Ruta 23
Era evidente el sudor en su frente y el temblor en las manos, después de tantas pruebas y entrevistas. Pronto lo llamarían a la oficina del jefe
y sabría si el empleo era suyo.
Y escucha su nombre: "¡Carlos Mancilla!".
Y otra voz lo sacude diciendo: "¡Despierte, baje del autobús!".
Y escucha su nombre: "¡Carlos Mancilla!".
Y otra voz lo sacude diciendo: "¡Despierte, baje del autobús!".
Pobre Mancilla, menuda desilusión al departar. Espero que no se haya quedado dormido en el autobús de camino al trabajo porque lo hubiesen llamado antes, ¡jajaja!
ResponderEliminarEsa ruta 23 no le traerá buenos recuerdos.
Buen relato Selene, un abrazo.
Gracias Javier, la idea surge de esas ocasiones en qué la vida real está sumergida en el subconsciente donde yacen deseos e ideas retorcidas, pero que son parte de la vida misma.
EliminarA veces, cuando deseamos algo con intensidad, soñamos con ello y, también en ocasiones, los sueños se cumplen.
ResponderEliminarUn abrazo, Selene.
Y los sueños, sueños son; por fortuna, las pesadillas también. Por suerte o por desgracia, ambos tienen posibilidad de volverse reales.
ResponderEliminarUn saludo
Selene, vaya chasco para el protagonista. A veces los sueños parecen tan realistas que uno cree estar viviéndolos. Al menos espero que al final se cumplan sus sueños.
ResponderEliminarBesos
Desafortunadamente, hoy en día un trabajo digno y bien remunerado es para muchos poco más que un sueño.
ResponderEliminarPara reflexionar.
Buen micro, Selene.
Saludos.
¡El conductor del autobús sabía el nombre del parado (desempleado en Argentina).
ResponderEliminarNo es en tu estilo, Selene pero es claro el mensaje.
Y los sueños... sueños son...
ResponderEliminarUn beso, Selene.
Malu.
¿Quién sabe? Quizá alguna vez crea que está en el autobús de vuelta a casa y le despierten para decirle que ha obtenido el trabajo que tanto buscaba. En fin, hay que soñar, aunque sea despierto.
ResponderEliminarMe encanta este relato, Selene. Nos haces un retrato completo del personaje y sus circunstancias, con solo una escena. Buen título por cierto.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.