que al final se asoma. Nadie sabe como vamos a terminar y a pesar de haber tenido una vida de caricias para ser que protagonista ha terminado de un modo nada gratificante para su cuerpo.
ResponderEliminarMuy bien hilvanado María Jesús.
Un gusto haberte conocido. Un beso enorme bonita.
Gracias, Belén. A mí también me gustó conocer a la autora de tan ingeniosos micros que nos ofreces, con los que me lo paso genial.
EliminarBesito virtual, y hasta la próxima.
Los recuerdos, a veces, ganan peso con la vida que vivimos ahora, desde la que los miramos. Es lo que le pasa a la protagonista, eso creo. Añoranza de los tiempos pasados y quizás un instante para recordar esas trenzas rubias, imás de los chicos, por donde quizás entró el futuro, el que fuera
ResponderEliminarEres muy amable, Carmen, por pasarte a comentar.
EliminarBesito virtual
Me ha encantado tu micro, María Jesús. Con maestría nos hablas de recuerdos y de destinos... Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí me encanta que te haya encantado.
EliminarGracias por tu comentario positivo.
Otro abrazo para ti
Hay entornos familiares que si son tóxicos, pueden convertirse en verdaderas telarañas de las que no se puede escapar. Muy bueno el micro, María Jesús. Un abrazo fuertote.
ResponderEliminarMe encantó conocerte, y te agradezco mucho tu opinión sobre el micro.
EliminarBesito virtual
Como suele decirse, de aquellos lodos, vienen estos barros... Respeto profundamente las decisiones de las personas sobre cómo dirigir sus vidas, pero está claro que esta chica sacó lo peor de cada uno...
ResponderEliminarA penas pudimos hablar el pasado día 5, mi querida Mª Jesús, pero me encantó verte, espero que podamos repetir.
Un beso grande y enhorabuena por el prólogo de El bosque de las palabras.
Malu.
Gracias por tu interpretación, Malu.
EliminarMe ilusiona que el prólogo del Bosque, te haya gustado.
Un abrazo fuerte.
Creo entender un segundo significado en todo cuanto dices sobre cada personaje. El resultado de haber tenido una infancia tan desagradable parece manifestarse en el presente de tu protagonista, narradora dotada de una ácida ironía.
ResponderEliminarGran relato, María Jesús, como grande el privilegio de haber podido hablar contigo en persona.
Un abrazo
Para mí, fue muy satisfactorio haberos conocido, en un acto tan entrañable.
EliminarGracias por comentar, Enrique.
Saludos de afecto.
Por como lo cuenta, me parece que esta chica no lo ha pasado bien. Me gusta la forma en que está estructurada la historia, permite diferente interpretación del porqué la chica se prostituye. Buen micro.
ResponderEliminarSaludos.
Muy agradecida por tus palabras, Beto.
EliminarSaludos desde Allende los mares
Ya se lo dijo Batman a Superman en los años 80. "Nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres"...
ResponderEliminarEstupendo relato Maria Jesús, mis felicitaciones y un abrazo con un beso.
Está claro que somos el producto de las pautas y valores de nuestra vida desde que venimos al mundo. Son como vías de ferrocarril que nos llevan y sobre las que podremos correr más o menos, pero como dicen el el comercio "El ancho lo da la tela"
ResponderEliminarMuy buen micro que merecidamente se encuentra en la final.
Un abrazo Mª Jesús. A ver si en próximas quedadas nos conocemos un poquito más.